¿Cómo respondieron a la violencia Gandhi, L. King, Mandela y Teresa de Calcuta?

Elegimos entre los que merecen el título de pacíficos según el Evangelio de Jesús, por su oposición a la violencia y por las relaciones con los violentos, al hindú Gandhi y a los cristianos Luter King, Nelson Mandela y la Madre Teresa de Calcuta. La biografía de estos personajes es muy conocida. Los rasgos comunes que les unen fueron anotados en el artículo anterior: los objetivos, las motivaciones y los recursos que emplearon. Ahora contestamos a esta pregunta: ¿Cómo respondió cada uno de ellos a la violencia y cómo se relacionó con los violentos?

Gandhi, conocido como el Mahatma (Grande) (1869-1948)
Gandhi, el político, filósofo y místico, afrontó la violencia de la discriminación de los hindúes en Sudáfrica, la injusticia de la dominación británica y las luchas entre hindúes e islámicos. Él empezó un programa de resistencia pasiva, desobediencia civil y boicot a los productos británicos. Proclamó la "desobediencia civil" a las instituciones británicas, tribunales y escuelas, para manifestar su desacuerdo con las leyes que castigaban delitos revolucionarios. Pero sin violencia porque afirmó: "quisiera sufrir todas las humillaciones, todas las torturas, el ostracismo absoluto y hasta la muerte, para impedir la violencia." “La humanidad no puede liberarse de la violencia más que por medio de la no-violencia”. “La verdad es el objetivo, el amor el medio para llegar a ella”.
Bajo la influencia de la idea de la “a-himsá”, del espíritu del Sermón de la Montaña (de Jesucristo, la resistencia pasiva), y de las enseñanzas del escritor ruso León Tolstoi, dio forma e inició su política de "resistencia pacífica" en contra de las leyes injustas. Literalmente "a-himsá" significa no-violencia. En la tradición religiosa hindú el término adquirió el significado positivo de bondad, caridad y amor por todos los seres y, en este sentido, lo usó Gandhi.
El promotor de la paz entre hindúes y musulmanes murió víctima de la violencia, asesinado por un extremista hindú. Nunca llegó a recibir el premio Nóbel de la Paz aunque fuera nominado cinco veces. Era una persona profundamente ascética y religiosa que murió diciendo Hey Rama, “Oh Dios”.

Luter King (1929 -1968)
El pastor baptista estadounidense, defensor de los derechos civiles, desde joven, tomó conciencia de la situación de segregación social y racial que vivían los negros de su país, y en especial, los de los estados sureños. Muy pronto dio muestras de su carisma y de su firme decisión de luchar por la defensa de los derechos civiles con métodos pacíficos, inspirándose en la figura de Mahatma Gandhi y en la teoría de la desobediencia civil de Henry David Thoreau. En el verano de 1963, encabezó una gigantesca marcha sobre Washington donde pronunció uno de los más bellos discursos por la paz y la igualdad entre los seres humanos: “yo tengo un sueño”. Influyó para que se extendiera por todo el país la conciencia pública sobre el movimiento de los derechos civiles.
Siguiendo los pasos de Gandhi, King creyó firmemente en la paz y en la no violencia en contra de la opinión de muchos de sus seguidores. Con buena oratoria y con respuestas políticas se opuso en contra de la guerra. Sin embargo afirmaba que «cada uno tiene la responsabilidad moral de desobedecer las leyes injustas».
“La violencia crea más problemas sociales que los que resuelve”. Por ello, Luter King prefería prefería la disciplina de la desobediencia civil, que definía no solamente como un derecho sino también como un homenaje a una energía democrática no explotada. Ante la pobreza, pidió a los militantes "utilizar todo el poder de la no violencia para el problema económico". La opinión pública le dio la espalda. Decían que era un agitador y que utilizaba la desobediencia civil. Rechazaba los mandatos de la ley. Premio Nobel de la Paz en 1964, fue asesinado en 1968 cuando tenía 39 años y ya era una figura dominante en Estados Unidos y en el panorama mundial. Fue mejor conocido como un líder de los derechos civiles.
De su pensamiento recordamos que “hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos”. “Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos”

