El CERVANTES PARA J. E. PACHECO, y 4: ballenas, perros, moscas, flores...

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Con este post cerraré el improvisado excursus de homenaje al talante ecologista de José Emilio Pacheco, en su trato con la naturaleza y muy especialmente con los animales, que defiende éticamente frente a la avidez depredadora de los humanos.

Entre los poemas que presento hoy como fervoroso homenaje al último Cervantes, destacaré "Ballenas" y "Las moscas", en los que se entretejen sagrados textos con el discurso lírico, procedimiento estilístico frecuente en el escritor mexicano (pulsar aquí para una primera aproximación a "El lenguaje bíblico en la poesía de José Emilio Pacheco").

El intelectual posmoderno, por su desinterés y su desconocimiento de la revelación bíblica, apenas es capaz de saborear ya los grandes textos poéticos de consagrados autores de la lírica universal... Recomienda Pacheco un mayor acercamiento al mundo de la Escritura:
“Sólo una actitud anterior a los tiempos de Juan XXIII puede justificar que las historias literarias y los recuentos de los libros que todo hispanohablante debe leer, ignoren, como ignoran, la Biblia. Entre los libros poéticos de la Biblia, los más interesantes para un lector contemporáneo son el de Job y el Cantar de los Cantares, acaso el más grande poema de amor de todos los tiempos”.


Á lo mejor os resulta agradable, en estos días de fervor y, ojalá, de tiempo libre, daros un paseíto por las casi cincuenta páginas de texto bíblico comentado sobre el Cantar de los Cantares, en mi web "Nido de Poesía".

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ÁISBERGS DE CARNE Y HUESO



En una introducción para lectores de RD es interesante destacar los cinco últimos versos, que el autor, en nota a pie de página reconoce que están tomados de Job 41, 18-22. La biblia de Jerusalén presenta en Job 41, 10-14 los siguientes textos: "Echa luz su estornudo, / y sus ojos como los párpados de la aurora.../ De sus narices sale humo, / como de un caldero que hierve junto al fuego.../ En su cuello se asienta la fuerza, / y ante él cunde el espanto."

¿A quién se refiere el texto?: a Leviatán, ese monstruo primigenio que, aunque presentado en la Escritura como cocodrilo gigante, se refiere, sin duda, a algún dinosaurio marino de quien habla Genesis 12,21: "Y creó Dios los grandes monstruos marinos"... Aplica Pacheco al gigantesco cetáceo del poema, la ballena, las cualidades míticas de Leviatán... ¡Fascinante!

BALLENAS

Grandes tribus flotantes, migraciones,
áisbergs de carne y hueso, islas flotantes.

Suena en la noche triste
de las profundidades
su elegía y despedida,
porque el mar
fue despoblado de ballenas.

Sobrevivientes de otro fin de mundo,
adoptaron la forma de los peces
sin llegar a ser peces.

Necesitan salir a respirar
cubiertas de algas milenarias.
Entonces
se encarniza con ellas la crueldad
del arpón explosivo.

Y todo el mar se vuelve un mar de sangre
cuando las llevan al destazadero
para hacerlas lipstic, jabón, aceite,
alimento de perros.

Sus ojos son los párpados del alba.
De sus narices sale humo
como de olla o caldero que hierve.
En su cerviz está la fuerza
y delante se esparce el desaliento
.

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LA PERRA-DIOSA



Uno de los poemas más conocidos y dramáticos de José Emilio Pacheco. Un desagradable y no infrecuente suceso perruno de aldea (la violación múltiple de una perra en celo) se convierte, en la pluma taumatúrgica de Pacheco, en rito cósmico de fecundidad: la perra-diosa ofrece en sacrificio sus entrañas sobre el altar del Templo de la Vida:

PERRA EN LA TIERRA

La manada de perros sigue a la perra
por las calles inhabitables de México.
Perros muy sucios, cojitrancos y tuertos, malheridos
y cubiertos de llagas supurantes.
Condenados a muerte
y por lo pronto al hambre y la errancia.
Algunos cargan
signos de antigua pertenencia a unos amos
que los perdieron o los expulsaron.
Y mientras alguien se decide a matarlos
siguen los perros a la perra.
La huelen todos, se consultan, se excitan
con su aroma de perra.
Le dan menudos y lascivos mordiscos.
La montan
uno por uno en ordenada sucesión.
No hay orgía
sino una ceremonia sagrada, inclusive
en estas condiciones más que hostiles:
los que se ríen,
los que apedrean a los fornicantes,
celosos
del placer que elelectriza las vulneradas pelambres
y de la llama seminal encendida
en la orgásmica vulva de la perra.

