¿Qué mensaje ofrece la “Caritas in veritate” de Benedicto XVI?
Como artículo final sobre los temas de la justicia, presento una interpretación personal de la última encíclica de Benedicto XVI,Caritas in veritate, La caridad en la verdad (2009) desde los parámetros del ”Ser y vivir hoy”, y dentro del tema de la Justicia social .. El SER como mística del cristiano, el VIVIR como su praxis coherente, y el HOY como la respuesta a diversos problemas de la actualidad. Entre los muchos criterios que expone este Documento social, selecciono y estructuro algunos, los que me han parecido más significativos. Reconozco la dificultad de resumir en un artículo la complejidad del pensamiento pontificio. Intentaré la mayor objetividad en la exposición de valores y respuestas que integran el ser y en el vivir humano y cristiano. Para el “hoy”, extenso y problemático, será suficiente con la enumeración de los temas siguiendo un trabajo del Instituto social León XIII.
1º “EL SER”: ALGUNOS VALORES INTEGRANTES Entre los valores que expone Caritas in veritate, elijo el de la persona, el mundo, Dios y la religión.
La persona centro del auténtico desarrollo
Tengamos presente que el primer capital que se ha de salvaguardar y valorar es la persona humana porque el respeto a la vida es hoy una importante cuestión de desarrollo. ¿Cómo conseguirlo? No simplemente a través de la tecnología, pues el desarrollo debe incluir tanto el crecimiento espiritual como el material. Recordemos: “no hay desarrollo pleno ni un bien común universal sin el bien espiritual y moral de las personas, consideradas en su totalidad de alma y cuerpo” (cf 25,28, 68 y 76).
Un mundo humanizado
Juan Pablo II apoyó una coalición mundial a favor del trabajo, factor necesario para que las organizaciones sindicales se abran a las nuevas perspectivas del mundo humanizado. ¿Cuáles son los objetivos a conseguir? Rescatar a los pueblos del hambre, la miseria, las enfermedades endémicas y el analfabetismo; liberar de una explotación sin reglas los recursos de la tierra; luchar contra las desigualdades entre los países ricos y los pobres, afrontar la inseguridad a causa de la escasez de alimentos que provoca altos índices de mortalidad. Así mismo conviene tener presente la preocupante disminución de la natalidad como signo de crisis; atender la actual crisis económica y financiera que agudiza y hace más urgente el tema del progreso, ayudar a las naciones que han salido de la pobreza, a otras que permanecen deterioradas por los altos aranceles impuestos por los países desarrollados y por las dificultades sufridas en el proceso de descolonización (cf 21, 22, 27,28,33, 43,63, 64).:
Dios necesario en la esfera pública
Para los creyentes, el mundo es fruto de un proyecto de Dios, dando pie al deber de unirse a todas las personas de buena voluntad para hacer que el mundo corresponda al plan del Creador: vivir como una familia ante Dios Pero hoy se percibe a Dios como no necesario, lo cual, al final es irracional. Por el contrario, reconocer que Dios nos ama y nos invita al amor-caridad, nos permite ver la interdependencia de las personas como una llamada a la comunidad en una sola familia. Y es que el amor de Dios crea un sentido de urgencia para construir una comunidad global de amor/caridad. Y las religiones pueden contribuir al desarrollo solamente si Dios tiene un lugar en la esfera pública (19, 20, 29, 56, 57, 78 y 4).
Las religiones presentes en el desarrollo de la comunidad global
Partimos de varios hechos: la exclusión de la religión y la presencia del fundamentalismo religioso, obstaculizan el encuentro entre las personas y su colaboración para el progreso de la humanidad. Así mismo, la negación del derecho a la libertad religiosa con asesinatos, terrorismo de inspiración fundamentalista, etc. y la promoción programada de la indiferencia religiosa o del ateísmo práctico, privan de la fortaleza moral y espiritual necesaria para conseguir un desarrollo humano integral.
