Celebrado en Ciudad de México el 27 y 28 de mayo Congreso CIEC: “Un nuevo paso para repensar la identidad y la misión” de la educación
“Millones de niños no pueden regresar a la escuela. En muchas partes del mundo esta situación amenaza un aumento del trabajo infantil, la explotación, el maltrato y la desnutrición”
La Agenda 2030 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, como elementos que “nos han ayudado a trazar la ruta hacia una educación eco-sostenible”
Papel de la Iglesia en la educación del continente, como “una herramienta para servir a los pueblos en la construcción de nuestra cultura e identidad”
Papel de la Iglesia en la educación del continente, como “una herramienta para servir a los pueblos en la construcción de nuestra cultura e identidad”
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
Un Congreso que se ha tomado en serio el pedido del Papa Francisco. Así veía Oscar Elizalde el 27.º Congreso Interamericano de Educación Católica en sus conclusiones sobre un evento en el que se ha puesto de manifiesto que “la agenda educativa de América Latina y el Caribe se ha visto profundamente afectada por la crisis que se ha derivado de la pandemia del Covid-19”.
A esto se une, según el director del Centro para la Comunicación del Celam, “las múltiples pandemias que padecen nuestros pueblos en lo social, lo político, lo económico, y lo cultural, incluyendo el acceso a una educación de calidad”. En sus palabras recordaba lo dicho por el Papa Francisco en su discurso a las Naciones Unidas en septiembre de 2020, donde denunciaba que “millones de niños no pueden regresar a la escuela. En muchas partes del mundo esta situación amenaza un aumento del trabajo infantil, la explotación, el maltrato y la desnutrición”.
Ante esta realidad, “la escuela católica de América se ha puesto de pie para ‘caminar juntos’, educadores y educadoras, sinodalmente, en alianza y en comunión con otras organizaciones del continente, eclesiales y no eclesiales, para construir los ‘futuribles’ que nos requiere estos nuevos tiempos”, destacó Elizalde. Por eso insistió en que “está dispuesta a ‘salir mejor’ de esta crisis, y este espacio de encuentro fraterno y de reflexión profunda sobre ‘los futuros de la educación’, en perspectiva de cambio e innovación, representa un nuevo paso para repensar la identidad y la misión, para ‘aprender a transformarse’ en sinergia con el Pacto Educativo Global.
También se refirió el periodista colombiano a la Agenda 2030 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, como elementos que “nos han ayudado a trazar la ruta hacia una educación eco-sostenible”. En esa tesitura recordó “los dos grandes desafíos de nuestro tiempo: el desafío de la fraternidad y el desafío del cuidado de la casa común, no pueden encontrar respuesta si no es a través de la educación. Ambos son, sobre todo, desafíos educativos”, según el Papa Francisco, algo para lo que “este Congreso ha ofrecido nuevos y relevantes insumos”.
Pensando en el futuro de la educación definió como camino “la resignificación del papel del conocimiento, del aprendizaje y de la educación, en su contribución con la sostenibilidad, la fraternidad y con el bien común”, algo que exige liderazgo con creatividad, nuevas formas de gobernanza educativa, gestión de la innovación y de la calidad, priorización de los más vulnerables y excluidos, superación de la brecha digital. Y para ello asumir el ADN de la escuela católica: evangelizar educando y educar evangelizando.
El Congreso ha entregado el Premio “Jesús Maestro” a Mons. Miguel Cabrejos Vidarte - Presidente del Celam; Mons. José Dolores Grullón – Obispo emérito de San Juan de la Maguana (República Dominicana); Sor Lidia María Hernández – Guatemala; Elsa de Jesús Burgos - Puerto Rico; Hna. Antonieta García – Perú; Hno. Luciano Guillermo Oñate – Ecuador; las Escuelas Salesianas SDB - República Dominicana.
El presidente del Celam ha agradecido con gozo y alegría la distinción, diciendo representar “a muchos educadores y educadoras de nuestro continente latinoamericano y caribeño que viven con pasión su vocación de evangelizar educando y de educar evangelizando”. Mons. Cabrejos ha destacado el papel de la Iglesia en la educación del continente, como “una herramienta para servir a los pueblos en la construcción de nuestra cultura e identidad”. Junto con ello, destacó el hecho de poner en práctica el Concilio Vaticano II, que ve en la educación un instrumento con el que “el ser humano logra concientizarse de su dignidad, de su participación y contribución en la vida social, económica y política”.
Desde ahí llamó a continuar el compromiso de edificar “la Civilización del Amor mediante una educación integral”, viendo el Pacto Educativo Global como aquello que “nos compromete a seguir sumando esfuerzos, entre todos, por una humanidad más fraterna, por una solidaridad universal y una sociedad más acogedora, defensora de la vida y de nuestra casa común”.
Etiquetas