Liturgia del 20º DOMINGO ORDINARIO 2024 (B)
El amor permanente y entrañable de Dios Padre, que nos habita y sostiene, la presencia luminosa de Jesús Resucitado, su Luz y el impulso de su Espíritu ESTÁN con todos vosotros.
MONICIÓN DE ENTRADA
Un alto en el camino, en un día de excursión o viaje, para comer algo y beber un trago, nos deja como nuevos. Nos da nuevas fuerzas para continuar.
Para recorrer el camino de la vida, en ocasiones, necesitamos una fuerza especial, algo que nos motive, que nos aliente para seguir adelante sin desfallecer.
Sólo Jesús puede darnos ese alimento, el Pan que Jesús nos da es su propia vida, sus criterios y actitudes.
Porque Jesús es el pan bajado del cielo, que viene a alimentarnos y darnos fuerzas para caminar unidos en la vida.
El Pan de Vida que Jesús nos ofrece cambia el corazón y nos da fuerzas para repartir nuestras cosas con los demás.
ACTO DE RECONOCIMIENTO
Junto con el pan, que es la misma VIDA de Jesús, nos recuerda que el Padre Dios nos ha dado las herramientas para llevar adelante nuestra maduración personal y contribuir al bien de toda la humanidad. Esas herramientas son nuestras cualidades. Por eso le damos gracias por ellas comprometiéndonos a vivirlas cada día:
Nos has dado Padre el don de la INTELIGENCIA para que a través de ella te conozcamos a Ti, nos sepamos conducir por la vida ordenadamente y construyamos juntos un mundo fraterno. Nos comprometemos a cultivarla para que sea nuestra guía y la podamos poner al servicio del bien común.
NOS COMPROMETEMOS SEÑOR.
Nos has dado Padre el don de la SENSIBILIDAD para descubrir tu presencia en todas las cosas bellas que has creado, para estar atentos a los demás y poder ayudarles. Nos comprometemos a dejarnos sentir toda la bondad que has derramado en este mundo.
NOS COMPROMETEMOS SEÑOR.
Nos has dado Padre el don del AMOR. Nos comprometemos a cultivarlo siendo amables, cariñosos y serviciales con todos, en especial con nuestras familias.
NOS COMPROMETEMOS SEÑOR
Dios Padre Amoroso TIENE misericordia de nosotros, comprende nuestros fallos y nos guía de su mano a la vida eterna. Amén.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo….
Tú que quitas el pecado del mundo, TÚ TIENES PIEDAD DE NOSOTROS...
Tú que quitas el pecado del mundo, TÚ ATIENDES NUESTRAS SÚPLICAS
Tú que estás sentado a la derecha del Padre, TÚ TIENES PIEDAD DE NOSOTROS
ORACIÓN COLECTA
Tú has sembrado, Señor, la semilla de tu Palabra en nuestros corazones, y tu Hijo-Jesús nos la ha dado a conocer. Él es el Pan y la Vida para nosotros, que nos da fuerzas para seguir su camino, siguiendo su ejemplo. Queremos ser para los demás como una semilla fecunda y un pan que alimenta. Sólo así, viviremos juntos y felices, ahora en la tierra y luego en tu Reino. Amén
Lectura del libro de los Proverbios (9,1-6):
La Sabiduría se ha construido su casa plantando siete columnas, ha preparado el banquete, mezclado el vino y puesto la mesa; ha despachado a sus criados para que lo anuncien en los puntos que dominan la ciudad: «Los inexpertos que vengan aquí, quiero hablar a los faltos de juicio: «Venid a comer de mi pan y a beber el vino que he mezclado; dejad la inexperiencia y viviréis, seguid el camino de la prudencia.»»
Salmo 33
R/. Gustad y ved qué bueno es el Señor
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.
Todos sus santos, temed al Señor,
porque nada les falta a los que le temen;
los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de nada. R/.
Venid, hijos, escuchadme:
os instruiré en el temor del Señor.
¿Hay alguien que ame la vida
y desee días de prosperidad? R/.
Guarda tu lengua del mal,
tus labios de la falsedad;
apártate del mal, obra el bien,
busca la paz y corre tras ella. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (5,15-20):
Fijaos bien cómo andáis; no seáis insensatos, sino sensatos, aprovechando la ocasión, porque vienen días malos. Por eso, no estéis aturdidos, daos cuenta de lo que el Señor quiere. No os emborrachéis con vino, que lleva al libertinaje, sino dejaos llenar del Espíritu. Recitad, alternando, salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y tocad con toda el alma para el Señor. Dad siempre gracias a Dios Padre por todo, en nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Lectura del santo evangelio según san Juan (6,51-58):
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.»
