En el curso de 2024 hay 904 seminaristas, casi los mismos que en toda España El 'seminario-milagro' de Flores: la mayor cosecha de curas en una de las islas más pobres de Indonesia
"De las 17.000 islas del archipiélago de Indonesia, la isla de Flores es una de las más pobres, pero de las más ricas en cuanto a vocaciones sacerdotales. Antigua colonia portuguesa, en medio de una sociedad mayoritariamente musulmana, el 70% de la población es católica, lo que hace que el humus sea muy propició para esa floración de seminaristas"
Con un total de 904 seminaristas (casi el mismo número que en toda España, con la diferencia de que allí no llegan a los dos millones de habitantes en poco más de 15.500 kilómetros cuadrados), uno de los "secretos" de su seminario filosófico y teológico -el más grande del mundo, visitado por Juan Pablo II en 1989- es que las familias apoyan "fuertemente las vocaciones religiosas"
"En Flores, ser cura es visto con gran respeto y honor. Esto puede influir en la percepción de los jóvenes sobre el sacerdocio como una vocación deseable y respetada. Ademas, las familias suelen apoyar fuertemente las vocaciones religiosas"
"La Iglesia católica en Flores es muy joven. Todavía quedan muchas cosas para aprender. Pero, si hay algo de aprendizaje, a lo mejor esto tiene que ver con el papel vital que juegan la familia y la comunidad. Creo que en sociedades donde la vida familiar y comunitaria es fuerte, y donde la fe se vive de manera cotidiana y compartida, es más probable que surjan vocaciones", señala el P. Nahak
"En Flores, ser cura es visto con gran respeto y honor. Esto puede influir en la percepción de los jóvenes sobre el sacerdocio como una vocación deseable y respetada. Ademas, las familias suelen apoyar fuertemente las vocaciones religiosas"
"La Iglesia católica en Flores es muy joven. Todavía quedan muchas cosas para aprender. Pero, si hay algo de aprendizaje, a lo mejor esto tiene que ver con el papel vital que juegan la familia y la comunidad. Creo que en sociedades donde la vida familiar y comunitaria es fuerte, y donde la fe se vive de manera cotidiana y compartida, es más probable que surjan vocaciones", señala el P. Nahak
De las 17.000 islas del archipiélago de Indonesia, la isla de Flores es una de las más pobres, pero de las más ricas en cuanto a vocaciones sacerdotales. Antigua colonia portuguesa, en medio de una sociedad mayoritariamente musulmana, el 70% de la población es católica, lo que hace que el humus sea muy propicio para esa floración de seminaristas... Aunque también es verdad que no todos acaban dando el paso final.
Con un total de 904 seminaristas (casi el mismo número que en toda España, con la diferencia de que allí no llegan a los dos millones de habitantes en poco más de 15.500 kilómetros cuadrados), uno de los "secretos" de su seminario filosófico y teológico -el más grande del mundo, visitado por Juan Pablo II en 1989- es que las familias apoyan "fuertemente las vocaciones religiosas", como señala en entrevista con Religión Digital Servinus Nahak, misionero de la Sociedad del Verbo Divino, congregación que dirige ese centro.
"En Flores, ser cura es visto con gran respeto y honor" -señala el P. Nahak, que es profesor en el Seminario Mayor de Ledalero-, fenómeno que contribuye al florecimiento vocacional. Pero, por otro lado, la Iglesia puede caer en la tentación de ser una institución muy fuerte y anticrítica", aunque también destaca la labor hecha por los misioneros en favor de la gente, lo que ha dejado una impronta de respeto, lejos de la mentalidad "colonialista" de otros curas europeos de aquella época en otras islas.
¿Cuál es el secreto del número de vocaciones al sacerdocio en Isla de Flores?
Creo que no hay un “secreto” único que explique este fenómeno. Pero queria mencionar tres razones detrás del número vocaciones al sacerdocio en esta región.
En primer lugar, la educación y formación religiosa. Desde temprana edad, los niños en Flores reciben educación religiosa y a menudo participan en actividades de la iglesia. Hay un fuerte énfasis en la formación catequética y en la participación en la vida sacramental, lo que puede inspirar a algunos a considerar el sacerdocio como una vocación. Claro, en su Constitución, Indonesia es un país secular y democrático, pero ocurre que en el sistema educativo nacional la enseñanza de la religión está permitida. Es decir, los niños aprenden la religión en las escuelas. El Gobierno permite que se impartan las clases de religión en las escuelas públicas desde primaria.