Madre Teresa de Calcuta (1910-1997)
Para la religiosa Teresa de Calcuta, la violencia estaba en la pobreza y en el desamparo. Por ello, desde la fe y la caridad cristiana, se decició en 1947 a trabajar por los más pobres, consciente de que Dios la necesitaba: “ven y sé mi luz. No puedo ir solo”. Jesús le reveló su dolor por el olvido de los pobres y Teresa se sintió llamada por Dios, por lo que más tarde definió como “la llamada de la llamada”
Su respuesta a la violencia fue de amor y servicio a los más pobres: “nuestra misión es cuidar de los hambrientos, los desnudos, los sin hogar, los lisiados, los leprosos, toda esa gente que se siente indeseada, rechazada, sin cariño, para traerlos de vuelta a la sociedad, a esa sociedad para la que se han vuelto una carga y los evita". Por más de cuarenta años sirvió a los más desheredados de la tierra, fundó y también guió a las Misioneras de la caridad en diversos países del mundo hasta pocos meses antes de su muerte. Su oposición contra la violencia se extendió al aborto y a la eutanasia. Pacíficamente luchó en consonancia con la doctrina de la Iglesia. Su pensamiento era claro y rotundo: “el aborto mata la paz del mundo... Es el peor enemigo de la paz, porque si una madre es capaz de destruir a su propio hijo, ¿qué me impide matarte? ¿Qué te impide matarme? Ya no queda ningún impedimento” “La vida de cada ser humano, como que ha sido creación de Dios, es sagrada y de infinito valor, porque El nos ha creado a todos nosotros, incluso al niño recién concebido. La imagen de Dios está en ese niño que aún no ha nacido. Por eso, pienso que aquellas naciones que destruyen la vida legalizando el aborto son las más pobres, porque temen alimentar a un niño más y, por eso, agregan un cruel asesinato más a este mundo”.
Madre Teresa abrió casas en casi todos los países comunistas, incluyendo la antigua Unión Soviética y Albania. En el año 1986 logró llegar a Cuba, donde fue entrevistada por Fidel Castro y allí mismo consiguió su orden para fundar, a pesar de haber afirmado que no había visto pobres en la isla.
Para la década del 70, ya era conocida internacionalmente teniendo gran fama humanitaria y considerada como defensora de los pobres e indefensos. Ella ha sido elogiada por diferentes gobiernos, organizaciones y personas famosas. Por su mensaje de paz y humildad, se relacionó con toda clase de personas, creyentes o no, ciudadanos o políticos, oprimidos o personas causantes de la violencia.
En 1979 recibió el Premio Nóbel de la Paz. Poco tiempo después de su muerte (1997), la Santa de las Cloacas, fue beatificada en 2003 por Juan Pablo II.
Dada la respuesta que Teresa de Calcuta dio a la violencia en la pobreza, aborto y eutanasia, se comprende bien su pensamiento centrado en el amor cristiano.
"No basta con que digamos: Yo amo a Dios pero no amo a mi prójimo . San Juan dice que somos mentirosos si afirmamos que amamos a Dios y no amamos a nuestro prójimo”. “Es muy importante para nosotros darse cuenta de que el amor para que sea auténtico tiene que doler.". “Dios ama todavía al mundo y nos envía a ti y a mi para que seamos su amor y su compasión por los pobres”. "La paz y la guerra empiezan en el hogar. Si de verdad queremos que haya paz en el mundo, empecemos por amarnos unos a otros en el seno de nuestras propias familias”. “El que no sirve para servir, no sirve para vivir”. “Para que el amor sea verdadero, nos debe costar. Nos debe doler. Nos debe vaciar de nosotros mismos”.
Y ¿de dónde sacaba la fuerza esta débil religiosa para realizar tareas tan grandiosas? Ella lo confesó: “Jesús es mi Dios, Jesús es mi Esposo, Jesús es mi Vida, Jesús es mi único Amor, Jesús es todo mi ser, Jesús es mi todo”.. “Para poder amar hay que tener un corazón puro y rezar. El fruto de la oración es la profundización en la fe. El fruto de la fe es el amor. Y el fruto del amor es el servicio al prójimo. Esto nos trae la paz”.

Nelson Mandela (1918-2013)
Abogado, político y pacifista sudafricano, primer presidente de Sudáfrica (1994-1999), elegido por medios democráticos bajo sufragio universal. Es el símbolo de la lucha no violenta contra la segregación racial. En 1944 ingresó en el Congreso Nacional Africano (ANC), un movimiento de lucha contra la opresión de los negros sudafricanos. Nelson Mandela se convirtió en el líder de este movimiento promulgando los métodos de lucha no violentos.
En 1962 fue detenido y condenado a cinco años de reclusión y posteriormente a reclusión perpetua, Nelson Mandela pasó 27 años en prisión bajo penosas condiciones, convirtiéndose en un símbolo de la lucha contra el apartheid dentro y fuera del país, una figura legendaria que representaba la falta de libertad de todos los hombres negros. Mandela recibió más de 250 premios y reconocimientos internacionales durante cuatro décadas, incluido en 1993 el Premio Nóbel.de la Paz.
El pacifismo representa una doctrina y un movimiento partidario de la supresión de la guerra como medio para resolver conflictos. Dos son las variantes: el pacifismo absoluto, que se oponen a toda guerra y considera que la violencia engendra más violencia y el pacifismo relativo, que sólo admite el uso de la fuerza para la defensa contra amenazas extremas.
Por cierto, causa asombro que Nelson Mandela desde el poder no practicara el revanchismo. Por el contrario, neutralizó y controló a todos cuantos querían acabar con los blancos. Fue coherente con su pensamiento: “si quieres hacer las paces con tu enemigo, tienes que trabajar con tu enemigo. Entonces él se vuelve tu compañero”. “Porque ser libre no es solamente desamarrarse las propias cadenas, sino vivir en una forma que respete y mejore la libertad de los demás”.
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