Disputaban los judíos entre sí: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»
Entonces Jesús les dijo: «Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre».
HOMILÍA
Escuchamos el final del discurso del Pan de Vida. Pienso que ya dejamos claro el domingo pasado que nos quiere decir Jesús con este discurso. Un ejemplo claro de su mensaje es el del feto en el útero materno: él está con la madre, se nutre de ella, y ella está con él. Del mismo modo nosotros estamos con Jesús, y Él está con nosotros, en nuestro propio interior, en nuestro núcleo más íntimo. Y por supuesto de forma real, tan real como el aire que respiramos aunque no lo veamos.
Y como ya dijimos el domingo pasado, Jesús no se refiere a celebraciones litúrgicas, ni devociones individuales, ni preceptos, ni mucho menos dogmas (como la transustanciación)
Dejarse alimentar por Jesús, por su persona, por su Palabra, implica crecer en afinidad con él, vivir como él vivió; implica partirse y repartirse, compartiendo lo que podamos con los demás, que no tiene por qué ser solo material. Es lo que hizo Jesús y lo que recomendó hacer en su memoria. Para la vida del mundo.
Jesús, como el pan, se parte y se reparte. Nos invita a participar de su banquete para hacer lo que él hace: dar vida, llenándola de sentido, liberar, humanizar, compartir, quitar miedos, contagiar alegría y esperanza. Nos invita a dar y darnos para la vida del mundo. Como él
CREDO
SACERDOTE.- ¿Creéis en Dios, que es nuestro Padre, que ha hecho todas las cosas y nos cuida con amor?
TODOS.- SÍ, CREEMOS.
SACERDOTE.- ¿Creéis en Jesucristo, que ha puesto su Morada entre nosotros, para hacernos conocer a Dios Padre?
TODOS.- SÍ, CREEMOS.
SACERDOTE.- ¿Creéis en el Espíritu Santo que vive entre nosotros, y anima a la Iglesia y a todos para hacer un mundo mejor?
TODOS. SÍ, CREEMOS.
SACERDOTE: ¿Creéis en la resurrección y en la Vida eterna, que ya comenzamos a disfrutar aquí y disfrutaremos plenamente al final de nuestro camino por esta vida?
TODOS. SÍ, CREEMOS.
ORACIÓN UNIVERSAL
Hermanos, Jesús nos recuerda hoy que ser discípulos suyos consiste en partirse y repartirse por los demás. Oremos diciendo
Queremos ser pan partido para los hermanos.
Deseamos que la Iglesia desprovista de privilegios sea alimento de vida y esperanza para nuestro mundo.
Queremos ser pan partido para los hermanos.
Los creyentes queremos ser hombres y mujeres que alimentemos a los demás con nuestra acogida, sonrisa, consejo, compasión y cariño.
Queremos ser pan partido para los hermanos.
Nuestras comunidades parroquiales y religiosas deben ser anuncio y denuncia; referentes en esta sociedad de acogida, perdón, hermandad
Queremos ser pan partido para los hermanos.
Queremos que las personas que viven en soledad reciban nuestra llamada, nuestra visita, nuestra palabra de aliento que rompa con los miedos, las inseguridades y fortalezca por dentro el corazón.
Queremos ser pan partido para los hermanos.
Padre bueno, queremos alimentarnos constantemente de la vida de tu Hijo Jesús, para ser como él y con él pan de vida para nuestro mundo. Amén
En el momento de presentar la OFRENDA de toda la Iglesia oremos a Dios Padre Misericordioso
El Señor reciba de tus manos esta OFRENDA…
ORACIÓN OFRENDAS
Te presentamos, Señor, el vino y el pan, frutos de la tierra y del trabajo humano. Deseamos conseguir que los alimentos sean compartidos por todos. Sólo así lograremos en nuestro mundo una paz gustosa como el vino y una amistad tierna como el pan. PJNS
PREFACIO
El Señor ESTÁ con vosotros…
Levantemos el corazón…
DAMOS gracias al Señor nuestro Dios…
Te damos las gracias, Señor,
porque nos enviaste a tu Hijo-Jesús,
y Él se entregó a nosotros
a lo largo de una vida de amor y servicio,
de generosidad sin límites.
