Una presentación de altura

El martes pasado, día 11, estuvimos en una presentación de altura: la del libro de José Ignacio González Faus, 'El amor en tiempos de cólera...económica' (RD-Khaf). Por muchos y variados motivos. Por el autor (todo un maestro de teología reconvertido en economista por amor a los pobres). Por su obra, un tratado de la 'economía de la sobriedad compartida' o un 'grito por los paganos de esta crisis'. Por los presentadores, Pedro José Gómez y José María Fidalgo. Y por el público asistente.

En Madrid, a las 8 de la tarde o das una conferencia o te la dan. Resulta tan difícil que acuda la gente a cualquier acto que haber reunido en la presentación a más de 70 personas gratifica. Está claro que Faus congrega y tiene poder de convocatoria.

Y la presentación se convirtió en una especie de ponencia a tres, entre el catedrático de Economía de la Complutense, Pedro José Gómez, el ex sindicalista, José María Fidalgo, y el teólogo metido a economista, José Ignacio G. Faus. Con momentos de gran profundidad, enjundia e, incluso sentido del humor.

Una presentación larga, de dos horas, que se pasaron volando, porque todos aprendimos mucho de esta crisis y de sus eventuales salidas. Los tres nos hicieron disfrutar, reir y, sobre todo, pensar y reflexionar.

Y extraer conclusiones. El sistema se hunde y crea pobreza y dolor. En eso conicidieron lso tres. También coincidieron en la necesidad de buscar salidas y alternativas. Sin caer ni fomentar la "cólera", como dijo Fidalgo.

Como es lógico, Faus y Gómez apostaron por una profunda implicación de los creyentes en esta búsqueda. "Los primeros que tenemos que buscar alternativas somos los cristianos. ¿No decimos que somos hermanos? ¿Cómo podemos quedar impasibles ante tanto dolor de nuestros hermanos?", se preguntaba, con cierta indignación y dolor el autor del libro. Mientras apostaba por "la economía de la sobriedad compartida".

Porque, como reconocía el propio Fidalgo, "la Iglesia ha dado un gran ejemplo últimamente". Y Pedro José Gómez insistía en la idea de que "si los dos mil millones de cristianos nos los tomáramos un poco en serio el ser aliados y amigos de las victimas, alentaríamos la esperanza de lo posible".

José Manuel vidal
Volver arriba