La Asamblea Sinodal aborda el tema del diaconado de las mujeres Patricia Murray: “Estamos escuchando el soplo de la voluntad de Dios entre voces diferentes”
En los trabajos en las últimas horas se hizo hincapié en el sentido de la sinodalidad, que es un proceso de aprendizaje continuo, destacando la importancia y riqueza de la diversidad, que debe ser preservada
La eclesiología de la Lumen Gentium está presente en un proceso que es continuación del Concilio Vaticano II, cuya teología se está reviviendo desde dos polos: el Pueblo de Dios y el Bautismo
Necesidad de comprender “la amplitud de lo que estamos encarando, debido a las diferentes culturas, los diferentes contextos, las diferentes perspectivas, diferentes opiniones, diferentes eclesiologías”.
“El proceso sinodal es un esfuerzo para que nadie quede excluido, Jesús quería incluir a todos”
“Esto necesita un tiempo, se trata de entrar en una escuela de formación, nos están enseñando a ser sinodales”
Necesidad de comprender “la amplitud de lo que estamos encarando, debido a las diferentes culturas, los diferentes contextos, las diferentes perspectivas, diferentes opiniones, diferentes eclesiologías”.
“El proceso sinodal es un esfuerzo para que nadie quede excluido, Jesús quería incluir a todos”
“Esto necesita un tiempo, se trata de entrar en una escuela de formación, nos están enseñando a ser sinodales”
“Esto necesita un tiempo, se trata de entrar en una escuela de formación, nos están enseñando a ser sinodales”
| Luis Miguel Modino, enviado especial al Vaticano
La asamblea sinodal del Sínodo de la Sinodalidad ha retomado sus trabajos este lunes después del descanso del fin de semana. Desde el último viernes está siendo trabajado el tercer Módulo del Instrumento de trabajo, que tiene como tema la corresponsabilidad en la misión, un elemento fundamental en una Iglesia que quiere ser sinodal. Este lunes el trabajo está siendo llevado a cabo en congregación general, presidida por segunda vez por una mujer, la japonesa Momoko Nishimura, contando con la participación del Papa Francisco en la primera parte, a quien le agradecieron con un gran aplauso la publicación de su última exhortación apostólica: 'C'est la confiance'.
Un teólogo, un obispo y una religiosa
En la rueda de prensa del día participaron Vimal Tirimanna, Redentorista de Sri Lanka, asesor teológico del Sínodo y profesor de teología moral en la Universidad Alfonsiana de Roma, Mons. Zdeněk Wasserbauer, obispo auxiliar de Praga (República Checa), y la Hna. Patricia Murray, del Instituto de La Bienaventurada Virgen María, que participa en el Sínodo como secretaria de la Unión de Superioras Generales.
En los trabajos en las últimas horas se hizo hincapié en el sentido de la sinodalidad, que es un proceso de aprendizaje continuo, destacando la importancia y riqueza de la diversidad, que debe ser preservada. Desde ahí se insistió en el rol de los laicos en la tarea misionera, la evangelización en la era digital, sabiendo que en los países más pobres es más difícil el acceso al mundo digital, la formación permanente, la inclusión y reconocimiento de las mujeres, habiendo sido abordado el tema del diaconado de las mujeres.
Proceso sinodal vivido de forma clara
Un Sínodo que está despertando optimismo al padre Tirimanna, que antes de la asamblea dudaba, algo que dice haber superado después de dos semanas de trabajo, sobre el equilibrio entre práctica y teoría, insistiendo en que la sinodalidad se está viviendo, pues “es algo que se ve cuando se desarrolla”. A ello ha contribuido la atmósfera de oración constante que complementa el método de la conversación en el espíritu, según el redentorista, que no duda en afirmar que “el proceso sinodal es algo que estamos viviendo de forma clara”.
Como teólogo destaca la eclesiología de la Lumen Gentium presente en un proceso que ve como continuación del Concilio Vaticano II, cuya teología se está reviviendo desde dos polos: el Pueblo de Dios y el Bautismo. En ese sentido, puso como ejemplo la presencia de muchas mujeres al lado de los cardenales, afirmando que en la Sala Sinodal se está brindando sinodalidad, por lo insistió en que hay que llevar este espíritu fuera de la Asamblea Sinodal.
Crear espacios de escucha y de acompañamiento
Una sinodalidad que según Pat Murray se vive desde hace más de 20 años en las decisiones de muchas congregaciones religiosas. Manifestando la voluntad de que eso sea vivido en la misión de la Iglesia, destacó la necesidad de crear espacios de escucha y de acompañamiento, de asumir el método del discernimiento comunitario como método eclesial, resaltando la importancia de que haya dos sesiones de la asamblea y el trabajo entre ellas, pues “estamos escuchando el soplo de la voluntad de Dios entre voces diferentes”.