Pero antes de entregar su vida
quiso simbolizar toda su vida
en los signos del pan y del vino,
pidiéndonos que nosotros
vivamos entregándonos y
repartiéndonos a los demás.
Estos dones son para nosotros
Pan de Vida y Bebida de Salvación,
fuente inagotable de fuerza y unión.
Por ese nos sentimos alegres y dichosos,
nos unimos a los ángeles y santos
y a toda la creación para cantar con alegría
el himno de tu gloria diciendo:
SANTO, SANTO, SANTO
CONSAGRACIÓN Y PLEGARIA
Reunidos en torno a la Mesa de la Eucaristía.
de nuevo te damos las gracias
porque has querido sellar tu entrega a la humanidad
en una comida de hermandad.
En torno a una Mesa
congregas a todos los separados por la vida
para que nos perdonemos unos a otros
y nos demos el abrazo de la paz verdadera.
Tu llamada no es una palabra que lleva el viento,
sino que es un ejemplo a imitar.
Recibimos tu Espíritu con alegría
para que santifique este pan y este vino y
se conviertan para nosotros
en el sacramento del Cuerpo y + la Sangre de Jesús, en la Persona y la Vida de Jesús, aquí significadas.
Jesús, antes de pasar de este mundo al Padre,
quiso dar a sus amigos la prueba suprema
de su amor.
Sentado a la Mesa con sus amigos,
tomó pan en sus manos, lo bendijo,
y se lo repartió , diciendo…
TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.
Después de cenar, hizo igual con la copa, diciendo:
TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS
Y POR TODOS LOS HOMBRES
PARA ILUMINAR VUESTRAS VIDAS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
ÉSTE ES EL SACRAMENTO DE NUESTRA FE.
Por eso, Padre bueno, recordamos ahora
la resurrección de Jesús, el Salvador del
mundo, y renovamos nuestra fraternidad.
Él se ha puesto en nuestras manos
para que te lo ofrezcamos como ofrenda nuestra
y junto con él nos ofrezcamos a Ti.
Tu nos escuchas, Señor Dios nuestro;
y nos das tu Espíritu de amor
a los que participamos en esta comida,
para que vivamos cada día
más unidos en la Iglesia,
con el santo Padre, el Papa Francisco,
con nuestro Obispo N…,
los demás obispos,
y todos los que trabajan por tu pueblo.
No nos olvidamos de las personas que amamos
ni de aquellas a las que debiéramos querer más.
Te damos gracias porque nuestros
hermanos difuntos… familiares
amigos y miembros de nuestra Comunidad
están ya contigo en Tu casa del Cielo.
Y un día, nos reuniremos contigo
con María, la Virgen, Madre de Dios y Madre nuestra, su esposo San José, los santos
y todas las personas de bien,
para celebrar la gran fiesta del cielo.
Entonces, todos los amigos de Jesús, nuestro Señor, podremos cantarte sin fin.
Por Cristo, con él y en él,
PADRENUESTRO
Padre y Madre nuestra
en quien somos y vivimos.
Santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu reino.
Hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo
TÚ NOS DAS HOY
nuestro pan de cada día.
TÚ PERDONAS NUESTROS PECADOS
y NOSOTROS QUEREMOS PERDONAR
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación.
Y líbranos del mal. Amen
CORDERO DE DIOS
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, TÚ TIENES PIEDAD DE NOSOTROS
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, TÚ TIENES PIEDAD DE NOSOTROS
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, TÚ NOS DAS LA PAZ
Jesús nos invita a ser pan partido y repartido para los demás.
ORACIÓN FINAL
LA FIESTA ERES TÚ, SEÑOR
Cada domingo, con la Eucaristía, nos unimos en un mismo sentir, en una misma esperanza. Brota la alegría de creer, la esperanza del más allá. Nuestra fiesta, la auténtica fiesta, eres Tú, Señor. Cada domingo, la mesa del altar, se agranda de tal manera que, nadie puede quedar sin pan; sin el pan de la fraternidad, sin el pan de tu Palabra sin el pan de tu presencia. Tu pan, Señor, tiene el sabor de la eternidad, el brillo del cielo, el amor de Dios, la fuerza del Espíritu. Amén.
BENDICIÓN
El Señor os bendice, os guarda
y en sus palmas os lleva tatuados.
Os acompaña en todos los caminos.
Y hace prósperas las obras de vuestras manos.
Sentíos siempre abrazados y bendecidos por este Dios enamorado,
Padre, Hijo y Espíritu Santo. AMÉN.