La historia constata: la disponibilidad para con Dios provoca la disponibilidad para con nuestros hermanos y la vida entendida como una tarea solidaria. Solo un humanismo abierto a Dios nos puede guiar en la promoción y construcción de estructuras, instituciones, cultura y ethos al servicio del bien común universal. En el contexto social y cultural actual, vivir la caridad en la verdad lleva a comprender que la adhesión a los valores del cristianismo no es sólo un elemento útil, sino indispensable para la construcción de una buena sociedad y un verdadero desarrollo humano integral (19, 20, 29, 56, 57, 78 y 4).
2º. “EL VIVIR”: RESPUESTAS BÁSICAS
Para construir un mundo humanizado donde Dios y la religión tengan su digno puesto son necesarias: como raíz y fuente la caridad con la gratuidad, como tronco la justicia unida a la caridad, y como ramas del árbol las manifestaciones de responsabilidad y solidaridad.
En Cristo, la raíz, y en la Trinidad, el proceso de la caridad en la verdad. Cristo es el primer testigo del amor vivido en la caridad como la principal fuerza impulsora del auténtico desarrollo de cada persona y de toda la humanidad. En la caridad de Cristo, que tiene su origen en Dios, Amor y Verdad, toda persona encuentra la fuerza extraordinaria para comprometerse generosamente en el campo de la justicia y de la paz.
¿Cómo recibimos la caridad y la verdad? En un proceso trinitario, puesto que la caridad es “amor que desde el Hijo desciende sobre nosotros. Es amor creador, por el que nosotros somos; es amor redentor, por el cual somos recreados. Es el Amor revelado, puesto en práctica por Cristo (cf. Jn 13,1) y «derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo» (Rm 5,5). Y como fruto de este proceso trinitario, los hombres, “destinatarios del amor de Dios, se convierten en sujetos de caridad, llamados a hacerse ellos mismos instrumentos de la gracia para difundir la caridad de Dios y para tejer redes de caridad. .
¿Cuál será nuestra colaboración? Según Pablo VI en la Populorum Progressio, trabajando por el desarrollo (léase justicia) con el ardor de la caridad y la sabiduría de la verdad. De esta manera el don del amor de Dios nos permite tener esperanza en un desarrollo para todos los hombres (1,5 y 8).
La gratuidad, expresión del amor y condición para la justicia
De la caridad en la verdad brota la experiencia del don, una experiencia clave que revela nuestra dimensión trascendente. La lógica del don y el principio de gratuidad son expresiones de la fraternidad que deben tener espacio en la actividad económica ordinaria. Más aún, son exigencias del hombre en el momento actual, pero también de la razón económica misma. La gratuidad es una condición tanto para la justicia como para el desarrollo económico social y político
Dada la importancia de la gratuidad se explica que sea fuente, en la época de la globalización y en la actividad económica, de la solidaridad y la responsabilidad. Como dijera Juan Pablo II, nos encontramos para la sociedad civil, ante el ideal de una economía de la gratuidad y de la fraternidad (34, 36 y 38)
Manifestaciones de la caridad Son expresiones de la caridad la justicia, la responsabilidad y la solidaridad.
La justicia
Virtud cardinal y una de las formas operativas de la caridad en la verdad. Como tal, la justicia es “inseparable de la caridad,” “intrínseca a ella.” La justicia es “la primera vía de la caridad”, “su mínima medida”. Pero la caridad va “más allá de la justicia y la completa con la lógica de la entrega y el perdón” (6).
La responsabilidad
Es una actitud fundamental de la persona que urge madurar para no pensar solemente en los derechos. Se comprende mejor cuando está unida a la conciencia y asume los reproches, es una exigencia de la vocación que tiene su razón en la caridad, síntesis de toda virtud. La responsabilidad social está apoyada en la verdad, en la confianza y en el amor y se hace presente en la vocación al desarrollo integral pero unida a las relaciones del hombre libre.
