La Iglesia de Sri Lanka entierra a los asesinados en los atentados del Domingo de Resurrección Cardenal Ranjith: "Creo que todos estos hermanos nuestros son ya mártires"
“Con lágrimas y tristeza enterramos a nuestros hermanos y hermanas que perdieron la vida en el trágico ataque”, afirma el arzobispo de Colombo
| RD/Aica
“Con lágrimas y tristeza enterramos a nuestros hermanos y hermanas que perdieron la vida en el trágico ataque”, dijo este martes 23 de abril, ayer el arzobispo de Colombo, cardenal Albert Malcolm Ranjith, al presidir la misa por los fallecidos en la iglesia de San Sebastián en Negombo, que fue uno de los objetivos de las explosiones del domingo de Pascua.
El saldo del atentado más grave de los últimos años aumentó a 359 víctimas y más de 500 heridos, que se encuentran internados en los hospitales, en gravísimas condiciones.
Líderes de la iglesia, familias católicas y personas de diversas religiones despidieron a sus seres queridos asesinados en los ataques del 21 de abril.
No perder la esperanza
El cardenal Ranjith instó a no perder la esperanza en Dios y orar por la paz y la seguridad en el país. Miles de personas, no solo católicos, han expresado su solidaridad con las familias de las víctimas y con los sobrevivientes.
“Nadie tiene el derecho de quitar la vida. La vida es un don de Dios. ¿Cuál es la finalidad de matar a personas inocentes? ¿Coleccionar tesoros en este mundo? ¿O asumir el poder y gobernar este país sobre la sangre de pobres inocentes? ¿Sobre los cuerpos de personas sin ninguna culpa? Los exhorto a frenar este derramamiento de sangre. Basta de matar, al menos en este momento. Se los pido por amor de Dios. Es lo que los asesinados esperan de nosotros”
El cardenal Ranjith estuvo acompañado de los obispos auxiliares, monseñor Maxwell Silva y J.D. Anthony, junto a otros muchos sacerdotes.
“La vida es un secreto. Sólo Dios tiene el poder de decidir y nosotros debemos obedecer a su voluntad. Quizás en este momento nos esté escuchando alguno de los responsables de esta tragedia. Debemos decirles a todos ellos que nosotros no aceptamos tales actos por ningún motivo. Cualquiera sea la expectativa, está equivocado hacer estas cosas”, expresó el purpurado.
Llegará el tiempo de la paz
Y pidió seguidamente: “Cuando llegará el tiempo de la paz y de la reconciliación entre las personas. Cuándo será el tiempo de establecer esta paz. Dios castigará por lo que hicieron. No tienen el derecho de quitar la vida a personas inocentes. Su conciencia sabe bien que ninguno tiene el derecho de destruir el cuerpo del otro.
El arzobispo sostuvo finalmente: “Creo que todos estos nuestros hermanos difuntos son ya mártires. Ninguno de ellos jamás habría pensado no volver a casa, sin embargo ellos no volverán más a su casa”.
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