Se cumplen 90 años del primer acuerdo del III Reich con la Iglesia católica El Nuncio en Alemania defiende el Concordato con Hitler, aunque admite que "no impidió la lucha de la Iglesia nacionalsocialista"
Eterovic acusa a la propaganda soviética y nacionalsocialista de la época de vender el tratado como el "primer éxito de Hitler" en la esfera internacional. El acuerdo fue firmado por Eugenio Pacelli, futuro Pío XII, que en ese momento ejercía como Nuncio en Berlín
"Se hacen afirmaciones que falsifican o traducen mal fuentes italianas de la época", señaló el Nuncio, quien lamentó que la tesis se ha convertido en parte de la "narrativa de una historiografía antieclesiástica internacionalmente activa"
90 años después de la polémica firma del Concordato entre el Vaticano y el III Reich alemán, que supuso el primer reconocimiento oficial del régimen nazi en Europa, el nuncio en Alemania, Nicola Eterovic, sigue viendo con "satisfacción" dicho acuerdo, muy discutido por los investigadores del siglo XX, al considerar que daba carta de naturaleza a un sistema político que terminó arrasando media Europa y aniquilando a seis millones de judíos.
Tal y como apunta Katholisch, Eterovic subrayó en un acto con la Academia Católica de Berlín que "la Santa Sede recuerda hoy con satisfacción la existencia de este Concordato". En este punto, el representante papal añadió que el Concordato había ayudado a "garantizar la vida eclesiástica en Alemania, aunque no impidió la lucha de la Iglesia nacionalsocialista".
El Nuncio admitió que Eterovic admitió que la creación del Concordato del Reich "cayó en la primera época de la Gleichschaltung nacionalsocialista de la vida cultural, social y política en Alemania", aunque dejó caer que fueron la propaganda soviética y nacionalsocialista las que presentaron el tratado como "el primer éxito de Hitler en política exterior".
Algo que, en su opinión, buscaba desacreditar a la Santa Sede en plena crisis mundial, y dada su cercanía con el régimen de Mussolini (en 1929 se habían firmado los Pactos Lateranenses). Y, de paso, dañar la figura de Pío XII (Eugenio Pacelli, como Nuncio en Alemania en la época, fue el encargado de suscribirlo).
Una idea que, para Eterovic, subyace todavía en la mayoría de los estudios históricos. "Se hacen afirmaciones que falsifican o traducen mal fuentes italianas de la época", señaló el Nuncio, quien lamentó que la tesis se ha convertido en parte de la "narrativa de una historiografía antieclesiástica internacionalmente activa". Un tratado, del que ahora se cumplen 90, que fue validado en 1957 por la República Federal Alemana. Pero esa es otra historia.