Del 24 al 28 de marzo en Argentina Países del Cono Sur inician Encuentro Regional: análisis de la realidad impulsará acciones misioneras

Países del Cono Sur inician Encuentro Regional: análisis de la realidad impulsará acciones misioneras
Países del Cono Sur inician Encuentro Regional: análisis de la realidad impulsará acciones misioneras

Un proceso que parte de la realidad de las Iglesias locales y determinará acciones pastorales en la Iglesia continental

"Lo primero es conocernos, en segundo lugar, está el compartir experiencias, seguido de vivir el espíritu de la oración y la devoción, para luego proyectar compromisos comunes”

"Entre las esperanzas está el magisterio del Papa Francisco y el espíritu que nos propone la sinodalidad”

El Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño cierra su agenda de Encuentros Regionales de 2025 en Argentina. Más de 30 representantes de los episcopados situados en los países del Cono Sur se reúnen del 24 al 28 de marzo en Buenos Aires.

Tras los encuentros destinados a las regiones de Centroamérica, México, los países bolivarianos y el Caribe; el itinerario planteado por el organismo, busca conocer las necesidades de los episcopados en relación a su misión, fortalecer la articulación entre las Iglesias locales y compartir el plan pastoral del organismo que entre 2023 y 2027, avanza en la adopción de los clamores que planteó la Asamblea Eclesial y mantiene su adhesión al camino sinodal propuesto por el Papa Francisco.

Un proceso que parte de la realidad de las Iglesias locales al tratarse de circunstancias que interpelan y determinan las acciones pastorales de la Iglesia continental. En el Encuentro de los países del cono sur participan 9 obispos, 10 sacerdotes, 11 mujeres y 8 laicos, provenientes de los episcopados de Brasil, Chile, Argentina, Uruguay y Paraguay; además de 4 facilitadores y 4 secretarios que hacen parte del equipo del Celam y acompañan los trabajos grupales.

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Ponerse en camino

La propuesta metodológica del encuentro se destaca por la escucha activa, la reflexión y los espacios destinados a la conversación espiritual que fundamentada en el relato de los discípulos de Emaús, define los momentos y expectativas del Encuentro.

En la primera jornada se generó un mapa de dolores y esperanzas de la región, estableciendo las relaciones de estas preocupaciones con la Asamblea Eclesial y el documento final del Sínodo, para avanzar hacia los temas que deben trabajarse de manera conjunta y motivar las acciones, ponerse en camino.

Durante la sesión inaugural el Card. Jaime Spengler presidente del Celam agradeció a la Conferencia Episcopal argentina por disponer los medios necesarios para acoger el Encuentro, así como a los representantes de las Iglesias locales porque su presencia y participación activa, ratifica el empeño del Celam de caminar juntos y promover la corresponsabilidad en la misión.

Al respecto, el también presidente de la Conferencia Nacional de Obispos Católicos de Brasil (CNBB), destacó cinco aspectos básicos para comprender la importancia de esta fase del proceso que apunta al fortalecimiento de la comunión entre las Conferencias Episcopales y los organismos de Iglesia. “Yo pienso que este encuentro tiene algunas características muy sencillas y específicas. Lo primero es conocernos, en segundo lugar está compartir experiencias, seguido de vivir el espíritu de la oración y la devoción, para construir y proyectar lo que finalmente nos llevará a asumir compromisos comunes”, afirmó.

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Una Iglesia junto a la gente

Igualmente señaló que el documento final del Sínodo es una fuente de inspiración y “esto nos compromete a todos para que la Iglesia sea más cercana a la vida concreta de la gente y al mismo tiempo fiel al Evangelio”.

Sin apartarse de la misión del Celam de promover la comunión entre las 22 Conferencias Episcopales que componen el territorio de América Latina y el Caribe, el prelado advirtió que se trata de “regiones muy distintas con dolores característicos y esperanzas propias. Creo que estos espacios son oportunidades privilegiadas para profundizar en esos puntos que nos invitan a ser Iglesia, junto a la gente y los pobres. Siempre atenta a las necesidades del presente, teniendo la mirada fija en un horizonte nuevo que para nosotros tiene nombre, es el reino de Dios y su justicia”.

Refiriéndose a la primera jornada del Encuentro, el también arzobispo de Porto Alegre resaltó que "estamos tratando nuestros dolores y esperanzas en una región que posee una historia muy rica y desafíos contundentes. La expectativa del Encuentro es construir líneas de acción comunes. Ciertamente entre esos dolores, se destaca la cuestión del narcotráfico y la narco cultura presente en nuestra realidad latinoamericana; mientras que entre las esperanzas está el magisterio del Papa Francisco y el espíritu que nos propone, la sinodalidad”.

En el caso de Brasil la delegación está integrada por 7 personas y el Cardenal Spengler asegura que dentro de las expectativas del Encuentro de los países del Cono Sur está “generar contactos, promover sinergias y potenciar aquellos liderazgos sociales que en el territorio animarán a las comunidades locales a caminar juntos, es decir, vivir la sinodalidad”.

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Oración y análisis de realidad

Tras la instalación del Encuentro se dio paso a la oración que en esta oportunidad estuvo a cargo de Leandro Verdini Doctor en Teología.  El especialista en Sagrada Escritura y Profesor de Teología dio la pauta para conectar desde lo espiritual a los asistentes.

Por su parte, el abogado y especialista en sociología de las instituciones Enrique Del Percio, presentó un panorama general de las realidades de los países del Cono Sur a partir del concepto de la desconfianza en las instituciones y el otro. Realidad que ignora las dificultades ajenas, margina y considera a sus hermanos un objeto de competencia.

El Encuentro regional del Cono Sur tendrá una agenda con momentos diversos para orar, celebrar, peregrinar y dialogar. La idea es enriquecer el discernimiento comunitario que definirá líneas de acción para responder a los anhelos de la gente y empoderar las voces emergentes que desde su liderazgo social y comunitario no dudan en la importancia de contar con la presencia de la Iglesia en su vida, pese a estar marcada por el sufrimiento.

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