Me estremeció ver en Religión Digital el libro compartido de Eduardo Lallana, Encuentros con Pedro Casaldáliga, publicado recientemente por Montecarmelo. 

Me emocionó la estampa de veros entrañablemente mirándoos, compartiendo, al unísono, el latir de la experiencia de Dios, en el gemido de los excluidos, identificados en el dolor de Dios, en el sueño de Dios, el Reino anunciado, vivido, celebrado y practicado en los pobres. 

Se trata de una estampa poética, que refleja la teología, la filosofía, la mística de  dos hombres de Dios, el místico Pedro Casaldáliga y el discípulo aventajado, el primero de la escuela de Pedro, el eminente psicoterapeuta, Eduardo Lallana. 

El venero místico

No he leído todavía el libro, pero ya intuyo el latir profundo, el venero místico que recorre por todas sus páginas, transmite, seduce y enamora al lector de ojos abiertos y corazón apasionado. 

Me parece una iniciativa acertada y sorprendente: 

✔ Perdurar y dinamizar la Memoria de nuestro Profeta que no hay que dejarla  apagar. 

✔ Mostrar la mística de Pedro.

✔ Poner sobre la mesa el problema planetario de la pobreza, ignominia de la humanidad.

✔ Mostrar que todos podemos arrimar el hombro para reducir las fronteras de la pobreza. 

✔ Poner bálsamo curativo a las llagas de nuestra sociedad. 

✔ Apuntar hacia la fraternidad universal de mujeres y hombres, razas, pueblos y culturas. 

✔ Seguir soñando la utopía de Jesús, despertando y aplicando su proyecto de humanización, basado en la dignidad, la libertad, la igualdad y el amor. 

Dejas claro que Pedro Casaldáliga es el referente, el paradigma de humanizar este mundo deshumanizado y provoca la cultura de la paz, que nace de la justicia social. 

Maestro y Discípulo abrís caminos de liberación, de humanización en el camino de los pobres hacia el Reino. 

Esta es mi glosa a tu libro acertado "Pedro Casaldáliga y Eduardo". FELICIDADES! 

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