Presentados algunos detalles de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe Asamblea Eclesial: una novedad por su número y presencia de todas las vocaciones
“La Asamblea Eclesial tiene algo de novedad y algo que hunde sus raíces en el caminar de la Iglesia Latinoamericana y del Caribe”
En el proceso de escucha han participado casi 70 mil personas, de las que el 65% son mujeres
Estamos ante una oportunidad de responder a los nuevos desafíos para la Iglesia de América Latina y el Caribe y encontrar los nuevos caminos para responder a estos desafío
La Asamblea es una oportunidad para hacer realidad el mandato del Vaticano II, donde todos somos llamados a asumir el compromiso de anunciar el Reino
La escucha, que tiene que ser una actitud permanente en la vida de la Iglesia y no una metodología
Estamos ante una oportunidad de responder a los nuevos desafíos para la Iglesia de América Latina y el Caribe y encontrar los nuevos caminos para responder a estos desafío
La Asamblea es una oportunidad para hacer realidad el mandato del Vaticano II, donde todos somos llamados a asumir el compromiso de anunciar el Reino
La escucha, que tiene que ser una actitud permanente en la vida de la Iglesia y no una metodología
La escucha, que tiene que ser una actitud permanente en la vida de la Iglesia y no una metodología
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
Poco a poco se van conociendo los detalles de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe. Algunos más se supieron este 29 de septiembre en la rueda de prensa organizada por el Celam en la que se han dado a conocer los pasos de un proceso que celebrará su asamblea de 21 a 28 de noviembre.
“La Asamblea Eclesial tiene algo de novedad y algo que hunde sus raíces en el caminar de la Iglesia Latinoamericana y del Caribe”, como afirmaba el secretario general del Celam. Es algo que forma parte de la Iglesia del continente desde sus primeros momentos, recordando los Concilios de Lima, pero también es un espíritu que está generando en los últimos años procesos de asamblea en algunas conferencias episcopales y diócesis, según Mons. Jorge Lozano.
El arzobispo de San Juan de Cuyo definió la novedad de la Asamblea en que es continental y formada por distintas vocaciones, revelando que serán unos mil asambleístas, 200 obispos, 200 sacerdotes y diáconos, 200 religiosas y religiosos, 400 laicos y laicas de diferentes ámbitos, también personas que estén en situaciones de periferia, de exclusión, de los que participarán la mayoría de modo virtual y unas 50 personas presencialmente en la sede de la Conferencia Episcopal Mexicana.
Se trata de un camino que está siendo acompañado por un itinerario espiritual, que tiene como base la escucha de la Palabra de Dios y de la realidad, que conforman un único ideal de vida, según la hermana Daniela Cannavina. La coordinadora del Comité de Espiritualidad y Liturgia dividía este camino en la espiritualidad de la escucha, y la espiritualidad del encuentro, dentro de la cual se realizarán en las próximas semanas momentos de lectura orante, un encuentro mariano continental o una Vigilia desde el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.
El proceso de escucha de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe ha sido un momento para dar razón de nuestra esperanza, en palabras de Mauricio López. Para el coordinador del Centro de Programas y Redes de Acción Pastoral del Celam, la escucha es una acción inherente de la Iglesia, algo que se fundamenta en el espíritu de la Eclesiología del Pueblo de Dios del Concilio Vaticano II y que fue impulsado en la Episcopalis Communio, que llama a abrazar el sentir en la fe del Pueblo de Dios.
En el proceso de escucha han participado casi 70 mil personas, de las que el 65% son mujeres. Todas las aportaciones han generado una síntesis, que será puesta en manos del comité de redacción del Documento para el discernimiento, y que, como gran novedad, su contenido será dado a conocer este próximo viernes.
Para el padre David Jasso, la Metodología Pastoral es la Asamblea misma, pues no hay asamblea sin acuerdos, sin cuestiones que se pongan en común y que la misma comunidad pueda llevar a los otros. Estamos ante una oportunidad, afirma el secretario general adjunto del Celam, de responder a los nuevos desafíos para la Iglesia de América Latina y el Caribe y encontrar los nuevos caminos para responder a estos desafíos. Todo ello dentro de un proceso que comenzará con pre asambleas y que se desdoblará en post asambleas regionales.
Se trata, según el padre Jasso, de apropiarse de los sueños para responder a las urgencias. En ese sentido, anunciaba la elaboración de un mensaje final en el que se quiere mostrar ese sueño eclesial, esos nuevos caminos, esas nuevas orientaciones y un Documento inspirador a ser elaborado en los meses siguientes a la Asamblea.
Respondiendo a las preguntas de los periodistas los cuatro anfitriones de la rueda de prensa fueron relatando quienes serán los participantes, cuya lista definitiva se conocerá en los próximos días, lo que debe suponer el proceso de escucha como instrumento de metanoia, de conversión, el plan de comunicación de una asamblea a ser vivida no solo en su sede, sino en los diferentes puntos desde donde se conectarán los asambleístas.
La Asamblea es una oportunidad para hacer realidad el mandato del Vaticano II, donde todos somos llamados a asumir el compromiso de anunciar el Reino, creando experiencias que se van convirtiendo en presencia del Espíritu Santo, que sigue soplando con fuerza para generar nuevos caminos. Esos nuevos caminos que surgen de la escucha llevada a cabo en las periferias, en las comunidades amazónicas, en una escuela con niños, en una unidad penal, o en comunidades de adictos a las drogas en recuperación.
Nuevos caminos que también son asumidos por la Vida Religiosa, muy presente en el proceso de escucha, que está en actitud de salida, y que deja que la dimensión sinodal permee su vida y su servicio, visibilizando rostros y compartiendo espacios concretos.
No podemos olvidar que en la sinodalidad el camino es la experiencia, y que se hace necesario mantener vivo el dinamismo de escucha. Es tiempo de recordar con mirada agradecida a Aparecida, pero también de mirar al futuro, al Acontecimiento Guadalupano de 2031 y de la Redención, en 2033. Para ello se llama a entender que la alegría está más en el camino que en la meta, que siempre cambia. De hecho, la escucha, que tiene que ser una actitud permanente en la vida de la Iglesia y no una metodología, no terminó, y la asamblea ya empezó.