Porque la vida no es fácil pero las circunstancias no ayudan. Esperanza en Dios
Me viene a la memoria la historia de la caja de Pandora. Nuestra vida ha de estar llena para poder hacer frente a lo que se nos presenta. Por eso, aunque de esa caja salgan todos los males de este mundo siempre queda en el fondo, de manera tímida pero real, la esperanza.
| Gemma Morató / Hna. Conchi García
Vivimos en un momento donde todo parece apagarse, donde parece que nada tiene sentido y que aquello por lo que hemos luchado y trabajado hasta el momento no ha servido de nada… y esta es nuestra sensación en algunos momentos, porque la vida no es fácil pero las circunstancias no ayudan.
Vivimos enfrentándonos a lo que paraliza o lo que provoca desilusión, desaliento y desesperanza. Cuando parece que todo falla, que todo se desvanece me viene a la memoria la historia de la caja de Pandora. Nuestra vida ha de estar llena para poder hacer frente a lo que se nos presenta. Por eso, aunque de esa caja salgan todos los males de este mundo siempre queda en el fondo, de manera tímida pero real, la esperanza.
Vivimos muchas veces desesperanzados, pero no podemos olvidar que esta esperanza es la única que da luz, que da color a las noches más oscuras y a cualquier tono gris que se adentre en nuestro corazón. Cuando no vemos… Dios está, cuando no queremos saber nada de Él… Dios está, cuando culpamos a este Dios de todo… Él está. No lo alejemos de nuestra vida, Dios sólo da paz y amor a la vida de las personas, por eso quiero tener presente la cita de Romanos: “Que Dios, que da esperanza, os llene de alegría y paz a vosotros que tenéis fe en él, y os dé abundante esperanza por el poder del Espíritu Santo”, aunque no sintamos, no veamos, ni escuchemos nada en absoluto. Confiemos nuestra vida a Él para que nos fortalezca y anime nuestro ser.