En segundo lugar, hay que tener en cuenta el valor social del sacerdocio. En Flores, ser cura es visto con gran respeto y honor. Esto puede influir en la percepción de los jóvenes sobre el sacerdocio como una vocación deseable y respetada. Ademas, las familias suelen apoyar fuertemente las vocaciones religiosas. Este entorno de apoyo puede facilitar la decisión de seguir una vocación al sacerdocio. Por ejemplo, desde el seminario menor los padres tienen que pagar las matrículas, los libros, las ropas, y otros gastos personales. No podemos negar que la opción por el sacerdocio también puede estar influenciada por la búsqueda de estabilidad y oportunidades educativas que ese camino puede ofrecer.
Por último, las tradiciones y rituales locales. La integración de las prácticas católicas con las tradiciones locales, desde mi punto de vista, juegan un papel importante. La manera en que la fe se vive en Flores tiene características únicas que pueden fomentar una conexión más profunda con la religión y, por ende, con el sacerdocio.
¿Cuántos seminaristas hay en la actualidad?
Según los datos actuales del 2024, ofrecido por el Institut Filsafat dan Teknologi KreatifLedalero, el centro donde los seminaristas en Flores estudian filosofía y teología, hay 904 seminaristas de 14 congregaciones religiosas. Los cinco primeros son: los diocesanos, con 288 seminaristas de 5 diocesis (Larantuka, Maumere, Ende, Ruteng, Denpasar); los de la Congregación del Verbo Divino – SVD, con 276 seminaristas; los Scalabrinianos, con 79 seminaristas; los Carmelitas, con 59 seminaristas; y los Misioneros del Divino Vocación y Camilian, con 37 y 36 cada uno.
¿Y cuántos se ordenan al año?
Cada año se ordenan entre 30 Y 40 sacerdotes. Es decir, sólo entre un 3 y un 5% llega a ser sacerdote. La mayoría abandona el seminario mayor después de sus estudios de Filosofía. Hay un dicho entre los exalumnos: “¿Cómo se define un Seminario en Flores? Es un centro educativo para formar a los laicos donde unos cuantos locos deciden ser curas". Aún así, veo que esta es la mejor contribución de la Iglesia católica para la gente de Flores durante los dos últimos siglos.
¿Se dan también vocaciones religiosas masculinas y femeninas a la Vida Consagrada?
El número de congregaciones religiosas femeninas varía entre las cuatro diócesis en Flores. En la de Maumere, donde vivo yo, actualmente hay 43 congregaciones religiosas con 5-7 candidatas cada uno. Seguramente la cifra en otros diócesis en será la misma. Es verdad que las vocaciones sacerdotales tienden a ser más visibles, pero en general, la floración vocacional sucede lo mismo entre las mujeres. He escuchado que los obispos a veces se quejan de que cada vez hay más monjas vienen de Filipinas, India o Corea del Sur buscando vocaciones en Flores.
"Ser cura o monja en Flores todavía se considera como un prestigio social. Por un lado, este fenómeno contribuye al florecimiento vocacional. Pero, por otro lado, la iglesia puede caer en la tentación de ser una institución muy fuerte y anticrítica"
En general, ser cura o monja en Flores todavía se considera como un prestigio social. Por un lado, este fenómeno contribuye al florecimiento vocacional. Pero, por otro lado, la iglesia puede caer en la tentación de ser una institución muy fuerte y anticrítica. No podemos evitar el impacto de la globalización y la secularización para la gente sencilla en los pueblos de Flores hoy día. La gente ya tiene móviles en la mano y cada día recibe noticias de todo el mundo, incluso sobre los escándalos cometidos por la Iglesia católica tanto en nivel mundial como local. ¿Quién puede garantizar que la circulación de este tipo de noticias no pueda cambiar la perspectiva de la gente de un rincón de Flores sobre su querida iglesia?
¿Cuál es el papel de las familias en la pastoral vocacional?
En la Isla de Flores, las familias participan activamente en las prácticas religiosas, como la oración de la Santo Rosario en mes de mayo y octubre, la asistencia a la misa y varias celebraciones de festividades religiosas. Desde mi punto de vista, estas tradiciones religiosas crean un ambiente donde la espiritualidad y la vocación pueden florecer.
