"El diálogo extraordinario de los cristianos con Dios estuvo y está algo cojo" La relación extraordinaria con Dios
"Diálogo extraordinario y diálogo ordinario, de ambos se sirve Dios para hablar con Israel"
"Llevamos muchos siglos atravesando nuestra particular Diáspora, desde las primeras comunidades"
"Desde hace poco más de un siglo, con la renovación carismática protestante, y después la católica, parece que hay un tímido resurgir"
"Desde hace poco más de un siglo, con la renovación carismática protestante, y después la católica, parece que hay un tímido resurgir"
| Javier Domínguez Angulo
¿Cuál fue el ejército que usó Israel para salir de Egipto? El cayado de Moisés. Israel no usó la violencia.
¿Cuál fue el ejército que usó Israel para regresar a Tierra Santa después de la Diáspora? El Holocausto. Israel no usó la violencia.
Diálogo extraordinario y diálogo ordinario, de ambos se sirve Dios para hablar con Israel.
Israel tenía y tiene una relación ordinaria con Dios en el rezo, el trabajo, la familia, el tiempo libre, y una relación extraordinaria principalmente mediante Moisés y los profetas.
La cristiandad prácticamente ha olvidado esta segunda faceta. Cuando Jesús dice a los apóstoles “dadles vosotros de comer”, los apóstoles no se atreven a hacer nada con los panes y los peces.
Más tarde, de alguna manera Jesús insiste durante la Transfiguración, cuando aparecen Moisés y Elías.
Los apóstoles siguen sin animarse, y Jesús acabará diciendo que quien tiene más fe es el centurión romano.
Con Juan el Bautista había empezado ese diálogo extraordinario en los cristianos. Tras la Resurrección de Jesús, en los Hechos de los Apóstoles, continúa mediante señales y prodigios. Y no solo los hombres, también hubo mujeres, hubo profetisas.
Aunque, ¿se hicieron obras mayores que las que realizó Jesús? En su humildad Jesús dijo a los apóstoles que harían obras mayores que las que El hizo.
Pero tales obras no se produjeron, no hubo nuevos Moisés ni Elías, el diálogo extraordinario de los cristianos con Dios estuvo y está algo cojo.
Lo cual nos permite advertir que también nuestra relación con el Espíritu Santo está algo coja. Es algo que queda pendiente.
Llevamos muchos siglos atravesando nuestra particular Diáspora, desde las primeras comunidades.
Desde hace poco más de un siglo, con la renovación carismática protestante, y después la católica, parece que hay un tímido resurgir.
Al menos es un comienzo, los signos de los tiempos están cambiando.
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