La perra-diosa
la hembra eterna que lleva
en su ajetreado lomo las galaxias, el peso
del universo que se expande sin tregua.

Por un segundo ella es el centro de todo.
Es la materia que no cesa. Es el templo
de este placer sin posesión ni mañana
que durará mientras subsista este punto,
esta molécula de esplendor y miseria,
átomo errante que llamamos la tierra.

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ME OTORGA EL DON SECRETO DE SU OLOR



De gran belleza estos versos echados a volar en vísperas de milenio (1992-1998), desde las altas ventanas del poemario "La arena errante". ¡Cómo agradece el lírico mexicano la generosidad de las flores que perfuman de día y de noche el aire que aspira y respira el poeta, sin cavilar si es mortal, o eterno dios ...

FRAGANCIA

Si la flor
que enciende las tinieblas con su perfume
no piensa, no tiene voluntad, no sabe nada,
¿por qué entonces se obstina
en soltar el aroma que llega a mí
y me obliga a decir estas palabras?
Quizá menospreciamos el silencio:
en efecto, me ve, me compadece,
me otorga el don secreto de su olor un instante.

Porque si uno se acaba y pulveriza,
en cambio ella en sus resurrecciones
será flor siempre para aromar nuestra noche.

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LOS CONTORNOS DE SU TROMPA SON COMO JOYAS




Hermoso y atrevido, en la cuerda floja del equilibrista, el poema "Las moscas". La pareja humana hace el amor. Dos libidinosas moscas observan con extrañeza, pero siguen a lo suyo. Lo más provocador es el cortejo nupcial de las moscas, que se merecen, por su transgresión, la muerte y el infierno... Bromas aparte, lo más procaz es, acaso, la visión que tiene la mosca macho de su hembra, con requiebros del Cantar de los Cantares, según citas de Pacheco, que pide "disculpas a Salomón".

Los textos bíblicos en que se apoya son: "Como el lirio entre los cardos, / así es mi amada entre las mozas" (Cantar 2,2). "¿Quién es esa que surge cual la aurora, / bella como la luna. / refulgente como el sol, / imponente como batallones?" (Cantar 6,10). "Las curvas de tus caderas son como collares, / obra de mano de artista" (Cantar 7,2). "Tu cabeza sobre ti, como el Carmelo, / y tu melena como la púrpura; / Un rey en esas trenzas está preso" (Cantar 7,6).

¿Blasfemia? ¿Genialidad? ¿Humanización de los insectos? ¿Exaltación del bíblico Cantar?


LAS MOSCAS

Mientras yo sobre ti, tú sobre mí,
los dos al lado,
dos alados insectos se persiguen.

Obscenamente sobrevuelan el lecho,
miran zumbonas o tal vez excitadas.

Para él sin duda no eres la más hermosa y deseable.
(Tal un lirio entre las espinas
es su mosca entre muladares.
Los contornos de su trompa son como joyas,
como púrpura real sus vellosidades.)

¿Despreciarán
sus ojitos poliédricos nuestros cuerpos,
nuestras torpes maniobras,
nuestros brazos que no son alas?

Y juntas se levantan como la aurora,
grandiosas como ejércitos en batalla.

Han puesto de cabeza el rastrero infierno
y se adueñan al fin de su cielo raso.
Inaudibles, jadeantes, bocabajo,
colgadas de las patas sobre el abismo,
hacen lo suyo sin pensar en la muerte.

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El CERVANTES
PARA JOSÉ EMILIO PACHECO.



1."Cristo con la cruz", un gran poema

CRISTO CON LA CRUZ

2.Peces, pájaros, monos...

TRATADO DE LA DESESPERACIÖN: LOS PECES
MAÑANA
ZOPILOTE
MONÓLOGO DEL MONO

3.Ostras, pulpos, sapos, rosas...

LAS OSTRAS
EL PULPO
LECCIÓN DE ESTILO
EL JARDÍN EN LA ISLA

4.Ballenas, perros, moscas, flores...

BALLENAS
PERRA EN LA TIERRA
FRAGANCIA
LAS MOSCAS

5.PACHECO, Premio Reina Sofía de Poesía

CERDO ANTE DIOS
COCUYOS


6.PACHECO: nueces, tronco, minas antipersonales...

NUECES
TRONCO
MINAS ANTIPERSONALES


7.PACHECO y el "CANTAR DE LOS CANTARES"


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