Hoy día la responsabilidad resplandece más su dimensión de globalidad porque afecta a toda la humidad. En especial la de los pueblos opulentos posee una dimensión común ante los otros pueblos hambrientos. Tal responsabilidad se convierte en voz eficaz ante las necesidades de las naciones más pobres reconociendo su participación en situaciones de subdesarrollo. No vale ampararse en el azar o en el determinismo, antes bien que cada entidad asuma su responsabilidad como lo hace la Iglesia ante la creación (43,35,17,2,11,5,9,50, 17,67,17,48,66)
La solidaridad
Es un hecho y un beneficio, es también un deber la solidaridad. Fundamentalmente consiste en que todos se sientan responsables de todos y no solamente el Estado. Por su vinculación con la justicia y el bien común, no puede separarse de la gratuidad y de la responsabilidad. Junto a la justicia y la paz, es un factor decisivo para construir la única comunidad de la familia humana. Sus efectos aumentan si se tiene en cuenta la doctrina de Jesús sobre el amor compartido tal y como aparece en la parábola del rico epulón (43, 38, 54, 27)
Ante el ideal de solidaridad está la realidad del hombre que en ocasiones se desentiende y no ayuda al prójimo. ´Más aún, el egoísmo reivindica el derecho a lo superfluo en la sociedad opulentas mientras falta lo elemental de comida, agua potable, instrucción básica y cuidados sanitarios en muchos países del mundo subdesarrollado y en la periferia de las grandes ciudades del primer mundo. Otra manifestación de insolidaridad se encuentra en el daño ambiental (43, 19, 39, 50).
¿Cómo poner en práctica el principio de solidaridad? Ante todo, aceptar que se pueden vivir auténticas relaciones de amistad, de sociabilidad y de solidaridad dentro y fuera de de la actividad económica . Otro criterio a tener en cuenta: se debe apoyar a los países pobres con el fin de que ellos mismos puedan satisfacer sus necesidades. También hay que tener presente la solidaridad con las futuras generaciones a la hora de establecer proyectos para un desarrollo integran que sea humano. Muchas son las áreas donde canalizar las acciones solidarias: problemas económicos, el gasto energético, en la educación, etc. Claro que hace falta una Autoridad mundial regulada por el derecho, que se atenga a los principios de subsidiaridad y de solidaridad, que esté ordenada a la realización del bien común, comprometida en la realización de un auténtico desarrollo humano integral inspirado en los valores de la caridad en la verdad (67). Para el cómo de las acciones solidarias, la fe cristiana, puede ayudar a crecer en la convivencia , en beneficio del desarrollo comunitario y planetario (36,27,41, 48, 49, 61, 67 y 59).
3º. “EL HOY”: ENUMERACIÓN DE TEMAS
El “hoy” como respuesta a diversos problemas de la actualidad socio-económica comprende una temática amplísima y compleja en la Encíclica de Benedicto XVI. Desborda los objetivos del blog Ser y vivir hoy. Me limito a la enumeración de cuestiones siguiendo el maravilloso resumen del Instituto social León XIII.
La interdependencia de los pueblos y naciones (9)
El objetivo del desarrollo: rescatar a los pueblos del hambre, la miseria, las enfermedades endémicas, el analfabetismo... (21)
El desarrollo actual se compone de múltiples ámbitos con muchas causas diferentes (22).:
La inseguridad, causa de la escasez de alimentos (27). .
El respeto a la vida es hoy una importante cuestión de desarrollo. La pobreza provoca altos índices de mortalidad. El control demográfico y las leyes que promueven el aborto, control natal, contracepción, esterilización, eutanasia (28).
La actual crisis económica y financiera se agudizan (33).
El mercado es la institución económica para el intercambio de bienes y servicios (35).
El contexto económico internacional actual requiere una nueva forma de entender la empresa (40).
