Extractos de su nuevo libro 'La esperanza no defrauda nunca' (Mensajero) Francisco sugiere investigar "con atención" si en Gaza se ha producido un "genocidio"
"Si queremos resolver un problema que nos afecta a todos, debemos hacerlo con una integración de los países expulsores, de tránsito, destino y retorno de migrantes. Ante este reto, ningún país puede quedarse solo y ninguno puede pensar en abordar la cuestión de forma aislada mediante legislaciones más restrictivas y represivas"
"La herida aún abierta que es la guerra en Ucrania provocó que miles de personas debieran abandonar sus casas, especialmente durante los primeros meses del conflicto. Pero también hemos sido testigos de la acogida irrestricta de muchos países de frontera, como ha sido el caso de Polonia"
"Cuando escuchamos a tal o cual dirigente quejarse de los flujos de migración que llegan desde África a Europa, ¿cuántos de esos mismos líderes se preguntan sobre el neocolonialismo que aún hoy subsiste en muchas naciones africanas?"
Reserva aquí el último libro del Papa
"Cuando escuchamos a tal o cual dirigente quejarse de los flujos de migración que llegan desde África a Europa, ¿cuántos de esos mismos líderes se preguntan sobre el neocolonialismo que aún hoy subsiste en muchas naciones africanas?"
Reserva aquí el último libro del Papa
| Papa Francisco *
Reitero aquí que "es absolutamente necesario que se afronten en los países de origen las causas que provocan la emigración". Necesitamos que los programas que se apliquen para este fin garanticen que, en las zonas afectadas por la inestabilidad y por las más graves injusticias, haya lugar para un desarrollo auténtico que promueva el bien de todas las poblaciones, en particular de los niños y niñas, esperanza de la humanidad.
Si queremos resolver un problema que nos afecta a todos, debemos hacerlo con una integración de los países expulsores, de tránsito, destino y retorno de migrantes. Ante este reto, ningún país puede quedarse solo y ninguno puede pensar en abordar la cuestión de forma aislada mediante legislaciones más restrictivas y represivas, aprobadas a veces bajo la presión del miedo o en busca de un rédito electoral.
Por el contrario, así como vemos que hay una globalización de la indiferencia (EG 54), hay que responder con la globalización de la caridad y de la cooperación, para que se humanicen las condiciones de los emigrantes.
Así como vemos que hay una globalización de la indiferencia (EG 54), hay que responder con la globalización de la caridad y de la cooperación, para que se humanicen las condiciones de los emigrantes
Pensemos en recientes ejemplos que vimos en Europa. La herida aún abierta que es la guerra en Ucrania provocó que miles de personas debieran abandonar sus casas, especialmente durante los primeros meses del conflicto. Pero también hemos sido testigos de la acogida irrestricta de muchos países de frontera, como ha sido el caso de Polonia. Algo similar ha ocurrido en Medio Oriente, en donde las puertas abiertas de países como Jordania o Líbano continúan siendo la salvación para millones que huyen de los conflictos en el área: pienso especialmente a quienes abandonan Gaza en medio de la carestía que ha azotado a los hermanos palestinos ante la dificultad para que ingresen alimentos y ayuda a su territorio. Lo que está ocurriendo en Gaza, que según algunos expertos parecería tener las características de un genocidio, debería ser investigado con atención para determinar si encuadra en la definición técnica que sostienen juristas y organismos internacionales.
Lo que está ocurriendo en Gaza, que según algunos expertos parecería tener las características de un genocidio, debería ser investigado con atención para determinar si encuadra en la definición técnica que sostienen juristas y organismos internacionales
Debemos involucrar a los países de origen de los mayores flujos migratorios en un nuevo ciclo virtuoso de crecimiento económico y de paz que incluya a todo el planeta. Para que la migración sea una decisión realmente libre es necesario esforzarse por garantizar a todos una participación equitativa en el bien común, el respeto de los derechos fundamentales y el acceso al desarrollo humano integral. Solo si este piso mínimo está garantizado en todas las naciones del mundo podremos decir que quien migra lo hace de forma libre y podremos pensar en una solución realmente integral al tema. Pienso en especial en los jóvenes, que al emigrar muchas veces provocan en sus comunidades de origen una doble fractura: una porque pierden a los elementos más prósperos y emprendedores y otra porque se disgregan las familias.
Para que podamos llegar a este escenario, sin embargo, debemos tener como paso previo fundamental que se terminen los términos desiguales de intercambios entre los distintos países del mundo. Se ha instalado en los vínculos entre muchos países una cierta ficción que parecería dar cuenta de un supuesto intercambio comercial, pero es solo una transacción entre filiales que saquean los territorios de los países pobres y mandan sus productos y regalías a las casas matrices en los países desarrollados. Me vienen a la mente, por ejemplo, sectores ligados a la explotación de recursos naturales delsubsuelo. Son las venas abiertas de estos territorios.
Cuando escuchamos a tal o cual dirigente quejarse de los flujos de migración que llegan desde África a Europa, ¿cuántos de esos mismos líderes se preguntan sobre el neocolonialismo que aún hoy subsiste en muchas naciones africanas?
Recuerdo que en mi viaje a República Democrática del Congo en 2023 abordé el problema del saqueo de hoy sobre algunas naciones: «Hay una consigna que brota del inconsciente de tantas culturas y de mucha gente: “África va explotada”, y esto es terrible. Tras el colonialismo político, se ha desatado un “colonialismo económico” igualmente esclavizador. Así, este país, abundantemente depredado, no es capaz de beneficiarse suficientemente de sus inmensos recursos: se ha llegado a la paradoja de que los frutos de su propia tierra lo conviertan en “extranjero” para sus habitantes. El veneno de la avaricia ha ensangrentado sus diamantes».
Sabemos ya que la «teoría del derrame» no funciona ni dentro de la economía de un propio país ni dentro del concierto de naciones. Hay que apoyar a los países de las periferias, en muchos casos aquellos de origen de las migraciones, para neutralizar las prácticas neocolonizadoras que buscan perpetuar las asimetrías.
Una vez que el mundo pueda avanzar en acuerdos para promover el desarrollo local de quienes de otro modo terminarían migrando, es importante que sus gobernantes, llamados a ejercitar la buena política, actúen de forma transparente, honesta, con amplitud de miras y al servicio de todos, especialmente de los más vulnerables .
*extractos de 'La esperanza no defrauda nunca' (Mensajero), conversación del Papa con Hernán Reyes Alcaide . El libro sale a la venta el próximo 19 de noviembre