Con representantes de los países del continente y del Vaticano Abierto el XX Congreso Latinoamericano y del Caribe de Cáritas: “La Iglesia del delantal”
No tener miedo a ir adelante, a iniciar nuevos procesos en que la pastoral y lo económico vayan en armonía, a fomentar el diálogo y la amistad social, también en la Iglesia
Un congreso realizado en el proceso de reforma de la Iglesia que nos alienta a caminar juntos, siguiendo el Concilio Vaticano II
Fraternidad, sinodalidad y solidaridad como aquello que ha ayudado a avanzar en la cooperación fraterna
Cáritas, más allá de la ayuda urgente, es poder sentarse al lado, acoger, escuchar y consolar al que sufre, para así promoverle e integrarle en la sociedad
El trabajo no es sólo en el ámbito de ideales, sino en el ámbito de las experiencias
Fraternidad, sinodalidad y solidaridad como aquello que ha ayudado a avanzar en la cooperación fraterna
Cáritas, más allá de la ayuda urgente, es poder sentarse al lado, acoger, escuchar y consolar al que sufre, para así promoverle e integrarle en la sociedad
El trabajo no es sólo en el ámbito de ideales, sino en el ámbito de las experiencias
El trabajo no es sólo en el ámbito de ideales, sino en el ámbito de las experiencias
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
La Casa de España en San Juan de Puerto Rico acogió este 31 de mayo de 2023 la abertura del XX Congreso Latinoamericano y del Caribe de Cáritas, que será realizado hasta el próximo 4 de junio en la conocida como Isla del Encanto. Un hito muy importante en el caminar juntos, unidos a los pueblos con quienes Caritas comparte luchas y esperanzas.
Acogida del arzobispo y autoridades locales
Mons. Roberto González Nieves, arzobispo de San Juan de Puerto Rico, acogió a los participantes del Congreso y agradeció a todos aquellos que desde la Iglesia local han participado en la organización. En su intervención recordaba las recientes palabras del Papa a Cáritas Internacionalis, donde les llamaba a anunciar el Evangelio con las buenas obras, a cuidar la formación del personal que trabaja en Cáritas, y a formar un laicado presente y maduro, destacando que ellos pueden mostrar el corazón materno y la lucha por la justicia de la Iglesia. Una institución eclesiástica que según el arzobispo es la que más entusiasma.
Una acogida que también fue realizada por las autoridades locales, cuya representante mostró a grandes rasgos la realidad de la isla y de su gente, un pueblo creyente que ha superado retos enormes en la medida en que han permanecido unidos como pueblo, destacando el respeto presente entre los puertorriqueños, destacando la labor que Cáritas hace transformando vidas con justicia y sobre todo con amor. También el director de la Casa de España dio la bienvenida, reconociendo ser un gran orgullo la presencia de aquellos que definió como el mejor ejemplo de lo que tienen que ser las obras sociales de los cristianos, felicitando a Cáritas por su trabajo.
Labor de Cáritas Puerto Rico y Estados Unidos
Caritas Puerto Rico mostró su alegría en recibir el Congreso, en un país en el que fue destacada la acogida, generosidad y fuerza de sus habitantes. Su representante relató brevemente la realidad del país ante lo que dijo ser importante la presencia de Cáritas, especialmente las Cáritas parroquiales, fuertes y animadas en su misión de llevar el mensaje de misericordia de la Iglesia. Un compromiso con los necesitados que se reafirma y fortalece con este Congreso.
El director de Caridad Católica de Estados Unidos, nacido y criado en la isla, donde colaboró con Cáritas local, destacando la labor que está haciendo Cáritas Puerto Rico, miembro de Cáritas Latinoamérica y Caribe y al mismo tiempo de Estados Unidos, una gran organización que sirve a más de 15 millones de personas en Estados Unidos, que considera un trabajo fundamental para ayudar a superar el hambre y la marginación a las personas más necesitadas. Un Congreso que ayuda a crear lazos entre el Norte y Sur de América en beneficio de los pobres y marginados del continente.
Una latinoamericana al servicio de sus pueblos
Por su parte, Emilce Cuda, secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina, comenzó agradeciendo por la posibilidad de estar presente en el Congreso. Cuda, que dijo asumir su cargo en la Santa Sede para caminar junto a los pueblos del continente, la tierra que la vio crecer, hizo un llamado a encarnar el clamor de la Tierra y de los pobres, como recoge Laudato Si, y a asumir las actitudes de San Francisco y su empeño en caminar con los últimos. Desde ahí invitó a caminar juntos para contribuir a la unidad de la Iglesia y de los pueblos latinoamericanos.
Junto con ello, no tener miedo a ir adelante, a iniciar nuevos procesos en que la pastoral y lo económico vayan en armonía, a fomentar el diálogo y la amistad social, también en la Iglesia. Eso sin olvidar la necesidad de unirse para salvarse y esforzarse para que las experiencias de solidaridad que crecen desde abajo confluyan, estén más coordinadas y se vayan encontrando.
