¿A mayor progreso económico-político, menos fe y religión?
En la fiesta de San Ignacio de Loyola
1. DATOS BIOGRÁFICOS DE SAN IGNACIO
S Ignacio nace en Loyola, Azpeitia, en 1491. Militar en su juventud, cayó herido en 1521 en combate en la batalla de Pamplona frente a navarros y franceses que apoyaban el reinado de Enrique II de Navarra. En la larga convalecencia de Azpeitia comienza a fraguarse su conversión, que quedaría plasmada en Manresa en 1.522. De esta época data su obra "Ejercicios Espirituales": especialmente su primera meditación: “Principio y Fundamento”.
Tras una peregrinación a Tierra Santa estudiará teología en Barcelona, Alcalá, Salamanca y París. En la Universidad de la Sorbona de París conoce a Francisco de Jasso y Azpilicueta: S Francisco Javier. Será en París donde se encuentra con un grupo de jóvenes compañeros universitarios: Pedro Fabro, Diego Laínez, Alfonso Salmerón, Nicolás Bobadilla, etc. y en 1.534, el día de la Asunción en una capilla de Montmartre de París hacen los votos con la intención de marchar a Tierra Santa, pero si no podía hacerse este viaje antes de un año, marcharían a Roma para ponerse a disposición del Papa. En 1.540 el papa Paulo III aprueba solemnemente este nuevo movimiento religioso: La Compañía de Jesús, que junto con los "Ejercicios" es la segunda gran obra de San Ignacio. S Ignacio muere el 31 de julio de 1556 en Roma, donde está enterrado en la Iglesia del Gesù, (entre la segunda y tercera etapa del Concilio de Trento).
2. “HOY LAS CIENCIAS ADELANTAN QUE ES UNA BARBARIDAD”
Es tradición que el gobierno vasco acuda a la basílica de Loyola por la fiesta de San Ignacio.
Hace todavía no muchos años, (¿20?, más o menos) el diputado general de Guipúzcoa, no entró en la basílica y se quedó dando cuatro pasos por la escalinata de la misma. Alegaba -para quedrse fuera sin entrar al acto religioso- el laicismo en el que viven la sociedad y la política actuales.
Dejando de lado cuestiones como el respeto al pueblo que representa, a la traditio de un pueblo, respeto a la libertad de expresión y admitiendo de buen grado una política y un estado laicos, me preguntaba y me pregunto si esa actitud constituye progreso, avance y mejoría de una comunidad humana, de un pueblo…
También hemos de preguntarnos qué nos ha pasado para que de los tiempos de San Ignacio a hoy se hayan producido estos cambios culturales-religiosos tan brutales y la fe “haya quedado fuera”…
¿A mayor progreso económico, político, cultural, mejor menos fe y religión?
Igualmente podemos preguntarnos si un pueblo es más noble, más sano, más libre cuando dinamita su traditio y su fe.
Yo creo que romper con nuestro pasado no significa progreso ni mejoría.
¿Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad?
3. PRINCIPIO Y FUNDAMENTO
La primera meditación de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio es -probablemente- la piedra angular y lo más importante de la vida de San Ignacio y de toda existencia humana.
¿Cuál es cimiento de nuestra vida, cuál es el fundamento de la vida, ¿Por qué y para qué vivo?
¿El “principio y fundamento” de la persona y de un pueblo es la patria, la etnia, el desarrollo económico, el nivel de vida, el armamento que posee?
No lo creo.
Podemos tener la mayor y mejor industria del mundo, un altísimo nivel de vida, un bienestar económico y social, pero como no tengamos cabeza: principio y fundamento, perderemos el aliento vital, la piedra angular que fundamente nuestra vida
El principio y fundamento de la existencia es Dios. Quien sabe que viene de Dios y hacia él va, ya sabe mucho y definitivo sobre la existencia