Leszek Glódz podría tener un patrimonio superior a los 4 millones de euros Un fraile polaco denuncia a la jerarquía del país por no criticar los lujos de un ex arzobispo sancionado por el Vaticano
El Vaticano sancionó este año por negligencia al arzobispo emérito, quien había sido denunciado de manera anónima por varios sacerdotes, que describieron acoso a subordinados y la aceptación de sobornos a cambio de puestos en la Iglesia
En el registro de la propiedad local constan unos 155.000 metros cuadrados de terreno a nombre del exarzobispo, además del antiguo edificio de la escuela local, la sede local de Cáritas, siete edificios auxiliares y un hogar de ancianos de 3.800 metros cuadrados
| RD/Efe
Pawel Guzynski, un fraile polaco conocido por sus críticas a la Iglesia de su país, denunció este martes que la jerarquía católica no se atreve a criticar el lujoso estilo de vida y la riqueza exhibidos por un exarzobispo con un patrimonio millonario.
Guzynski dijo a la emisora "Tok FM" que los obispos "no tienen cojones", en la transcripción fonética al polaco del término español, y que por ello no se atreven a "decir que es una indecencia" que Leszek Glódz, que hasta 2020 fue arzobispo de Gdansk (norte), "se haya convertido en alcalde y que la magnitud de su fortuna es vergonzosa".
El fraile fue llamado al orden en el pasado por deplorar los vínculos de la Iglesia polaca con la política y esta vez se refería al caso de Glódz, a quien el papa Francisco le aceptó la renuncia por razones de edad; previamente su nombre había sido mencionado en relación con presuntos abusos sexuales ocurridos en su archidiócesis.
Vida palaciega
El Vaticano sancionó este año por negligencia al arzobispo emérito, quien había sido denunciado de manera anónima por varios sacerdotes, que describieron acoso a subordinados y la aceptación de sobornos a cambio de puestos en la Iglesia; también fue muy criticado por llevar una vida que otros sacerdotes calificaron de "palaciega".
El portal de noticias "Wirtualna Polska" publica este martes un reportaje según el cual Glódz, al abandonar el arzobispado, regresó a su pueblo, Bobrówka, en el nordeste del país, donde compró una lujosa residencia valorada en unos dos millones de euros, y se hizo con 20 hectáreas de terreno, entre otras propiedades.
En junio se presentó a las elecciones del pueblo, donde sólo hay 36 personas censadas con derecho a votar, y se convirtió en alcalde al obtener los únicos 9 votos emitidos.
Según la investigación de "Wirtualna Polska", en el registro de la propiedad local constan unos 155.000 metros cuadrados de terreno a nombre del exarzobispo, además del antiguo edificio de la escuela local, la sede local de Cáritas, siete edificios auxiliares y un hogar de ancianos de 3.800 metros cuadrados.
También son de su propiedad una casa para monjas, varias casas, estanques, parcelas, bosques y explotaciones agrícolas que, en conjunto, tendrían un valor en el mercado cercano a los cuatro millones de euros, según un asesor inmobiliario.
"Tonterías y exageraciones"
Al convertirse en jefe del gobierno local, Glódz pasó a ser también el jefe de la pequeña comuna comarcal donde está su aldea, lo que le exime de presentar un inventario público de sus bienes.
Ante las preguntas de los periodistas, el exarzobispo dijo que se trataba de "tonterías y exageraciones" y afirmó que su fortuna "es para el bien común".
Al retirarse de su puesto, Glódz comenzó a percibir una pensión de unos 4.500 euros mensuales; según el diario "Gazeta Wyborcza", los sacerdotes polacos retirados reciben, de promedio, pensiones dos veces más altas que el polaco medio, que obtiene unos 500 euros.