Cómo enfocar la mistica
Millones de personas aceptan la mística y millones la rechazan. Quizás, muchos de ellos, optan a favor o en contra sin saber lo que realmente es la mística. Quizás lo que les mueve es su impulso religioso o antireligioso, o algún que otro prejuicio o alguna tradición favorable. Quizás, muchos cambien de opinión con los datos históricos y los criterios del presente preámbulo. Para clarificar el sentido de la mística y quitar alguno de los prejuicios, disponemos de la ayuda de los autores consultados para este artículo: A. Grün, O.G. de Cardedal y S. Uríbarri. Posteriormente acudiremos a otros autores.
Variaciones. del término. Antes, místicos eran quienes gozaban de fenómenos extraordinarios. Pero en el siglo XX se pasó de una mística de fenómenos a otra de la objetividad bíblica, sacramental, eclesial centrada en la fe, en el amor y en el servicio al prójimo.. Encontramos la mística como experiencia y la mística como introducción a esa experiencia (mistagogía). Hoy la segunda acepción es la mística como iniciación al encuentro con Dios, de forma que sea posible mantener con él una relación, a un Tú, alguien a quien uno puede dirigirse, hablar y amar, ante el que se puede vivir y en cuya presencia caminar hasta llegar a la perfección…En resumen, una amistad con Dios parecida a la de Moisés o Isaías (Gn 17,1)
Disciplinas relacionadas con la mística
Ante todo, la Teología (de la) mística que versa sobre su interpretación y sistematización. Identifica la experiencia y la sitúa dentro del organismo vivo que es la realidad cristiana. La Filosofía (de la ) mística analiza sus condiciones de posibilidad. La mística filosófica indaga en los fundamentos metafísicos, antropológicos e históricos que legitiman una experiencia del Absoluto tal como la proponen quienes dicen haber gozado de ella. ¿Qué hombre y qué Dios, y qué relación existe entre ambos para que la exposición de la mística sea posible por parte de Dios como del hombre?.
También hay que tener presente la reacción dentro de la Iglesia católica: ¿ascética y mística o espiritualidad? Ascética como el ejercicio, obra del hombre que se prepara, purifica, abre y ordena hacia Dios por la renuncia, la autonegación y el amor a él, en espera de que él acoja este esfuerzo, lo complete, y lo lleve a la plenitud en la purificación, iluminación y unificación. Son las tres edades de la vida interior que expone el maestro G Lagrange. La mística es comprendida como la acción directa, gratuita, sobrenatural de Dios en el alma del creyente al que transforma. En esta línea escribe Olegario G. de Cardedal: mística es el conocimieto experimental de Dios o contemplación amorosa y fruitiva de Dios
Ahora bien, para otros, la mística es considerada como la vía hacia el silencio interior, un camino de sosiego y de quietud. Está ligada a la meditación, a un camino que va hacia el interior de la persona, al espacio interior del silencio en el que mora Dios. Nos adentramos dentro de nosotros mismos y encontramos nuestra paz interior.
¿Tiene qué decir algo Jesucristo sobre la mística? Mucho, como expondremos en artículos especiales. Ahora, baste con decir que Jesús tiene rasgos proféticos y carismáticos pero no aparece con los rasgos que nos ofrecen los místicos cristianos. Ni mucho menos los de las religiones orientales. La reflexión de Cardedal,(expuesta y comentada en el segundo artículo del blog) ilumina mucho el concepto de la mística: “ahora bien, si por mística se entiende el cultivo de la interioridad, la atención a la voz del Espíritu, el descentramiento de sí para estar centrado en Dios, la vida espiritual profunda, el amor y el deseo intenso de Dios… entonces Cristo es supermístico y todo verdadero cristiano es un místico
Pero sigue flotando la pregunta sobre la identidad de la mística. Necesita un artículo especial por las innumerables interpretaciones. Porque un autor de prestigio como el P.Royo Marín ha expuesto las definiciones-opiniones de más de 40 autores espirituales antes de dar la suya propia.
Envío este artículo en la festividad de Santa Teresa. Su vida y obras clarifican de modo vivencial la mística. Tema para futuros artículos.
Variaciones. del término. Antes, místicos eran quienes gozaban de fenómenos extraordinarios. Pero en el siglo XX se pasó de una mística de fenómenos a otra de la objetividad bíblica, sacramental, eclesial centrada en la fe, en el amor y en el servicio al prójimo.. Encontramos la mística como experiencia y la mística como introducción a esa experiencia (mistagogía). Hoy la segunda acepción es la mística como iniciación al encuentro con Dios, de forma que sea posible mantener con él una relación, a un Tú, alguien a quien uno puede dirigirse, hablar y amar, ante el que se puede vivir y en cuya presencia caminar hasta llegar a la perfección…En resumen, una amistad con Dios parecida a la de Moisés o Isaías (Gn 17,1)
Disciplinas relacionadas con la mística
Ante todo, la Teología (de la) mística que versa sobre su interpretación y sistematización. Identifica la experiencia y la sitúa dentro del organismo vivo que es la realidad cristiana. La Filosofía (de la ) mística analiza sus condiciones de posibilidad. La mística filosófica indaga en los fundamentos metafísicos, antropológicos e históricos que legitiman una experiencia del Absoluto tal como la proponen quienes dicen haber gozado de ella. ¿Qué hombre y qué Dios, y qué relación existe entre ambos para que la exposición de la mística sea posible por parte de Dios como del hombre?.
También hay que tener presente la reacción dentro de la Iglesia católica: ¿ascética y mística o espiritualidad? Ascética como el ejercicio, obra del hombre que se prepara, purifica, abre y ordena hacia Dios por la renuncia, la autonegación y el amor a él, en espera de que él acoja este esfuerzo, lo complete, y lo lleve a la plenitud en la purificación, iluminación y unificación. Son las tres edades de la vida interior que expone el maestro G Lagrange. La mística es comprendida como la acción directa, gratuita, sobrenatural de Dios en el alma del creyente al que transforma. En esta línea escribe Olegario G. de Cardedal: mística es el conocimieto experimental de Dios o contemplación amorosa y fruitiva de Dios
Ahora bien, para otros, la mística es considerada como la vía hacia el silencio interior, un camino de sosiego y de quietud. Está ligada a la meditación, a un camino que va hacia el interior de la persona, al espacio interior del silencio en el que mora Dios. Nos adentramos dentro de nosotros mismos y encontramos nuestra paz interior.
¿Tiene qué decir algo Jesucristo sobre la mística? Mucho, como expondremos en artículos especiales. Ahora, baste con decir que Jesús tiene rasgos proféticos y carismáticos pero no aparece con los rasgos que nos ofrecen los místicos cristianos. Ni mucho menos los de las religiones orientales. La reflexión de Cardedal,(expuesta y comentada en el segundo artículo del blog) ilumina mucho el concepto de la mística: “ahora bien, si por mística se entiende el cultivo de la interioridad, la atención a la voz del Espíritu, el descentramiento de sí para estar centrado en Dios, la vida espiritual profunda, el amor y el deseo intenso de Dios… entonces Cristo es supermístico y todo verdadero cristiano es un místico
Pero sigue flotando la pregunta sobre la identidad de la mística. Necesita un artículo especial por las innumerables interpretaciones. Porque un autor de prestigio como el P.Royo Marín ha expuesto las definiciones-opiniones de más de 40 autores espirituales antes de dar la suya propia.
Envío este artículo en la festividad de Santa Teresa. Su vida y obras clarifican de modo vivencial la mística. Tema para futuros artículos.