Según el conocido matemático R. Penrose (Penrose R. 1997 “The large, the small and the human mind” Cambridge Univ. Press, London) existen 3 grandes misterios en la física cuántica: i) el misterio de la medida que aparece cuando se pasa del micro al macrocosmo, ii) el misterio de los efectos no-locales; dos fotones enmarañados pueden estar separados por miles de km pero deben ser considerados un simple objeto, iii) el misterio más interesante: toda partícula elemental y hasta moléculas se comportan como onda y como partículas. Las partículas se comportan como ondas cuando no son observadas, pero al ser observadas colapsan como partículas.

Las ondas existen en nuestro universo como ondas del mar que necesitan del agua como medio, las ondas de luz que transitan por el espacio llevando energia y no necesitan de un medio material, y las ondas cuánticas que no necesitan de un medio material, ni llevan energía como la luz, son vacías, no materiales.

Según la ontología de Heisenberg, que es la más aceptada, las ondas indican probabilidades de posibles resultados. Estas probabilidades son indicadas por números sin dimensiones, son simples números. Observamos así, que la realidad tiene como fundamento principios no-materiales, relaciones numéricas que permiten predecir aspectos del mundo físico
Fu el reconocido físico J. A. Wheeler (Wheeler J.A. 1996 “Al home in the universo” Springer-Verlag, N. York) quien primero formuló la hipótesis “It from bit” que simboliza que cualquier ítem del mundo físico tiene en su fondo-el más profundo fondo- una fuente inmaterial. Brevemente que todo lo físico son información teórica en su origen y que este es un universo participativo.

Anton Zeilinger , uno de los más conocidos investigadores de la realidad física, que demostró que una molécula con 60 átomos tiene el comportamiento de onda-partícula , dice en una entrevista publicada en Die Weiwoche (16/02/2006) que “la teoría cuántica correctamente aplicada es una teoría de la información”.

En definitiva, las probabilidades, ontológicamente, son de la naturaleza misma, no de nuestro conocimiento, o sea, es lo mismo que el concepto de potencia de Aristóteles o de propensión de Popper (Stapp H.P. 1993 “Mind, Matter and the Quantum Mechanics”, Springer-Verlag, Germany). Lo importante es que mientras en la física clásica una cosa es algo definido, en la física cuántica una cosa es algo latente, potencial que adquiere realidad con la medida. Existe una red informacional que está en el fondo de la “realidad” y que constituye la esencia de la materia. La materia fue desmaterializada en la física actual.

En toda esta red informacional las estructuras lógico-matemáticas ocupan un lugar especial. Esto lo demuestra la capacidad de las matemáticas para predecir estructuras físicas, como es el más conocido caso de la ecuación de Dirac que permitió conocer la existencia de anti-partículas, contrariamente al concepto de aquel tiempo. E. j. Cohen (Cohen J.E. 2004 “Mathematics is biology’s next microscope, only better, biology is mathematics next physics, only better” PLoS Biology, 2, e439), profesor de la Universidad de Columbia explica “las matemáticas son para la biología su nuevo microscopio, solamente que mejor”.

Estos conceptos y otros más me llevaron a proponer que las estructuras lógico-matemáticas, son constitutivas de la realidad, y su presencia en ella explican claramente la evolución de la mente humana (Yunes R.A. 2005 “The evolution of the human mind and the logic-mathematics structures”m J. theor. Biol. 236, 95-110).

Otro aspecto significativo de la física actual es indicado por Vannini y Di Corpo (Vannini A., Di Corpo U. 2011 “Quantum Physics, advanced waves and consciousness” J. Cosmology 14) que demuestran que la ecuación de Klein y Gordon de ecuación de onda, relativisticamente invariante, da una raíz cuadrada que tiene dos soluciones: la solución positiva que describe ondas de información que divergen desde causas localizadas en el pasado y que van hacia el futuro (ondas retrasadas), la solución negativa describe ondas invertidas que van desde el futuro para el pasado (ondas avanzadas). Esta última introduce en la ciencia la tendencia teleológica y las causas finales o atractores que guiaron la evolución. Estas ondas de información, contrariamente a las retrasadas que llevan al desorden, a la falta de diversidad, llevan al orden, a la organización en la complejidad y diversidad, a la vida.

He demostrado (trabajo en publicación) que el incremento de las capacidades cognitivas de diferentes tipos de animales: acuáticos, terrestres y aéreos, que tienen diferentes estructuras neurales, son convergentes hacia un atractor que emite las ondas avanzadas convergentes. Este atractor es la fuente de la información, similar a la luz solar que es fuente de energía y atractor de las plantas.

Nuevos paradigmas que se están desarrollando en antropología, biología, psicología, física cuántica, neurociencias y con un razonamiento lógico-matemático podemos mostrar una nueva realidad evolutiva de la mente humana.

