"Hoy hemos perdido la firmeza de mantener la palabra" Relacionarnos en el espíritu del amor
"El reino de Dios es para quien quiere hacer un camino de conversión, así lo anuncia Jesús al inicio de su vida pública"
"Tocar, sentir y también comunicar compasión es entrar en esa relación que hace fluir un amor profundo de comprensión"
"Quien se cree justo, sin pecado, con derecho a juzgar, no sabe de la belleza de la compasión que redime"
"Quien se cree justo, sin pecado, con derecho a juzgar, no sabe de la belleza de la compasión que redime"
| Fray Alfredo Quintero Campoy OdeM
“No son los sanos los que necesitan de médico sino los enfermos”
Jesús, en la llamada que hace de Mateo, abre una puerta de esperanza y salvación para los pecadores.
El reino de Dios es para quien quiere hacer un camino de conversión, así lo anuncia Jesús al inicio de su vida pública.
¿Qué puede hacer la gracia en quien se cree que no tiene pecado? Acusarse a uno mismo es principio de sabiduría, así lo refieren los padres de la espiritualidad.
Tocar, sentir y también comunicar compasión es entrar en esa relación que hace fluir un amor profundo de comprensión de historias propias personales que son comprendidas y redimidas.
Solo la compasión sabe redimir la historia. Quien se cree justo, sin pecado, con derecho a juzgar, no sabe de la belleza de la compasión que redime.
Se llega a esa libertad de una historia redimida por una compasión que sabe dar la vida por el otro.
Esta es la enseñanza más sublime del amor que Jesús viene a transmitirnos, no hay amor más grande que dar la vida por los amigos.
Esta es la ofrenda propia del amor, dar la vida. No se trata ya de sacrificios externos sino de una vida que sabe desgastarse en amor por los otros.
Es fácil pagar a otros para que hagan lo que a uno le toca, no se experimenta lo mismo, o la oportunidad que uno tiene para comunicar amor, no puedo pedirle a otro que lo haga por mi cuando es a mi a quien le toca.
Los amigos, los hijos, los padres, los esposos siempre esperan a los amigos, a los padres, a los hijos y a los amados para sentir la reciprocidad de un amor que fortalece y afianza la relación.
Abraham siempre espero en Dios y tuvo esa confianza , Dios llegó, y se manifestó porque Abraham confiaba en esa espera porque Dios es palabra que se cumple.
Debemos aprender de esa palabra de Dios para recuperar lo que mucho se ha perdido en nuestro tiempo, los hombres ya no tenemos palabra, son muy pocos los que tienen esa característica que hace que se tenga confianza plena .
Hoy hemos perdido la firmeza de mantener la palabra y, por lo tanto, hemos perdido confianza en nuestras relaciones y compromisos.
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