Un congreso en el ámbito de la sinodalidad
A través de la representante del Dicasterio del Servicio para el Desarrollo Humano Integral, el cardenal Michael Czerny, prefecto de dicho dicasterio, dijo ver este congreso como momento de gracia donde cuidarse mutuamente para poder cuidar, “porque el cuidado no es abstracto, pasa por ser sujetos”. Un congreso realizado en el proceso de reforma de la Iglesia que nos alienta a caminar juntos, siguiendo el Concilio Vaticano II. Según su prefecto, el Dicasterio tiene como propósito ayudar a las iglesias particulares para actuar evangélicamente en las situaciones de sufrimiento que necesitan una transformación. Para ello la necesidad de la escucha de los territorios y de un enfoque sinodal como método de trabajo de un Dicasterio con un proceso circular.
El cardenal destacó la importancia del actual Sínodo como un cambio de rumbo en un mundo marcado por la división y la polarización, insistiendo en no identificar la sinodalidad como una herramienta, sino como lo que caracteriza el modo de ser y vivir en la Iglesia, en una sinfonía donde cada instrumento diferente es fundamental para la melodía. Igualmente destacó que en la Iglesia es necesario que alguno se baje para ponerse al servicio, hablando de la Iglesia del delantal, la Iglesia de aquel Jesús que se puso al servicio de todos y lidera la caridad, destacando el papel fundamental de las mujeres.
Para el purpurado, la sinodalidad constituye el conjunto de un pueblo que sabe recoger las diferencias, llamando a volver a poner al pobre en el centro de las acciones de la Iglesia en sus múltiples y diversas acciones, llamando a la conversión personal que lleve a abandonar la auto referencialidad para escuchar y entrar en la dinámica de la sinodalidad. Eso en un congreso del que dijo esperar que constituya un arsenal de esperanza.
Caritas Internacionalis, una familia universal
Amparo Alonso, en representación de Caritas Internacionalis, recordó que esta institución es una familia universal, una familia global que tiene gran riqueza, algo que llamó a hacer ver al mundo a través de todo lo que Cáritas lleva a cabo en todos los niveles, del global al local, en cada territorio. Conectar el trabajo de lo global a lo local y viceversa fue definido como elemento fundamental de la institución que representa en el congreso, recordando la fraternidad, sinodalidad y solidaridad como aquello que ha ayudado a avanzar en la cooperación fraterna y e invitando a seguir avanzando juntos, al lado del Papa Francisco, que definió como gran maestro que nos ayuda a escuchar, a trabajar en los nuevos caminos de fraternidad.
En representación del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), Francisco Campos, coordinador del Centro de Gestión del Conocimiento definió el congreso como un encuentro para caminar juntos, como Iglesia, insistiendo en que para el Celam la articulación es algo clave en vista de propiciar el encuentro con Jesucristo y hacer presente en el continente el rostro misericordioso del Padre. Desde ahí destaco la labor de Cáritas, que más allá de la ayuda urgente, es poder sentarse al lado, acoger, escuchar y consolar al que sufre, para así promoverle e integrarle en la sociedad. Igualmente resaltó que el trabajo participativo debe ser signo de unidad en la Iglesia para anunciar la Buena nueva, denunciar la injusticia y hacer con que cada persona pueda ejercer su dignidad como hijo e hija de Dios.
Caminar juntos con una actitud incluyente y profética
Finalmente, Mons. José Luis Azuaje, presidente de Cáritas América Latina y Caribe en los 10 últimos años, se refirió al congreso desde su lema: “Sinodalidad, solidaridad, y fraternidad. Junto con los pobres renovamos la esperanza”, insistiendo en el con los pobres, ya no es para o por, algo que definió como una dinámica que el Espíritu Santo nos va indicando. Desde ahí destacó que “queremos seguir caminando juntos, con una actitud incluyente y profética”, para fortalecerse en la comunión, compartiendo los destinos de los pueblos en el ámbito de la fraternidad, teniendo como sujetos a los pobres.
El arzobispo venezolano hizo ver que el trabajo no es sólo en el ámbito de ideales, sino en el ámbito de las experiencias. Por eso, señaló que estamos ante un congreso que quiere ser un espacio de hermandad en el ámbito de la espiritualidad y de las nuevas prácticas, insistiendo en la inspiración del Espíritu Santo antes de nuestros intereses. Unas palabras que finalizó con el agradecimiento a las autoridades y a la Iglesia de Puerto Rico, pidiendo que “San Martín de Porres y San Óscar Arnulfo Romero, nuestros patrones, nos acompañen”.
Una abertura del XX Congreso Latinoamericano y del Caribe de Cáritas en la que, tras acoger a las diferentes delegaciones, se mostró la realidad de Puerto Rico, y los participantes conocieron la agenda, metodología y logística que marcarán los trabajos de los próximos días. Una jornada que tuvo como punto final la celebración eucarística en la Iglesia de San José presidida por Mons. Roberto González Nieves, arzobispo local.