"Francisco, termina de levantar estas mesas de los cambistas de los que han convertido la Iglesia y la casa del padre en una cueva de bandidos" Sor Lucía, al Sodalicio, Cipriani, Verbo Encarnado: "No van a vencer los que quieren morir matando"

La disolución del Sodalicio, la intervención del Instituto del Verbo Encarnado, los escándalos de Belorado, compra de venta de lingotes de oro, los vídeos que van apareciendo y haber estado cobrando de la Seguridad Social, los abusos de Cipriani... mucha cosa que suena a escándalo en el que se ha puesto blanco sobre negro y han quedado en evidencia muchos de aquellos que decían defender la ortodoxia, la radicalidad del Evangelio.

Que tenían toda una fuerza impresionante y un poder para cortar cabezas y para hacer de martillo de herejes, para denunciar lo que para ellos era intocable en nombre de la sacrosanta verdad. Bueno, todos estos, cuando se les ha llamado a la obediencia que ellos exigían en otros tiempos, cuando tenían patente de corso para hacer y deshacer lo que les daba la gana con todas las bendiciones, cuando tenían personajes también corruptos, turbios que estaban moviéndose por el entramado Vaticano, cuando el Papa ha comenzado a hacer una investigación y ha escuchado a las víctimas, a los más débiles, a los más vulnerables y ha intervenido, todos estos que parecían que eran los defensores y los garantes del Evangelio y de la ortodoxia, ahora están rechinando de odio.

Intentando dibujar una fidelidad a la Iglesia y a la verdad, de repente ponen palos a las ruedas. Y resulta que Francisco es el demonio. Y no se animan ellos a decirlo, y mandan mensajeros y utilizan frases, y hacen que el otro diga y retuitean, pero después de retuitear y para decir que van a tener venganza eterna, por ejemplo, a la comisión Sicluna-Bertomeu, después vienen y ponen cuatro o cinco mensajes piadosos para disimular.

Y después que dicen que van a aceptar humildemente la intervención, como dicen los del Instituto del Verbo Encarnado, de lo que diga el Papa y la intervención que tienen. Entre ellos se van riendo de las personas que les han puesto para hacer un acompañamiento. Habrá que ver todo lo que hay de movimiento económico y de otros intereses que no eran tan evangélicos. Ni tan angelicales como lo que defendían.

Y digo angelicales porque alguno de los líderes del Sodalicio estuvo también en la televisión de la Madre Angélica, la famosa televisión, que era el gran martillo de herejes, a quien tenían que temer cualquiera que pudiera hablar con un poco de libertad, estando realmente al lado de los más pobres, trabajando por el evangelio, dejándose la piel. Y ellos, poniendo los ojos en blanco y vendiendo la moto para poder después expropiar tierras, quitárselas a los campesinos, blanquear dinero.

Todo esto ha pasado con estos grandes movimientos que han movido muchísimas fortunas, y que hoy han quedado desplumados. Y desplumados están, como pollos sin cabeza. Pero a pesar de eso quieren cortar cabezas.

Una vez más, todo mi apoyo al Papa Francisco. Que no tiene ningún compromiso económico, y puede decir ¡A mí que vengan y que me registren! ¡Qué bueno esto de tener un Papa evangélico! Un Papa que no tiene miedo a la verdad y que no teme por su vida, porque su vida ya está entregada

Una vez más, todo mi apoyo al Papa Francisco. Que no tiene ningún compromiso económico, y puede decir ¡A mí que vengan y que me registren! ¡Qué bueno esto de tener un Papa evangélico! Un Papa que no tiene miedo a la verdad y que no teme por su vida, porque su vida ya está entregada.

Ojalá Dios toque el corazón de todos aquellos que hoy están como unas fieras porque les han tocado el bolsillo y les han desmontado el chiringuito. Pero ojalá que la Iglesia de San Francisco se sienta en la vida de todos. No tengamos más chiringuitos. Esto pasó siempre. Jesús entró en el templo, sacó el látigo y los echó a latigazos porque habían convertido la casa de su Padre en una cueva de bandidos.

Bien Francisco, termina de levantar estas mesas de los cambistas de los que han convertido la Iglesia y la casa del padre en una cueva de bandidos. Y no dejes de cuidar también, y de apoyar, a aquellos que están en la Iglesia. Porque ellos, que en tu nombre y en nombre del Evangelio quieren estar al lado de las víctimas, de los más débiles, de aquellos que durante muchos años han sido avergonzados, también con el visto bueno de algunos jerarcas en diversas congregaciones, que gracias a Dios ya no están en cargos de poder.

Y no voy a dar ningún nombre porque creo que los tenemos todos muy claro hablando de los que estamos hablando. Porque ha habido encubrimiento y ha habido connivencia. Y seguramente porque ha habido intereses. Dios bendiga a la Iglesia: convirtamos la casa del Padre en un sitio para hacer misericordia, para acompañar a los que sufren, para defender la vida, pero no para estar haciendo negocios sucios, turbios, aquellos que quieren morir matando. No van a poder matar a aquellos que sirven a la verdad y que sirven al Evangelio. Francisco, te banco.