Existen dos atractores que guiaron la auto-organización de la mente humana: i) El instinto de conocimiento orientado hacia el ambiente buscando la maximización de la similaridad entre conceptos-modelos y el mundo (Perlovsky L.I. 2006 “Towards a physics of the mind” Physics of Life Reviews, 3, 23-55), ii) El instinto de autonomia buscando la maximización de la similaridad entre el concepto-modelo y el yo, la identidad. En este proceso las relaciones sociales juegan un papel importante (Yunes R.A. 2013, Syntropy (I)42-59).
Estos procesos se van realizando por interacciones, retroalimentación, entre la información que fluye por el cerebro y la del ambiente en el primer caso y del propio cerebro en el segundo.

La información que va evolucionando por retroalimentación entre los organismos y su medio, incluye emociones y un conocimiento implícito, inconsciente capaz de hacer cosas que requieren intenciones, deliberación y aprendizaje subliminal (Seitz AR, Watanabe T, 2003 “Is subliminal learning realy passive?, Nature 422, 36). El conocimiento implícito está en la base de los denominados sistemas centrales, que son sistemas neurales especializados en funciones específicas como matemático, geométrico, de objetos, de seres animados y de parceros sociales (Espelke E.S., Kinzler K.D., 2007 “Core Knowledge” Developmental Sci. 10, 89-96).

La retroalimentación es la base de la auto-organización y de la vida. Esta retroalimentación es el elemento de control que tiene el sistema nervioso. Un movimiento de nuestra mano, es guiado en su trayectoria y velocidad por retroalimentación, entre ella y la visión. El instinto de autonomía humano se manifiesta en el cerebro como auto-reflexión o atractor de identidad. Cuando menor el tiempo de retroalimentación más estable es el sistema. Esto observamos en la evolución del hombre a través del género homo. (ver más detalles sobre la auto-reflexión en RD 00/03/16 “El desafio del neoliberalismo III).
Una idea tomada de una analogía puede ser importante para aclarar esta idea. Consideremos un horno que deseamos mantener a una temperatura de 200°C.

Colocamos un calentador que elevará la temperatura, pero ella llega a 202°C, es entonces que un detector envía un mensaje de retroalimentación al calentador que será desconectado. La temperatura baja pero no hasta 200 sino hasta 198°C. Y así sucesivamente. Si mejoramos la velocidad de la información de retroalimentación podemos conseguir, tal vez, una oscilación entre 199,9°C y 200,1°C pero nunca estable en 200°C. Para esto se necesita una transmisión instantánea, con velocidad infinita de la información.

Perlovsky (op. cit.) explica que existen dos importantes sentidos: de lo bello y lo sublime que no son finitos. Así como la lógica y la matemática están en forma inmanente en el universo, también está lo bello, lo sublime, lo transcendente. La elección se realiza desde un infinito número de posibilidades y contienen una información infinita, es un hecho matemático.

Las ondas convergentes de información llevan las capacidades cognitivas del ser humano con su cerebro, que es depositario de la mayor complejidad en el universo que conocemos, hacia un atractor infinito, de naturaleza no física, la información es una realidad no-material transportada por ondas cuánticas. Para los teólogos del medioevo el camino para el infinito es el camino hacia Dios. Dios es un ser infinito.

Nicolás de Cusa, teólogo, filósofo y místico alemán, nombrado cardenal en 1450, sugirió que el infinito puede ser accesado por representación simbólica y matemática asintótica. El célebre matemático alemán George Cantor, que demostró la existencia de infinitos actuales, demostró igualmente que el Absoluto infinito es un símbolo del ilimitado Dios.
Aplicando el Principio de Reflexión, que dice que cualquier propiedad del Absoluto infinito puede también ser propiedad de una entidad menor, sugerí que, al contactar la mente humana en su evolución con el Absoluto, por un mecanismo de inducción adquirió la auto-reflexión, esto es una retroalimentación instantánea, sin tiempo, a su” imagen y semejanza”. De esta forma el sistema consiguió su máxima estabilidad y autonomía. Ahora está en un nivel superior y puede interpretar el flujo de información que lo llevo a evoluir. Observamos que la creación de seres a su “imagen y semejanza” puede ser explicado científicamente.

Ahora puede por este mecanismo pensar sobre el pensar, o sea crear símbolos que es una característica única del ser humano que el filosofo E. Cassirer definió como el ”animal simbolicum” y que el prof. Hans Lenk en un reciente artículo (Lenk H. “What Makes Human Beings Unique” Philosophy now; Issue 69, Jun/Jul 2016) define como “animal metasymbolicum” por su capacidad de proyectar símbolos sobre símbolos.

En el ser humano la evolución toma consciencia de sí misma y orienta su futuro que debemos construir(como no es posible desarrollar toda la teoría en un breve artículo sugiero ver más detalles en Yunes R.A. 2013 “The Real State Strange Loop. Evolution and Uniqueness of the Human Mind. Psychological Implications” 42-59). Esta hipótesis, en mi entender, puede ser considerada como una nueva aproximación para reunificar ciencia y religión.