¿Cuándo la conciencia actúa como juez injusto?
Respuesta al interrogante: cuando condena la verdad y defiende la mentira
Todo el respeto y toda la dignidad para la conciencia que cumple con su misión, cuando dicta como verdadero o como falso lo que realmente es así. Entonces es la voz de Dios y merece llamarse justo juez que condena la mentira. Y es la conciencia auténtica porque actúa con rectitud, verdad y certeza. Pero en ocasiones, la conciencia actúa contra la verdad y defiende la mentira, Actúa como juez injusto Sucede cuando la conciencia está distorsionada por criterios radicales o por ideologías fanáticas o por pasiones inconfesables, o bien por la mentalidad subjetivista o relativista, o por juzgar con imprudencia al no tener en cuenta todos los elementos necesarios. Entonces la conciencia no cumple con su misión y merece el calificativo de juez injusto que condena la verdad.
De esta “mala” conciencia tratamos, de la deformada-distorsionada. Aquí se puede aplicar el aforismo: “corruptio optimi, pesima”; diferente de otras clases la conciencia escrupulosa o la que duda o la conflictiva o la equivocada sin poder salir del error. El artículo se centra en la conciencia subjetivista, mal juez, víctima de los criterios exaltados de la crisis moral y en especial de la ética de situación.
La conciencia víctima de la crisis moral
Según expuse en otro artículo: quien lee el periódico o escucha la radio o ve la televisión o conversa con el móvil o pide datos por Internet, queda influido por las verdades y las muchas mentiras de las personas, medios de comunicación,grupos políticos o religiosos, que justifican una información o una ideología falsa alegando que él, ellos, la persona, son inocentes, que “no han dicho nada falso, ni han hecho nada malo, injusto u ofensivo”. Y si los “otros”, los que recibieron la información o los criterios-ideologías negativas, protestan es debido a que tienen “otra” opinión. Y nada más. Hasta el dictamen de un juez será considerado como una respuesta muy “relativa”. ¿Qué hay detrás de las mentiras justificadas? Está la conciencia de estos protagonistas que reflejan y aplican los criterios de la ética de situación con las manifestaciones fundamentales de subjetivismo y relativismo. También la conciencia queda hipotecada por la cultura, la religión, las costumbres… y por la opiniones de la calle que todos comparten.
Factores de la crisis moral que afectan a la conciencia
Varios son los factores de la crisis. Fundamentalmente, el cambio de valores éticos y la serena amoralidad que reina en los últimos tiempos: la llamada democratización ética porque muchos identifican la verdad moral con la opinión de la mayoría. La conciencia es víctima de un bombardeo sobre los valores objetivos. También influyen:
las ideologías y ciertas doctrinas filosóficas como el naturalismo, el positivismo, el racionalismo y más en concreto, el secularismo y la ética de situación.
A todo ello, se une la revolución sexual,
-la presión de los medios de comunicación social,
-el influjo de las redes sociales
-y la presión de las ideologías, máxime cuando se concretan en legislaciones a la hora de juzgar sobre sexualidad, divorcio, aborto y hasta la eutanasia.
Bajo la crisis, la conciencia defiende a ultranza el juicio libre y creador de la persona sobre cualquier problema y aunque se oponga a criterios éticos, costumbres arraigadas, leyes o tradiciones.
El mismo mensaje evangélico queda reducido al amor, la sinceridad, la rectitud de intención prescindiendo de otros aspectos fundamentales de la ética como son la defensa de la vida, los mandamientos…y tantos criterios de la Buena Nueva de Jesús.
Todavía faltan por exponer dos factores que explican la mala actuación de la conciencia. Son las ideologías enumeradas por Juan Pablo II y las manifestaciones de la crisis moral que hipotecan a la conciencia.
Todo el respeto y toda la dignidad para la conciencia que cumple con su misión, cuando dicta como verdadero o como falso lo que realmente es así. Entonces es la voz de Dios y merece llamarse justo juez que condena la mentira. Y es la conciencia auténtica porque actúa con rectitud, verdad y certeza. Pero en ocasiones, la conciencia actúa contra la verdad y defiende la mentira, Actúa como juez injusto Sucede cuando la conciencia está distorsionada por criterios radicales o por ideologías fanáticas o por pasiones inconfesables, o bien por la mentalidad subjetivista o relativista, o por juzgar con imprudencia al no tener en cuenta todos los elementos necesarios. Entonces la conciencia no cumple con su misión y merece el calificativo de juez injusto que condena la verdad.
De esta “mala” conciencia tratamos, de la deformada-distorsionada. Aquí se puede aplicar el aforismo: “corruptio optimi, pesima”; diferente de otras clases la conciencia escrupulosa o la que duda o la conflictiva o la equivocada sin poder salir del error. El artículo se centra en la conciencia subjetivista, mal juez, víctima de los criterios exaltados de la crisis moral y en especial de la ética de situación.
La conciencia víctima de la crisis moral
Según expuse en otro artículo: quien lee el periódico o escucha la radio o ve la televisión o conversa con el móvil o pide datos por Internet, queda influido por las verdades y las muchas mentiras de las personas, medios de comunicación,grupos políticos o religiosos, que justifican una información o una ideología falsa alegando que él, ellos, la persona, son inocentes, que “no han dicho nada falso, ni han hecho nada malo, injusto u ofensivo”. Y si los “otros”, los que recibieron la información o los criterios-ideologías negativas, protestan es debido a que tienen “otra” opinión. Y nada más. Hasta el dictamen de un juez será considerado como una respuesta muy “relativa”. ¿Qué hay detrás de las mentiras justificadas? Está la conciencia de estos protagonistas que reflejan y aplican los criterios de la ética de situación con las manifestaciones fundamentales de subjetivismo y relativismo. También la conciencia queda hipotecada por la cultura, la religión, las costumbres… y por la opiniones de la calle que todos comparten.
Factores de la crisis moral que afectan a la conciencia
Varios son los factores de la crisis. Fundamentalmente, el cambio de valores éticos y la serena amoralidad que reina en los últimos tiempos: la llamada democratización ética porque muchos identifican la verdad moral con la opinión de la mayoría. La conciencia es víctima de un bombardeo sobre los valores objetivos. También influyen:
las ideologías y ciertas doctrinas filosóficas como el naturalismo, el positivismo, el racionalismo y más en concreto, el secularismo y la ética de situación.
A todo ello, se une la revolución sexual,
-la presión de los medios de comunicación social,
-el influjo de las redes sociales
-y la presión de las ideologías, máxime cuando se concretan en legislaciones a la hora de juzgar sobre sexualidad, divorcio, aborto y hasta la eutanasia.
Bajo la crisis, la conciencia defiende a ultranza el juicio libre y creador de la persona sobre cualquier problema y aunque se oponga a criterios éticos, costumbres arraigadas, leyes o tradiciones.
El mismo mensaje evangélico queda reducido al amor, la sinceridad, la rectitud de intención prescindiendo de otros aspectos fundamentales de la ética como son la defensa de la vida, los mandamientos…y tantos criterios de la Buena Nueva de Jesús.
Todavía faltan por exponer dos factores que explican la mala actuación de la conciencia. Son las ideologías enumeradas por Juan Pablo II y las manifestaciones de la crisis moral que hipotecan a la conciencia.