(Osservatore Romano).-«En nombre de todos los líderes de las siete religiones más grandes del país, he pedido al Parlamento coreano la abolición de la pena de muerte antes de fin de año. He visitado también al presidente de la Asamblea nacional coreana, pidiéndole que apoye este proceso de abolición».
Con estas palabras, monseñor Lazzaro You Heung-sik, obispo de Daejón y presidente de la Comisión episcopal justicia y paz, describe el reciente encuentro de los líderes religiosos con los parlamentarios coreanos. La visita, que tuvo lugar el miércoles pasado, sigue a la realizada el 6 de julio, durante la cual los mismos responsables religiosos habían presentado una petición para sostener una ley de dos partidos políticos orientada a la abolición de la pena capital en el país. «Esta vez -dijo el obispo de Daejón a la agencia AsiaNews- éramos una federación con los representantes de las siete religiones más grandes del país».