Nombres en el corazón
Hace poco quedé con alguien para vernos un rato, tomar un café, compartir, y la verdad que son esos encuentros donde brota la gratuidad del tiempo compartido, donde parece que las prisas del día a día se toman una pausa, que dejan un buen aroma en el corazón. Es ahí donde se comparte la vida, se cuidan las relaciones, donde se hace un alto en el camino para ir y estar con el otro, donde se respira la vida, donde Dios se sigue haciendo el encontradizo y ahí está presente.
“Por cada caricia que das sin esperar contrapartida; por cada abrazo con el que buscas sostener a quien está abatido; por cada gesto que trata de aliviar al caído; por cada trozo compartido de pan, de paz, de palabra…, uno, sin buscarlo, va encontrando más sentido, más Vida en su vida, más comensales en la mesa compartida y más nombres en el corazón…:” (“La alegría también de noche” José María Rodríguez Olaizola s.j.).Texto: Hna. Ana Isabel Pérez.