Felices quienes han descubierto con gozo y sorpresa el camino de la liberación en su vida.
Felices quienes han vislumbrado la verdad de la liberación y la siguen, con sumo respeto hacia la verdad de los demás.
Felices quienes han sido liberados por la vida, que surge a raudales, desde múltiples manantiales, semillas y esperanzas.
Felices quienes, tras recorrer un sendero que no es el suyo, lo encuentran en la estrella de la liberación.
Felices quienes no se sienten del todo liberados hasta que ven cómo les alcanza la liberación a los que la necesitan.
Felices quienes apoyan y defienden los auténticos movimientos de liberación que surgen en cualquier lugar del mundo.
Felices quienes han descubierto en la liberación el tesoro, el motivo de su propia liberación.
Felices quienes alcanzan la edad madura y siguen trabajando, como el primer día, por la causa primera y definitiva de la liberación.
(Bienaventuranzas de la vida - PPC)