Mercadona y sus interproveedores. ©

Ayer, un programa de TV se dedicó al fenómeno Mercadona. Un fenómeno que ya el siglo pasado se estudiaba en las universidades comerciales de los Estados Unidos.

Entrevistaban al feliz empresario-director de una fábrica de pan con semillas. Éste nos informó que en una feria se había encontrado al Presidente de Mercadona, Juan Roig. Le dijo que fabricaba pan de molde, acordaron reunirse y... Hoy, es uno de sus 125 interproveedores. Los telespectadores nos enteramos de que su facturación, que él tenía en 6 millones de euros, con Mercadona se multiplicó por diez: 60 MM.

Seguidamente el programa presentó a un disgustado industrial.

Una entrevista sin vista puesto que el susodicho fue una sombra negra, de espaldas, y con la voz desfigurada. Se quejaba de que había dejado de ser el dueño de su negocio porque todo lo controlaban los representantes -"los hombres de negro"- de Mercadona. Y que si bien había subido su facturación, de su beneficio, que en el último ejercicio había alcanzado un 8%, él hubo de conformarse con sólo el 2% que se había convenido y contratado. Uno piensa en qué credibilidad tendrán las palabras de un testigo anónimo, que oculta su cara y distorsiona su voz. Sobre todo, al lado de las realidades por todos conocidas.

Me atrevo a hermanar este escenario con la clásica comparación de la política, o moral de nuestros días, donde la honradez se escapa de nosotros por la incapacidad de ver la realidad de las cosas, que eso es a lo que llamamos inteligencia. Que como ya senté en otro post, la malicia es hija de la estulticia.

Por tanto,fijémonos bien en un detalle que oscurecen el empresario sombrío y el entrevistador. El interproveedor anterior ha pasado a facturar con Mercadona diez veces más de los 6 millones de euros que facturaba solo. Es decir que, gracias al mercado que como a nuevo Aladino le vino a las manos -más o menos, ya no lo sé, cerca de 2000 supermercados-, ha pasado a facturar 60 millones. Crecimiento que es previsible, yo lo apuesto, siga al mismo ritmo.

¿Qué pasa con esa supuesta reducción de ganancia? Pues pasa que, si de 6 millones, sumaría al 8% nada más que €480.000,00, de los 60 millones actuales, "solamente" el 2%, sumaría €1.200.000,00. Hablamos de beneficios. Es decir, del Balance, que sumado a intangibles señala el valor de una empresa. Hablamos del resultado final, después de pagar todo y contabilizarlo: las materias primas, la obsolescencia, las Amortizaciones, la energía, los Gastos Generales...

Bien es verdad, como se deduce, que esta enorme ventaja para el proveedor -un mercado global español, y pronto internacional-, en sus cuentas, en sus bancos, en sus proveedores... Y eso tiene sus tentaciones hacia vías de despiste bajo cuerda. Y esa es una razón para algunos presbitas por la que finalmente no aceptan contratar. Son tan listos que mejor que el millón doscientos mil escojen ganar 480 mil "y lo que se apañe" de dinero negro. Tan negro como el supuesto empresario que no dio la cara en el programa de La Sexta. Porque, por esencia empresarial, las cajas B de proveedor, con Mercadona, o bien no existen o no se podrían "gestionar".

Y de los empleados poco puedo decir pero muy significativo. Lo primero que se observa en ellos cuando te reunes, es una fidelidad modélica a sus jefes y una lealtad espartana a sus deberes. Sin duda, ayudados del sentirse pertenecer a una gran ilusión que dia-a-día ellos ven hacerse realidad. No sé cuantos empleados serán hoy, quizás 60 mil o más, la mayoría con contratos indefinidos, con garantía de trabajo para los hijos... ¡Ah! Y una cosa que no dirán, pero que yo quiero subrayar, es ese no menor detalle de no abrir los domingos y fiestas religiosas o patronales.

Cuando en junio o mayo voy de Burgos a Santander y paso por Venta de Baños, veo la sede industrial de SIRO y siempre pienso en la alianza estratégica de los propietarios con Mercadona. Es fantástico ver sus instalaciones, que dura sus minutos desde el coche. Y pienso en el bien inmenso que ha supuesto para aquellas tierras. Se me figura que esos campos, esas cosechas que veo piden siega, serán pronto, con Mercadona, granos de cereal destinados a mi casa en forma de galletas, de copos para el desayuno, panecillos, etc.

La Sexta es lo que son sus dueños y en nada sorprenden sus tendenciosidades. Hace algún tiempo ya dedicó infumables textos sobre el gigante mundial que es INDITEX. Como muestra diré aquí que una hija mía sobrevoló sobre el puerto de Hong-Kong y quedó boquiabierta, y entusiasmada, al ver kilómetros de contenedores de ZARA o INDITEX. Hoy, que han tocado a MERCADONA, era necesario reavivar el orgullo de ser españoles y enfatizar que cualquier patanada que se invente contra ella está destinada al ridículo. Y sus propagadores a la rechifla... o a los juzgados.
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