"Braulio quiere pasar a la historia como el último poseedor del título de 'arzobispo de Guadalupe'" Una "prelatura territorial", posible solución para el regreso de Guadalupe a Extremadura
(Antonio Aradillas).- Lo mismo dentro que fuera de Extremadura, y por razones no solo eclesiásticas, sino cívicas y hasta políticas, Guadalupe, con su Virgen, La Puebla, monasterio y santuario - "Patrimonio de la Humanidad", por más señas-, ha sido y es noticia de primera página en los medios de comunicación.
Y es que, ser y ejercer de patrona de su Comunidad Autónoma, y a la vez, administrativamente en sus áreas eclesiásticas pertenecer con todas sus consecuencias a la diócesis de Toledo, capital de Castilla-La Mancha, es caso único en todo el orbe católico. A tal conclusión hay que añadirle la de que tan extraña y esperpéntica situación, de alguna manera es también causa y explicación del aterrador lugar que hoy ocupa la región en los mismos índices oficiales de subdesarrollo en todo orden de cosas.
La Iglesia, por Iglesia, basada en la fuerza reconquistadora y feudal "manu militari" de los otrora todopoderosos y guerreros arzobispos Primados de las Españas, debiera haberle ya devuelto y restituido en justicia y por Constitución, las correspondientes rentas, territorios y territorios "parroquiales", que les corresponden a Extremadura. Pero así son, y siguen siendo los imperiales arzobispos Primados.
CALLES ILUSTRADAS - VIRGEN DE GUADALUPE
— Apinavarro (@apinavarro) December 10, 2018
La Virgen de Guadalupe es una advocación mariana cuyo santuario está situado en la villa de Guadalupe, Cáceres. Es la Patrona de Extremadura desde 1907, siendo así una de las siete... https://t.co/HYpY0x5SHypic.twitter.com/JjRz8ATvZA
Pero por fin, y esta es la noticia que aquí y ahora adelanto con gozo tanto pastoral como patriótico, es posible afirmar que nos encontramos ya en vísperas de que la sensatez, el Código de Derecho Canónico y las gestiones de orden político, religioso y cívico, con participación del pueblo-pueblo, con "Guadalupex" a la cabeza, las aguas "guadalupanas" vuelvan a sus cauces y se corrija tamaña injusticia y ofensa para la Iglesia y la Comunidad Autónoma extremeñas.
Los fundamentos de la ya viable información se asientan sobre todo en el par de rumores que describo a continuación, previa la advertencia de que "el rumor es la antesala de la verdad", a la vez que es su "más perceptible y antecedente perfume".
Don Braulio, arzobispo actual de Toledo, es de quien ha dependido y depende la decisión de ponerle el punto final al destierro oneroso de la Virgen de Guadalupe, recuperando el apelativo de "extremeña" la que hoy por hoy es toledana y castellano- manchega. El Presidente de la Conferencia Episcopal Española, a título personal, y los obispos extremeños tanto oficial como oficiosamente, manifiestan con dolorida frecuencia su desacuerdo con la tozuda, y para otros, vanidosa, actitud de don Braulio. En vísperas ya de su merecida jubilación arzobispal al frente de la archidiócesis toledana -el 27 de enero cumple los 75 años de edad-, el rumor de querer pasar a la historia como el último poseedor del título de arzobispo de Guadalupe, parece ser que su sensibilidad pastoral y los consejos de sus buenos amigos, le insta a facilitar la gestión.
Así lo esperan el pueblo extremeño y sus representantes, con motivaciones religiosas de verdad y el agradecimiento propio que se les exige y se presupone a quienes son seguidores de la doctrina que imparten los evangelios, sin nombrar explícitamente a las demarcaciones eclesiásticas y menos a las metropolitanas, con obispos aguerridos y espadachines al frente de sus soldados, siempre en orden para entrar en batalla campal, al amparo de símbolos, estandartes, banderas e insignias "religiosas".
#DiadelaHispanidad La patrona de #Extremadura fue coronada como “Reina de la Hispanidad”, por Alfonso XIII. https://t.co/rSR7bG5Y8vpic.twitter.com/oSxtLD92Pz
— AndresParra_L (@AndresParra_L) October 12, 2018
El recuerdo, estudio y redacción de la tesis presentada en la "Universidad del Norte", , con sede en la levítica cuidad de Burgos, con el título de "El proceso de Jesús ante el Sanedrín y la catequesis cristiana primitiva", seguramente que le aportaría al doctorando don Braulio argumentos bíblicos para facilitarles a los obispos de Extremadura la actividad pastoral que les corresponde por lo que respecta a Guadalupe y a la treintena de pueblos de las actuales provincias de Cáceres y Badajoz.
Dato relevante en el proceso de la ya próxima "extremeñización" de Guadalupe -Virgen, La Puebla, santuario y monasterio_ es la gestión paralela que se efectúa ante los organismos supremos de la Curia Romana, con anuencia y bendición del papa Francisco, manifestada al presidente de la Comunidad Autónoma de Extremadura y al arzobispo de Mérida-Badajoz, con la intención de conseguir para Guadalupe la condición de "Prelatura Territorial", al margen, o sobre, cualquier otra diócesis lo que privilegiaría aún más tan sacrosanto y significativo nombre y lugar extremeños.
Esta solución administrativamente eclesiástica resulta ser frecuente sobre todo en Italia, cuyos lugares -santuarios y monasterios- sean centros importantes de devoción y piedad. Se trata de una fórmula del agrado de muchos y, hoy por hoy, posiblemente la más asequible para Extremadura. Con la forma y de la manera que sea, es de urgencia vital que, de entre tantas y escandalosas noticias "religiosas" como hoy pueblan los medios de comunicación, destaquen la luz y el calor de convertirse en realidad ejemplar de común unión y "sinodalidad" estos rumores guadalupanos evangelizadores.
Con elegancia, diplomacia vaticanista y misericordia para con el toledano "hermano en el episcopado", el arzobispo de Mérida-Badajoz, en su penúltima reclamación de "extremeñidad" de la Virgen de Guadalupe, refiere que se trata " de una causa justa". En román paladino -"palám" o "de forma clara y evidente"-, me hago eco del sentir popular y cristiano de Extremadura -Comunidad Autónoma y Provincia Eclesiástica- , y no encuentro otros apelativos que los de "injusticia", "injuria" y "ofensa" para todo un pueblo, precisamente el más preterido de entre los de toda España.