Las siete columnas de la familia perfecta
El blog sobre La familia perfecta presenta tres interrogantes: ¿Imposible? ¿posible? ¿cómo? De los artículos anteriores se puede concluir que es imposible una comunidad familiar que sea feliz y perfecta. El interrogante imposible está fundamentado en la inmensa cantidad de obstáculos, dificultades y enemigos que padece la comunidad familiar bombardeada por dentro y desde fuera. Pues bien, intentamos que la pregunta se convierta en una admiración condicionada: ¡posible! Y para ello presentamos el “cómo” a modo de un edificio, la familia perfecta, sostenida por siete columnas: la ayuda social, el respeto mutuo, la responsabilidad de cada miembro, el amor de todos y entre todos, la fe coherente de creyentes y la comunión como miembros de la Iglesia católica.
La ayuda social o dignidad familiar reconocida La sociedad, civil y eclesiástica, debe reconocer la dignidad de esta comunidad reconociendo sus derechos. A la dignidad, misión y servicios corresponden unas obligaciones-ayuda por parte de la sociedad civil y eclesiástica para que la familia pueda cumplir como le célula vital de la sociedad. La familia abandonada y bombardeada tiene pocas posibilidades de subsistir.
La madurez personal de los novios, los padres y los hijos Los futuros esposos deben poseer la suficiente madurez para afrontar y cumplir las obligaciones como esposos y padres de familia. La inmadurez es una de las causas más frecuente de la ruptura familiar.
El respeto mutuo en el trato diario
El respeto mutuo rige como ley fundamental entre los esposos, entre los padres hijos y hermanos entre sí. Cuando surgen faltas graves de respeto corre peligro el amor, alma y motor de las relaciones entre esposos, padres-hijos y hermanos. Sin amor, la comunidad familia pierde su sentido y desaparece.
La responsabilidad en el compromiso correspondiente Los esposos deben ser conscientes de sus tareas y responsabilidades. Los padres de familia y los hermanos entre sí tienen una serie de obligaciones-tareas que deben cumplir para que la familia sea una comunidad de amor y servicio. La responsabilidad es la primera manifestación del respeto y del amor. Si la irresponsabilidad es grave, el grupo familiar se deteriora y hasta puede sufrir pérdidas irreparables.
El amor como el corazón y motor de la vida familiar.
El amor con sus principales exigencias y manifestaciones es el corazón y motor de la familia. A los padres corresponde testimoniar y educar para el valor principal en la comunidad familiar. Así será reconocida como humana y cristiana
La fe coherente en quienes afirman su condición de creyentes.
La creencia en Dios, desde cualquier religión monoteísta, la fe coherente, es un requisito para una familia completa-feliz tal y como atestigua la historia. Esta fe podrá ser testimoniada en las religiones monoteístas y en las diferentes religiones del cristianismo.
La comunión eclesial en los bautizados en la Iglesia católica Los bautizados en la Iglesia profesarán junto a la fe, la fidelidad a la doctrina y al culto que son propios de esta comunidad eclesial y que reciben el calificativo de comunión. La falta de comunión daña la realización completa de quienes recibieron el bautismo y recibieron el sacramento del matrimonio.
He ahí las siete columnas sobre las que desca la familia. Su felicidad y perfección dependerá del grado, presencia-permanencia de tales fundamentos. Pero a estas columnas habrá que añadir factores históricos que influyen como es la salud de todos los miembros y la economía segura y estable.
En adelante este blog analizara cada una de las columnas o pilares que mantienen la comunidad familiar. La ayuda a las familias por parte de la sociedad será la primera de las columnas que necesita la célula vital de la sociedad, la familia, para cumplir su misión de formadora de personas y promotora del desarrollo comunitario.
La ayuda social o dignidad familiar reconocida La sociedad, civil y eclesiástica, debe reconocer la dignidad de esta comunidad reconociendo sus derechos. A la dignidad, misión y servicios corresponden unas obligaciones-ayuda por parte de la sociedad civil y eclesiástica para que la familia pueda cumplir como le célula vital de la sociedad. La familia abandonada y bombardeada tiene pocas posibilidades de subsistir.
La madurez personal de los novios, los padres y los hijos Los futuros esposos deben poseer la suficiente madurez para afrontar y cumplir las obligaciones como esposos y padres de familia. La inmadurez es una de las causas más frecuente de la ruptura familiar.
El respeto mutuo en el trato diario
El respeto mutuo rige como ley fundamental entre los esposos, entre los padres hijos y hermanos entre sí. Cuando surgen faltas graves de respeto corre peligro el amor, alma y motor de las relaciones entre esposos, padres-hijos y hermanos. Sin amor, la comunidad familia pierde su sentido y desaparece.
La responsabilidad en el compromiso correspondiente Los esposos deben ser conscientes de sus tareas y responsabilidades. Los padres de familia y los hermanos entre sí tienen una serie de obligaciones-tareas que deben cumplir para que la familia sea una comunidad de amor y servicio. La responsabilidad es la primera manifestación del respeto y del amor. Si la irresponsabilidad es grave, el grupo familiar se deteriora y hasta puede sufrir pérdidas irreparables.
El amor como el corazón y motor de la vida familiar.
El amor con sus principales exigencias y manifestaciones es el corazón y motor de la familia. A los padres corresponde testimoniar y educar para el valor principal en la comunidad familiar. Así será reconocida como humana y cristiana
La fe coherente en quienes afirman su condición de creyentes.
La creencia en Dios, desde cualquier religión monoteísta, la fe coherente, es un requisito para una familia completa-feliz tal y como atestigua la historia. Esta fe podrá ser testimoniada en las religiones monoteístas y en las diferentes religiones del cristianismo.
La comunión eclesial en los bautizados en la Iglesia católica Los bautizados en la Iglesia profesarán junto a la fe, la fidelidad a la doctrina y al culto que son propios de esta comunidad eclesial y que reciben el calificativo de comunión. La falta de comunión daña la realización completa de quienes recibieron el bautismo y recibieron el sacramento del matrimonio.
He ahí las siete columnas sobre las que desca la familia. Su felicidad y perfección dependerá del grado, presencia-permanencia de tales fundamentos. Pero a estas columnas habrá que añadir factores históricos que influyen como es la salud de todos los miembros y la economía segura y estable.
En adelante este blog analizara cada una de las columnas o pilares que mantienen la comunidad familiar. La ayuda a las familias por parte de la sociedad será la primera de las columnas que necesita la célula vital de la sociedad, la familia, para cumplir su misión de formadora de personas y promotora del desarrollo comunitario.