El patriarca de Lisboa, Clemente, ha sacudido la Iglesia portuguesa con su petición de abstinencia a los divorciados vueltos a casar. Una medida que choca con el espíritu de Amoris Laetitia y que ya ha sido contestada, entre otros, por el sacerdote Anselmo Borges.
En declaraciones a Efe, el profesor de filosofía de la Universidad de Coimbra subraya, tajante, que esa afirmación "no es razonable".
"La iglesia no se debe meter en la vida íntima de la pareja. Luego, si efectivamente están casados, es natural que tengan relaciones sexuales, forma parte de la pareja. Si se forma una pareja no es para vivir como hermanos", sostiene Borges, para quien la idea de la abstinencia "contradice la naturaleza de las cosas".
Del mismo modo, el sacerdote lamenta que la moral católica "continúe muy centrada en el sexo" y apunta que declaraciones de este tipo pueden alejar a las personas de la iglesia, pues, aunque el cardenal de Lisboa solo tenga poder jurídico sobre su diócesis, socialmente es considerado el jefe eclesiástico del país.
(Rd/Agencias)