En el trabajo sinodal, la religiosa destacó la lógica circular empleada “que nos ayuda a profundizar en las preguntas”, a lo que se une la profunda reflexión previa que los miembros del Sínodo llevan a cabo antes de sus intervenciones. Igualmente destacó la necesidad de comprender “la amplitud de lo que estamos encarando, debido a las diferentes culturas, los diferentes contextos, las diferentes perspectivas, diferentes opiniones, diferentes eclesiologías”.
Por su parte, el obispo auxiliar de Praga destacó la importancia de la exhortación apostólica publicada este domingo sobre la patrona de las misiones, queriendo relacionarla con la Asamblea Sinodal, donde están “más de 400 personas que quieren el bien de los demás”. Con relación al papel de la misión dijo que “es la voluntad de llevar la salvación a los demás”, reflexionando sobre un elemento presente en la exhortación, el ateísmo, algo que dijo haber vivido en su país, que pasó por un régimen comunista. En ese sentido, destacó que el Sínodo quiere ser luz en las tinieblas del Tercer Milenio.
Primera mujer en la Comisión de Síntesis
Patricia Murray es la primera mujer que es miembro de la Comisión de Síntesis de un Sínodo, algo que la religiosa ve como un honor y una sorpresa. Para ella, “estos nombramientos son simbólicos, es una indicación clara del hecho que las mujeres participan a nivel de la toma de decisiones”. La religiosa reveló que “el documento no debe ser demasiado largo, lo dividiremos en secciones claras y tendremos áreas donde se harán propuestas, pero a la vez muchas áreas para una reflexión más profunda, para un estudio más profundo, para revisar puntos candentes”.
Como mujer que es miembro de la Asamblea Sinodal destacó la capacidad de las mujeres de ocupar su espacio de forma adecuada, habiendo espacio apropiado para sus intervenciones, destacando igualmente que muchos hombres miembros de la Asamblea Sinodal están hablando sobre la importancia del rol de las mujeres en la Iglesia, que están participando muchísimo en la Asamblea.
Encarar las heridas como Iglesia
Con relación a la población LGBTQI, la religiosa insistió en que en muchas de las mesas la cuestión de las heridas a nivel individual y colectivo se han encarado, “son cuestiones tangentes y candente”, llamando a encarar esas heridas como Iglesia, “nuestras formas pastorales y litúrgicas pueden ser símbolos que ayuden al perdón en esta dirección”, resaltó. En ese sentido, dijo que “hay una conciencia fuerte del dolor que se ha causado, y esto no se olvida”.
De hecho, “esta es una cuestión candente alrededor del mundo”, señaló el padre Vimal Tirimanna, para quien en el proceso sinodal “todos e todas están incluidos”. Un contar con todos en la Iglesia que va más allá de colectivos concretos, pues “el proceso sinodal es un esfuerzo para que nadie quede excluido, Jesús quería incluir a todos”, siendo importante para el proceso no enfocarse solo en un tema, ser abiertos en un Sínodo que tiene como claro objetivo “crear una cultura del encuentro mediante la sinodalidad”, lo que asumiendo todos los temas y personas, “se trata de una conversión radical en el marco de la Iglesia, queremos una cultura de la escucha, de la sinodalidad y de la inclusión”.
Espacio para todos y todas en el marco de la Iglesia
Un Sínodo que para Mons. Zdeněk Wasserbauer está muy equilibrado, intenta encarar todos los dolores que se vislumbran en la Iglesia de hoy de una forma muy equilibrada”, llamando a tener un corazón abierto a todos los dolores, todos los grupos, todos los problemas. Algo que se lleva a cabo en la conversación en el espíritu, dado que, según Paolo Ruffini, “todo lo que nos une es la conciencia de que todos y todas somos hijos e hijas de Dios”, insistiendo en que hay espacio para todos y todas en el marco de la Iglesia.
Una Asamblea Sinodal en la que desde la base de la Revelación y la Tradición “estamos aprendiendo a ser una Iglesia sinodal”, según la Hna. Murray. Según la religiosa “esto necesita un tiempo, se trata de entrar en una escuela de formación, nos están enseñando a ser sinodales”, pues esto es una práctica. Para ello ve fundamental aprender a ser libre, dejar de lado la individualidad para entrar en el espíritu sinodal en aras de la abertura y de que Dios nos proporcione luz para brindar apoyo como comunión de personas.