Jesús nace Corazón de Adviento
En el tiempo litúrgico que nos toca vivir, celebramos que Jesús llega, que nace en medio de nuestro “pueblo”, de nuestra vida, de nuestro corazón. Así es, y así hemos de vivirlo.
| Gemma Morató / Hna. Conchi García
Se acerca Navidad, un año más… podemos pensar, otra vez… algunos pueden decir…; y, sin embargo, también podemos afirmar que esto y más, es verdad. En el tiempo litúrgico que nos toca vivir, celebramos que Jesús llega, que nace en medio de nuestro “pueblo”, de nuestra vida, de nuestro corazón. Así es, y así hemos de vivirlo.
Resignarnos a lo que venga, no es buena opción, por tanto, miremos algo más en profundidad y descubramos el verdadero sentido de estos días, que a muchos les causa pereza, a otros no les gusta o quizás les trae malos recuerdos… pero por favor, también existe otro sentido, y es el que hemos de buscar y descubrir.
Navidad no es más que dejar que Dios entre realmente en nuestras vidas, que Jesús nazca es permitir que lo que nos enseñó sea real en cada uno de nosotros. “Dad gratis lo que gratis habéis recibido” es una “marca” que ha de distinguir, y hacerlo desde la fe, con más motivo. Son fechas entrañables porque nos acercan a nosotros mismos, a la gente que queremos e incluso los que hemos dejado de lado, pero sobre todo es tiempo abrir el corazón, de intentar comprender a los otros, de escuchar sin juzgar, de darnos sin cronometrar y de amar sin escoger. De esta manera podemos decir que tenemos un corazón de Adviento… de esperanza, pero lleno de Dios, desde el momento que he escogido abrir la vida.
Pues que estos días sean para cada uno de nosotros todo corazón, que Jesús nazca con alegría en nuestra vida para que podamos seguir haciendo crecer esta semilla en los otros.