Hace cincuenta años, las familias eran numerosas. Desde luego, esto puede contribuir a la vocación sacerdotal. Las familias pueden ver la vocación de uno de sus miembros como un honor y una bendición, y están más dispuestas a apoyar tal camino. Sin embargo, según mi observación, ahora los seminaristas mayoritariamente vienen de una familia de tres o cuatro hermanos. Si esta cifra va disminuyendo, no sabemos lo que va a pasar dentro de 20 o 30 años. Gracias a Dios que todavía estamos en un tiempo de “booming” de vocaciones.
Además del entorno familiar, el apoyo de la comunidad más amplia y de la Iglesia local es vital. Programas de pastoral vocacional, retiros y actividades que promueven la comprensión de la vida sacerdotal y consagrada pueden complementar el apoyo familiar y ayudar a los jóvenes a discernir su vocación. Es bastante común en Flores que una escuela pública organice cada año un retiro anual para los jóvenes. En estas escuelas hay uno o dos profesores de religión católica. Además de organizar el retiro, los profes también motivan y recomiendan a algunos jóvenes para que entren al seminario.
Indonesia es un país musulmán. ¿Cómo se entiende entonces que haya tantas vocaciones en la Iglesia católica, que es muy minoritaria?
A pesar de que el islam es la religión predominante, la Constitución indonesia garantiza la libertad de religión y otras creencias. El cristianismo, el hinduismo, el budismo, y el confucionismo tienen presencia significativa en varias regiones del país. La comunidad católica, aunque minoritaria en el contexto nacional, es activa y vibrante en ciertas regiones como las islas de Flores, Timor, Sumatra, Sulawesi, Borneo y Papúa Occidental.
La alta tasa de vocaciones a la vida religiosa católica en áreas como la Isla de Flores puede entenderse a través de varios factores. Primero, hablamos del contexto histórico y cultural. La llegada del cristianismo a Indonesia se remonta a varios siglos atrás, con misioneros que llegaron a diferentes partes del archipiélago en diferentes momentos. En lugares como Flores, los misioneros católicos establecieron raíces profundas y fueron particularmente exitosos en la conversión de la población local al catolicismo. La fe católica se ha integrado profundamente en la vida y cultura de estas comunidades.
Segundo, la dentidad y cohesión comunitaria. En regiones donde los católicos son una minoría en un país mayoritariamente musulmán, la religión puede convertirse en un importante punto de identidad y cohesión comunitaria. Las prácticas religiosas y la pertenencia a la comunidad católica pueden ayudar a fortalecer la solidaridad y el sentido de identidad entre sus miembros.
Tercero, la educación y formación religiosa. La Iglesia católica ha desempeñado un papel significativo en la educación en varias partes de Indonesia. Las escuelas católicas son bien consideradas por su calidad educativa, y esto incluye la formación religiosa. Además, la presencia de sacerdotes, monjas, y otros consagrados que sirven activamente en la comunidad puede inspirar a los jóvenes a considerar la vida religiosa. Los testimonios de fe vivida y el servicio dedicado pueden ser poderosos ejemplos a seguir.
¿Qué puede enseñar esta floración vocacional a las iglesias de otros continentes, como el europeo, donde las vocaciones sacerdotales son cada vez más escasas?
A ver, la Iglesia católica en Flores es muy joven. Todavía quedan muchas cosas para aprender. Pero, si hay algo de aprendizaje, a lo mejor esto tiene que ver con el papel vital que juegan la familia y la comunidad. Creo que en sociedades donde la vida familiar y comunitaria es fuerte, y donde la fe se vive de manera cotidiana y compartida, es más probable que surjan vocaciones.
En los seminarios en Flores, o en mi caso, en el Seminario Mayor de Ledalero, tenemos un programa anual que se llama en ingles “Live in”. Mandamos unos 30 o 40 seminaristas para vivir con las familias en una parroquia durante una o dos semanas. Las familias de la parroquia aportan los gastos diarios durante este programa, incluso el dinero del bolsillo de los seminaristas cuando termine el programa.
Este tipo de participación y solidaridad puede haber sido inspirado por la experiencia de la gente con los misioneros anteriores, que habían contribuido mucho a la Iglesia local. Parece que la gente de Flores tuvo una experiencia diferente con respecto a los europeos. Si en Java los europeos eran sinónimo de “colonialismo”, en Flores los misioneros europeos fueron héroes en la construcción de las infraestructuras básicas, educación y salud. Esto ha dejado un perfil muy diferente en la memoria colectiva de la gente de Flores.