La región "está viviendo momentos de fortísima tensión", constata Francisco El Papa, a los obispos de Oriente Medio: "Mantened encendida la esperanza"
"El conflicto, en lugar de encontrar una solución equitativa, parece cronificarse, con el riesgo de que se extienda hasta incendiar toda la región"
"Miles y miles de muertos, enormes destrucciones, inmensos sufrimientos y la propagación de sentimientos de odio y resentimiento, que preparan el terreno para nuevas tragedias"
"Oriente Medio está viviendo momentos de fortísima tensión, que en algunos contextos llevan a enfrentamientos abiertos y a destellos de guerra. El conflicto, en lugar de encontrar una solución equitativa, parece cronificarse, con el riesgo de que se extienda hasta incendiar toda la región". El Papa Francisco trazó un crudo diagnóstico del avispero del medio Oriente durante su encuentro con los obispos latinos en los países árabes, reunidos en plenaria esta semana en Roma.
La reunión, mantenida en la Auletta de la Pablo VI, sirvió para que el Papa lamentara los "miles y miles de muertos, enormes destrucciones, inmensos sufrimientos y la propagación de sentimientos de odio y resentimiento, que preparan el terreno para nuevas tragedias" que genera la crisis en la región.
Frente a ello, el trabajo de testimonio y de "diálogo respetuoso y sincero con todos" llevado a cabo por las conferencias episcopales latinas en el mundo árabe. A ellos, una petición: "Que mantengáis encendida la esperanza. Sed vosotros mismos, para todos, signos de esperanza, una presencia que alimente palabras y gestos de paz, de fraternidad, de respeto".
Una presencia que "invite a la razón, a la reconciliación, a superar con buena voluntad divisiones y enemistades estratificadas y endurecidas a lo largo del tiempo, cada vez más inextricables. ¡Gracias por ser la llama de la esperanza allí donde parece apagarse!", subrayó el Papa, quien también reivindicó la "adecuada formación cristiana a los alumnos de las escuelas públicas, en contextos donde la presencia cristiana es minoritaria".
"Queridos hermanos, ¡gracias por esta visita! Que la Virgen os guarde y os consuele. Os bendigo de corazón. Y recemos unos por otros", concluyó el Pontífice.