Concluye Encuentro con Instituciones y Organismos de ayuda a la Iglesia de América Latina Papa Francisco advierte sobre "pragmatismo que termina asfixiando a instituciones eclesiales"
El Papa Francisco ha enviado un mensaje a Mons. Robert Prevost, presidente de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL), con motivo del encuentro con instituciones y organismos de ayuda a la Iglesia de América Latina, realizado en la Ciudad de Vaticano los días 22 y 23 de junio
En sus palabras, el pontífice agradeció la presencia de los participantes, haciéndoles ver que “la reciente promulgación de la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium “implica un proceso de conversión misionera y sinodal de todos los que trabajamos en el gobierno de la Iglesia universal”
El texto muestra el pensamiento del Papa con relación a la CAL, resaltando que “poco a poco, su misión que se ha ido afinando,” recordando que su misión actual es “ocuparse del estudio de las cuestiones que se refieren a la vida y al desarrollo de las Iglesias particulares, estando a disposición de los dicasterios”.
El texto muestra el pensamiento del Papa con relación a la CAL, resaltando que “poco a poco, su misión que se ha ido afinando,” recordando que su misión actual es “ocuparse del estudio de las cuestiones que se refieren a la vida y al desarrollo de las Iglesias particulares, estando a disposición de los dicasterios”.
El Papa Francisco ha enviado un mensaje a Mons. Robert Prevost, presidente de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL), con motivo del encuentro con instituciones y organismos de ayuda a la Iglesia de América Latina, realizado en la Ciudad de Vaticano los días 22 y 23 de junio.
En sus palabras, el pontífice agradeció la presencia de los participantes, haciéndoles ver que “la reciente promulgación de la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium “implica un proceso de conversión misionera y sinodal de todos los que trabajamos en el gobierno de la Iglesia universal”. Eso porque “sin conversión de corazón, las reformas se quedan en un ámbito meramente administrativo o procedimental,” insistiendo en lo que se busca con la reforma de la Curia Romana, armonizar servicio y evangelización.
Trabajar por las regiones
El texto muestra el pensamiento del Papa con relación a la CAL, resaltando que “poco a poco, su misión que se ha ido afinando,” recordando que su misión actual es “ocuparse del estudio de las cuestiones que se refieren a la vida y al desarrollo de las Iglesias particulares, estando a disposición de los dicasterios”. Igualmente cabe a la CAL “favorecer las relaciones entre las instituciones eclesiásticas internacionales y nacionales, que trabajan para las regiones de América Latina, y las instituciones curiales”.
El Papa ve a la CAL como una “diakonía”, llamada a promover “la sinergia interdicasterial de la Curia Romana en materia de asuntos latinoamericanos”. Entre las facultades de la CAL, el Santo Padre recordó a los participantes del encuentro, están “apoyar económicamente algunos proyectos evangelizadores, atender situaciones de emergencia y promover algunas actividades que resulten significativas para la Iglesia en el área de su competencia”, recordando y agradeciendo cooperaciones puntuales que se han dado con la CAL.
Un Dios que educa
Llamando a no priorizar la eficiencia administrativa, el pontífice ha llamado a “redescubrir cada día, con asombro y gratitud, que la fe cristiana es la certeza de un Dios que nos ‘primerea’, que nos educa y que de manera cercana nos acompaña constantemente”. Frente a eso insistió en que “lo verdaderamente original de nuestra ayuda es la caridad de Jesucristo que nos apremia”. Algo que le ha llevado a destacar que la falta de lo “esencial cristiano” lleva “al frío pragmatismo que termina asfixiando a las instituciones eclesiales y a sus miembros”, colocando el ejemplo de San Pablo, que “descubre con asombro que su vida ya no puede seguir siendo la misma”.
El texto relata las ayudas que según el Papa Francisco necesita América Latina: ayuda solidaria; para evangelizar las periferias geográficas y existenciales; para atender las necesidades de los más pobres y excluidos. Ante ellas, llamó a “que superen las fáciles tentaciones voluntaristas y pelagianas”. Que así sea, dará un fruto abundante, afirma el texto: la cooperación fraterna y sinérgica entre todas las instituciones y agencias católica de ayuda, que sabiéndose enviadas y vitalizadas por la misma fuente, encontrarán caminos de complementariedad y colaboración de todos con todos”.