“Él es el Espíritu de la verdad, que el mundo no puede acoger, porque no lo ve ni lo conoce: vosotros sí que lo conocéis, porque vive con vosotros y está dentro de vosotros” (Jn 14, 17).

Si en algo creo y me da fuerza es en la acción del Espíritu Santo en nuestras vidas. El “Veni Creator” es una oración integrada en mí, tanto en la oración personal como en otros momentos, la hago presente, me acompaña, es fuerza y empuje; es como ese “café” diario que necesitamos tomar para estar despiertos al paso de Dios en nuestra vida.

Desde que Dios salió a mi encuentro y me invitó a seguirle en la vida religiosa y los años ya vividos en su seguimiento, veo cómo todo ello está tocado por la presencia y acción del Espíritu Santo.

En el hoy de mi vida, me empuja a permanecer, a seguir caminando incluso con ciertos “pedruscos” que hay, a seguir queriendo responder en fidelidad al SÍ pronunciado desde el día que solo con su gracia y fuerza dejé a mi familia, mi tierra, otros proyectos para vivir una locura a los ojos del mundo, una vida religiosa que quiero seguir viviendo y crecer en la fe, hasta la plenitud en Cristo. Esa es a día de hoy mi experiencia de vida, y en esas palabras también están los momentos menos fáciles, algunos sin sabores pero a pesar de todo y en todo Dios me lleva de su mano. El reto y en el caminar que vislumbro, es que yo no suelte la mía de la de Él. La acción del Espíritu Santo en nosotros, su soplo alienta los pasos del camino ¡Siempre adelante con su gracia!