Lo que sucede en la Amazonía no deja a nadie indiferente, se ha convertido en un elemento de reflexión. En todo esto, podemos decir que el Sínodo ha sido un instrumento que ha ayudado a dar visibilidad a problemas presentes desde hace muchos años en esta región. Pero el Sínodo es un proceso que va más allá de la asamblea, celebrada en el Vaticano del 6 al 27 de octubre, que pretende ayudar al mundo a tomar conciencia de la importancia de cuidar la Casa Común.

En este proceso, el Equipo Itinerante de Manaos, con el apoyo de Entreculturas, Caritas Española y Manos Unidas, ha recorrido más de 40 ciudades españolas, en un intento de acercar la Amazonía a Europa, para mostrar un poco de la realidad amazónica, para amazonizar el viejo continente, una actitud asumida por los niños, jóvenes y adultos, que han participado con gran interés en las numerosas actividades realizadas durante más de dos semanas.

Un verdadero maratón de actividades en colegios, parroquias, universidades, medios de comunicación, inclusive con el poder político. Los miembros del equipo destacan la calidez e interés de la gente y la pregunta de si el gobierno brasileño no hace nada frente a la realidad presentada, si no protege, si no ayuda. Los incendios en la Amazonía han mostrado la realidad de la región y esto preocupa a mucha gente en todos los países. La respuesta es que el gobierno está totalmente en contra de los pueblos indígenas, en contra del desarrollo sostenible.

Para los indígenas que participaron de esta experiencia, ha sido un trabajo importante, "cuando hablas sobre lo que haces, lo que sientes, lo que realmente sucede en nuestras aldeas, la gente se sorprende". Los representantes de los pueblos originarios señalan que “después de este trabajo hay esperanza, hay otro pensamiento, otra visión para la Amazonía, que juntos podremos hacer algo mejor para todos los pueblos, toda la biodiversidad, toda la naturaleza y el bien común. "

Una selva no vive sin la otra, según el Equipo Itinerante, "vivimos en la selva verde, en la selva amazónica, y aquí hay otra selva de piedras y ladrillos, pero una no puede vivir sin la otra, una puede ayudar a la otra". Por otro lado, "no amamos lo que no conocemos, vinimos a traer información para que la Amazonía también sea conocida y amada, respetada". El objetivo debe ser común, "defender, ayudar a esas vidas que existen en la Amazonía y en nuestro planeta Tierra, para que todos juntos podamos cuidar esta casa común donde todos vivimos".

También destacan la valiosa experiencia de haber participado en las actividades del Sínodo para la Amazonía a través de la Amazonía Casa Común, que desarrolló múltiples actividades durante las tres semanas de la asamblea. De hecho, Europa está muy interesada en la situación de la Amazonía, donde hay realidades como los pueblos aislados, monitoreados y acompañados por el Equipo Itinerante, de los cuales el Papa Francisco ha dicho que son las personas más vulnerables de todos. Desde el equipo dice que "si no hay acción, estas personas desaparecerán en breve".

Una de las mayores amenazas son las madereras, que desde Perú están invadiendo todo. Por ejemplo, en el río Acre, que limita con Brasil y Perú, hay al menos 160 indígenas aislados. Ante esto, "si no hay preocupación del gobierno, de las autoridades, que tienen el poder de tomar una decisión, prácticamente desaparecerán".

Señalan que el pueblo de España está muy interesado en resolver estos problemas, lo que contrasta con la actitud del gobierno brasileño, que todos los días dice que no habrá demarcación de tierras para los pueblos indígenas, que está liberando la extracción de oro dentro de las tierras indígenas, un gobierno del que no se puede esperar nada bueno. El equipo ha dicho que las reuniones celebradas durante dos semanas han llamado mucho la atención sobre estos temas, una situación muy complicada en la región amazónica. Ante esta situación, exigen una fuerte intervención de la Iglesia y las organizaciones internacionales para que puedan proteger a esta población. Por el contrario, están prácticamente amenazados de extinción.

Durante el tiempo en que un grupo del equipo se encontraba en las Islas Canarias, unas quince personas se ahogaron en una patera en la que trataban de llegar a Europa desde África. Esto sirvió para establecer la conexión entre lo que está sucediendo en África y lo que está sucediendo en la Amazonía. Ellos afirman que es "una consecuencia de un sistema económico explotador, y la gente de Europa desconoce esta realidad".

En el recorrido en las diferentes ciudades, los miembros del Equipo Itinerante han descubierto que en España hay mucha inmigración, que según ellos, "buscan mejores condiciones de vida". Junto con eso, agradecen el hecho de que España tenga muchos misioneros en la Amazonía.

Desde el Equipo Itinerante ha denunciado a los "bancos que financian grandes empresas, madereras y mineras en la Amazonía. Hay que pensárselo dos veces antes de financiar estas empresas, porque es solo para destruir la Amazonía". En la frontera entre Brasil y Perú hay muchas empresas chinas, que obtienen financiación muy fácilmente. Mientras tanto, "nosotros que estamos luchando para conseguir algunos recursos para trabajar en defensa de estas poblaciones, hay tanta burocracia que no podemos obtener apoyo para trabajar".

Entre las reuniones, destacan una con estudiantes de economía en una universidad, que estudian ética en la cooperación internacional. Desde el Equipo Itinerante han tratado de mostrar "el daño que puede hacer una economía mal desarrollada, mal vivida". Entonces, "detrás de cada decisión económica, cualquier proyecto de financiamiento, cualquier cuenta bancaria, siempre hay vida, la economía siempre tiene que ver con la vida, no se trata solo de dinero, de ganancia".