Ramón Baltar Veloso Ni hereje ni rojo, cristiano
(Ramón Baltar Veloso).- Los católicos inmovilistas de nación, cuando un Papa les sale rana, se afanan en ningunearlo con esta torpe y farisaica fórmula: trae buenas intenciones pero carece de solvencia teológíca. Lo intentaron con Juan XIII y ahora repiten jugada con el argentino, pontífices que merecedores de oposición de cabezas mejor equipadas.
Se la cicateó la madre natura al cardenal Gerhard Müller, exprefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe que va de intelectual de raza. En la desmesurada acusación a Francisco de que flojea en teología y cae en enfoques marxistas para fundamentar su acción pastoral, late la arrogancia elitista de señalar la preparación intelectual como requisito para el exitoso desempeño del ministerio petrino.
No es cosa de creer que la del jesuita sea menor que la de Pedro, rudo pescador galileo que supo dar cuenta del recado que le encomendara el Maestro.
Y mucho más a los escrupulosos firmantes de una ladina carta en latín en la que piden a Francisco aclaraciones sobre ciertos puntos de la Amoris laetitia, con aviso de que si no contesta le montarán una corrección formal. Aplica aquí el dicho aquel de que lo obvio no necesita glosa, y para más inri exigirle al Papa que explique verbigracia por qué aconseja a los obispos que estudien admitir a la comunión a los católicos divorciados y vueltos a casar por lo civil es declarar ignorancia de la clave que sostiene el cristianismo.
Empecinados, no alcanzan a descubrir que al tildar a Francisco de hereje confirman al padre Bergoglio como discípulo de Jesús: de tal lo acusaron los sacerdotes de los judíos porque predicaba la primacía al Amor y la Compasión sobre la Ley y la Doctrina. El que vive según este sanísimo principio no necesita de muchas "teologías".
Basan su desacuerdo en que el Papa es un ser humano cuyas opiniones personales están sujetas a error. Hallazgo que enriquecería la idea de sinodalidad si sus autores concedieran que esa limitación también les atañe. Que si quieres arroz, Catalina.