El evangelio de Lucas que nos presenta a Jesús en la sinagoga después de leer las Escrituras. Jesús dice: “Esta Escritura, que acabáis de oír, se ha cumplido hoy”; la Palabra de Dios es viva y está viva, es fuerza y por eso cambia a muchas personas. Ese “se ha cumplido hoy” no es más que la actualización del momento en el que vivimos porque la Palabra siempre se hace presente y entra en el corazón del ser humano para darle la vuelta, para romper, a veces, con lo que existe y dar sentido a lo que se hace y se vive.

Es actual porque la Escritura sigue cumpliéndose en cada uno de nosotros, Dios hace camino en nuestra vida cuando abrimos la puerta y sabemos acogerlo. No es difícil abrirla, porque Dios se hace presente suavemente, con amor, lo que sí es complicado es mantenerla y seguir lo que nos pide.

La exigencia se hace cuesta arriba, ardua, pero la recompensa es la propia felicidad y la de las personas que nos rodean. A veces opinamos fácilmente de la gente que tenemos alrededor, al igual que en el evangelio cuando dicen que: “¿no es éste el hijo de José?”, y con apremio rechazamos a lo que creemos conocer porque lo de fuera parece ser siempre un tanto mejor. Pienso que hemos de pararnos a apreciar lo que tenemos cerca, incluso a nosotros mismos, en muchos momentos no nos valoramos y tenemos mucho que dar, mucho que ofrecer. No hagamos como aquellos que echaron a Jesús fuera de la ciudad, tengamos ojos de misericordia y confianza en los otros, hagamos que la Escritura siga cumpliéndose hoy y siempre.Texto: Hna. Conchi García.