Cuaresma... Vacuna

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Pero ¿en qué puede consistir la “vacuna cuaresmal”? ¿para qué tomarla?

¿Y si de verdad la cuaresma fuera una vacuna contra nuestros pequeñas o grandes faltas o pecados? ¿Y si de verdad fuera como un remedio contra nuestro egoísmo y egocentrismo?

¿Y si de verdad fuera como ponerse en cuarentena, el tiempo que dura la cuaresma, ahora que está de moda por culpa de los virus que provocan tanto miedo? Quizás con esta vacuna cuaresmal lograríamos una ligera mejoría con referencia al mal del que no sabemos o no queremos o no podemos librarnos. 

Pero ¿en qué puede consistir la “vacuna cuaresmal”? ¿para qué tomarla?

Se me ocurren varios elementos (ingredientes) que sin duda deberían estar presentes para lograr una medicación de choque que nos mejorase antes de la Pascua:

- Mayor tiempo dedicado a la oración sería el primero, puesto que su práctica puede evitar tanto la crítica y la maledicencia y ayuda a caminar por las vías del arrepentimiento.

- Mayor atención cariñosa especialmente hacia los que están a mi lado, su práctica podría hacer disminuir la fiebre del egoísmo.

- Mejor cuidado del mundo que habitamos, su práctica me podría llevar a reconocer la responsabilidad que mi cuidado de la Tierra tiene en la vida de todos.

Por descontado que los ingredientes de esta vacuna cuaresmal deben adecuarse a las necesidades y urgencias de cada uno, aumentando la dosis según se reconozca conveniente.

Pero quizás así, la celebración de la Pascua sería fruto de un camino recorrido, de una salud recuperada, de un esfuerzo sanador vivido desde la urgencia sanitaria que tiende a evitar las faltas y pecados y que nos conduce a cada uno y a todos hacia la verdadera Pascua.

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