MARÍA: MADRE Y MEMORIA DE JESUCRISTO






00. NOTA PREVIA. EL DOGMA DE LA ASUNCIÓN.

La tradición de la veneración a la Virgen proviene desde el comienzo de la Iglesia. El Concilio de Éfeso (año 431) ya dijo que María era theo-tokos: madre de Dios (la que ha dado a luz a Dios). Sin embargo la definición del dogma de la Asunción es reciente. Fue el papa Pío XII, quien el 1 de noviembre de 1950, María, la madre del Señor fue llevada a los cielos en cuerpo y alma.
¡Cómo no vamos a creer que María terminó con su Hijo, Jesús, en la casa del Padre, en el cielo!

01. UNA FIESTA LLENA DE VIDA Y ALEGRÍA
El relato evangélico de hoy está lleno de vida y vitalidad
:
Dos mujeres que están creando vida, de qué van a hablar si no es de la misma vida, llenas de alegría, esperanza y, quizás, algo de preocupación.
o El encuentro de dos familias, dos mujeres que están gestando dos nuevas vidas: María e Isabel, Jesús y Juan.
o Bendita entre las mujeres
o La criatura salta de alegría en el seno materno de Isabel
o María canta a Dios: Proclama mi alma
o Se alegra mi espíritu en Dios.
o Le felicitarán todas las generaciones.
Sabemos que la vida tiene dificultades, pero la existencia humana es encuentro, es crear vida, es bendición, es alegría, es felicitarse por las pequeñas -y las grandes- cosas que acontecen en la historia y en nuestras vidas.

02. MARÍA: MADRE.
02.1 MARÍA ES NUESTRA MADRE .

En el discurso de clausura del Concilio, en 1965, el papa Pablo VI proclamó (como en el Magnificat) que:
María Santísima es Madre de la Iglesia, es decir, Madre de todo el pueblo de Dios, así de los fieles como de los pastores que la llaman Madre amorosa.
Ya desde la cruz, Jesús unió a María y al discípulo amado en una relación materno-filial. La iglesia naciente al pie de la cruz se constituye por el amor y el perdón: en el Calvario únicamente hay redención, salvación, cariño infinito:
mujer, ahí tienes a tu madre (y le dijo al Discípulo Amado), ahí tienes a tu madre, Jn 19,26-27).
No olvidemos, recordemos que todos somos discípulos amados, no porque nosotros seamos buenos, sino porque Dios es bueno nos ama y porque María nos quiere como a hijos suyos, pues somos hermanos de Jesús.

02.2 LA MADRE ES SIEMPRE MEMORIA
En la vida familiar la madre es siempre memoria para el hijo, para la familia. El filum afectivo, quien “convoca” la familia es la madre. (Incluso en los problemas y conflictos, la memoria suele ser la madre).
En estas sencillas comunidades cristianas nuestras, María nos recuerda, nos remite al Señor. María es siempre la memoria. Dirigir nuestra mirada a María, como ella vuelve a nosotros sus ojos misericordiosos, es dirigir nuestra mirada a Jesús.
María, la madre, nos recuerda siempre al Hijo.

En estos momentos de dificultades eclesiásticas nos hace bien mirar a María para encontrarnos con Cristo. María, la mariología no es un “arma arrojadiza”, especialmente contra el mundo protestante , sino que la madre es siempre encuentro con los hermanos, con Cristo.

03. MARÍA: MEDITÓ Y PROCLAMÓ EN SILENCIO.
Llama la atención la discreción de María. Excepto en los relatos para el nacimiento de Jesús (la visita del ángel y el Magníficat), no tenemos más “palabras” de María. Los evangelios con alguna frecuencia repiten aquello de que María conservaba todas estas cosas meditándolas en su corazón, (Lc 2,19.51). María guarda un silencio acogedor del misterio (Dios) durante toda su vida.
Quizás el único momento en que proclama es cuando es consciente de que va a ser madre. Y proclama el agradecimiento: llena de gratitud, canta al Señor.
Bueno será también en estos momentos acoger a Cristo, conservar el Evangelio en nuestro corazón y vivir con agradecimiento en el fondo e nuestro ser: agradecimiento a nuestros padres, a la comunidad y momento eclesial en el que hemos vivido, a María y al Señor.

04 LA FIESTA DE LA ASUNCIÓN ES CANTO DE ESPERANZA A LA VIDA.
Dios no nace, no llega a nosotros como un extraterrestre en una nave espacial. Dios vino a nosotros -y viene- como venimos todos. Por medio de personas embarazadas de vida que, como Isabel o María, traen vida a la humanidad, dan luz a la vida, aportan esperanza desde su estado de buena esperanza.
María e Isabel se visitaron en ese estado por una parte de dificultad y, por otra, de buena y gran esperanza. ¿Y si nosotros visitáramos con esperanza a nuestros hermanos en situaciones de dificultad?
El nivel de esperanza de nuestra civilización está bajo mínimos. La fiesta de la Asunción puede ser como una palabra que sostiene la esperanza de los sencillos, apoyando la causa de los pobres, dando sentido al clamor de los hambrientos, estando siempre al lado de quienes nos necesitan, dando vida a quienes se encuentran abatidos por el pesimismo de quien no tiene fe y no ve más allá de los límites de este pequeño mundo que es nuestra historia.

05. FIESTAS DE MUCHAS CIUDADES Y PUEBLOS.
En este día, en estos días muchos pueblos y ciudades celebramos la fiesta central de la vida comunitaria de nuestros pueblos.
Solemos celebrar los contenidos de la vida: el cumpleaños, un aniversario, un éxito, etc. Se celebran contenidos
El mes de agosto es un mes de vacaciones , pero no es lo mismo estar de vacaciones -necesarias, por otra parte- que celebrar una fiesta, un contenido. Vacación significa vacío, vacuo. Las vacaciones son necesarias para descansar un poco de los cansancios de la vida, aunque el capitalismo nos programa los cansancios, pero para programarnos las vacaciones.
Celebrar, lo que se dice celebrar, hoy celebramos poco o nada. Tenemos más días libres que nunca, pero celebramos poco.
La fiesta de la Asunción es el contenido de nuestras fiestas, aunque sociológicamente sean más importantes los fuegos y los piratas de la Concha que la Asunción. Los cristianos disfrutamos de la vida y de las fiestas como todo ser humano, pero con un plus de contenido, de esperanza y de futuro.
Volver arriba