El cardenal filipino, condecorado con la Legión de Honor francesa, entra en las quinielas del cónclave Tagle y sus legionarios
El 15 de los corrientes, en la Villa Bonaparte, fue galardonado el prelado filipino con más alcance internacional con el Premio de la Legión de Honor de la República de Francia, con rango de oficial de manos del embajador francés Florence Mangin
Estos movimientos cuentan con varios clérigos, cegados por la ambición y que tienen ‘planes’ con respecto a su futuro por si acaso un filipino llega a ocupar la Cátedra Petrina
| Macario Ofilada Mina
Escribo este artículo el 25 de febrero, cuando se cumple el 38º aniversario de la Revolución de EDSA que expulsó de Filipinas al dictador Marcos. Y ahora tenemos al hijo de este como titular del Palacio Presidencial de Malacañang. Claramente, aquello no fue una revolución, sino solo un cambio de gobierno, pues seguía o sigue imperando una política de personajes más que de una de ideologías o centrada en los verdaderos problemas del pueblo filipino.
Lo mismo se refleja en nuestro paisaje eclesial marcado por las geografías de ’a bombo y platillo’ de tal forma que, desde la pandemia, no habrá ningún país con un incremento en el número de santuarios elevados a nivel nacionales o internacionales ni en el de imágenes marianas coronadas canónica o episcopalmente.
Toda esta pompa es el opio de estas masas de devotos tan lejos del cielo, a pesar de sus súplicas cotidianas al Santo Niño, al Nazareno, a la Virgen del Perpetuo Socorro y tan cerca, al menos eso es lo que piensan o quieren (sobre todo si cuentan con recursos económicos), a los caciques de estas geografías: el clero, pues esta Iglesia filipina es ante todo una institución eclesial.
Tagle, galardonado
El 15 de los corrientes, en la Villa Bonaparte, fue galardonado el prelado filipino con más alcance internacional con el Premio de la Legión de Honor de la República de Francia, con rango de oficial de manos del embajador francés Florence Mangin. Me refiero al cardenal Luis Antonio Tagle, pro-prefecto del Dicasterio de la Evangelización, reestructurado por el papa Francisco.
Es un honor bien merecido, si bien no se sabe si el galardonado es un afrancesado pero sí se sabe que es un hombre bueno, campechano, entregado en el servicio a los más pequeños máxime desde su sacerdocio y episcopado en la Diócesis de Imus pasando por su estancia en la Sede de Manila hasta su puesto actual, modificado por el papa para compartir los honores con Rino Fisichella cuya estrella no conoce ningún eclipse pese a su defenestración de Caritas por motivos ajenos del control del mismo laureado.
Lo que la gente en esta sociedad levítica del archipiélago magallánico, empezando con los círculos clericales y los adictos a estos mismos, han subrayado es la candidatura del purpurado filipino, el primer cardenal dentro de la Orden de Obispos nacido en estas islas, en un hipotético conclave. De hecho, en las redes sociales se ha formado una especie de lobby o grupo de presión que apoya la candidatura de Tagle para la Sede de Pedro. Y no solo en las redes sociales, sino también en las comunidades eclesiales en que, el que suscribe estas líneas, fue acusado de ser un envidioso por no querer apoyar la candidatura de un paisano. Estos movimientos cuentan con varios clérigos, cegados por la ambición y que tienen ‘planes’ con respecto a su futuro por si acaso un filipino llega a ocupar la Cátedra Petrina.
Un gesto que hará daño a Tagle
Sería inútil insistir en cómo se desarrolla un cónclave bajo la inspiración del Espíritu Santo cuando la historia ha demostrado que a algunos cónclaves este claramente faltó. También sería inútil intentar convencer a estos ‘lobbyistas’ que, amén de ser inútil, este gesto de ellos en pro de Tagle le hará daño a este.
No cabe duda de que estamos presenciando las postrimerías de un pontificado muy discutido pero muy significativo por sus reformas, cambios, gestos culminando con Fiducia Supplicans y ahora los preparativos para el Jubileo 2025 con un año de preparación. No se sabe si Francisco abrirá y cerrará la Puerta Santa, pero sí se sabe que es el Papa y su pontificado tiene un legado que todavía deberíamos masticar, degustar, digerir. Pese a sus imperfecciones, el pontificado del Papa gaucho es el menos clerical desde los tiempos del papa Montini y que ha intentado reformas tan necesarias en la iglesia.
À l'occasion de la remise des insignes d’Officier de la Légion d'Honneur à SER le card Luis Antonio Tagle, l'Ambassadrice est revenue sur son parcours marqué par le souci des plus pauvres et sur ses multiples actions pour aider les enfants vulnérables à Manille. Félicitations ! pic.twitter.com/grBC4GZB7c
— La France au Vatican (@FranceauVatican) February 15, 2024
No cabe duda de que Tagle es un hombre que destaca. Si bien no se sabe su ‘verdadera orientación teológica o ideológica’ desde su tesis doctoral en la Catholic University of America en Washington, D.C. sobre la colegialidad en Pablo VI, bajo la dirección del profesor Joseph A. Komonchak y su discutida colaboración sobre la Settimana Nera del Concilio, bajo la dirección de G. Alberigo, lo cual hizo que muchas v voces preguntaran acerca de su hermenéutica del aggiornamento contra a la corriente del ressourcement muy amado por conservadores.
Sin embargo, fue favorecido por el entonces cardenal Ratzinger que lo hizo servir en la Comisión Teológica Internacional. Llegó al Episcopado en las postrimerías del pontificado largo de Juan Pablo II (2001) y Benedicto XVI lo hizo cardenal en el último consistorio de su pontificado, el segundo de aquel año fatídico (2012) que era el preludio al bombazo del 11 de febrero de 2013 en que el papa alemán anunciaba su renuncia en un latín que ni siquiera la mayoría de los cardenales presentes entendía y que reflejaba un estilo peculiar de anunciar pero no de comunicar.
No se puede hacer aquí un análisis de las posturas intelectuales o ideológicas de Tagle pero sí cabe destacar aquí su ‘garra’.
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