La globalización no es un proceso socio-económico determinista (42).
El crecimiento demográfico (44)
La economía tiene necesidad de la ética para su correcto funcionamiento (45).
Ambiente natural. Deberes que nacen de nuestra relación con el ambiente natural (48). El modo con que el hombre trata el ambiente influye en la manera de tratarse a sí mismo (51).
El problema energético. Los países pobres no tienen medios para acceder a los recursos energéticos no renovables ni para financiar fuentes alternativas (49). .
La migración es un fenómeno masivo que requiere sólidas políticas de cooperación (62)
Pobreza y desocupación están estrechamente vinculadas (63)
Las organizaciones sindicales llamadas a abrirse a las nuevas perspectivas (64).
Las finanzas como instrumento encaminado a producir mejor riqueza y desarrollo (65).
La interrelación mundial y el nuevo poder político de los consumidores (66)
El desarrollo de los Pueblos y la Técnica Capítulo Seis:
El desarrollo no puede conseguirse simplemente a través de la tecnología (68)
Tecnología. Evitar la fascinación de la tecnología como un poder ideológico (70)
El desarrollo considerado como un asunto netamente técnico – económico, etc.(71)
La construcción de la paz tampoco es un simple proceso tecnológico (72)
Los medios de comunicación social determinan e influyen en los cambios y en el modo de percibir la realidad y la persona humana (73).
La bioética está muy avanzada y con tentaciones (74)
Planificación eugenésica y eutanasia. Llegó el momento de entender cada vez mejor los misterios de la vida, corremos un doble riesgo: en un extremo, una sistemática planificación eugenésica de los nacimientos y en el otro, una mentalidad a favor de la eutanasia (75)
1º “EL SER”: ALGUNOS VALORES INTEGRANTES Entre los valores que expone Caritas in veritate, elijo el de la persona, el mundo, Dios y la religión.
La persona centro del auténtico desarrollo
Tengamos presente que el primer capital que se ha de salvaguardar y valorar es la persona humana porque el respeto a la vida es hoy una importante cuestión de desarrollo. ¿Cómo conseguirlo? No simplemente a través de la tecnología, pues el desarrollo debe incluir tanto el crecimiento espiritual como el material. Recordemos: “no hay desarrollo pleno ni un bien común universal sin el bien espiritual y moral de las personas, consideradas en su totalidad de alma y cuerpo” (cf 25,28, 68 y 76).
Un mundo humanizado
Juan Pablo II apoyó una coalición mundial a favor del trabajo, factor necesario para que las organizaciones sindicales se abran a las nuevas perspectivas del mundo humanizado. ¿Cuáles son los objetivos a conseguir? Rescatar a los pueblos del hambre, la miseria, las enfermedades endémicas y el analfabetismo; liberar de una explotación sin reglas los recursos de la tierra; luchar contra las desigualdades entre los países ricos y los pobres, afrontar la inseguridad a causa de la escasez de alimentos que provoca altos índices de mortalidad. Así mismo conviene tener presente la preocupante disminución de la natalidad como signo de crisis; atender la actual crisis económica y financiera que agudiza y hace más urgente el tema del progreso, ayudar a las naciones que han salido de la pobreza, a otras que permanecen deterioradas por los altos aranceles impuestos por los países desarrollados y por las dificultades sufridas en el proceso de descolonización (cf 21, 22, 27,28,33, 43,63, 64).:
Dios necesario en la esfera pública
Para los creyentes, el mundo es fruto de un proyecto de Dios, dando pie al deber de unirse a todas las personas de buena voluntad para hacer que el mundo corresponda al plan del Creador: vivir como una familia ante Dios Pero hoy se percibe a Dios como no necesario, lo cual, al final es irracional. Por el contrario, reconocer que Dios nos ama y nos invita al amor-caridad, nos permite ver la interdependencia de las personas como una llamada a la comunidad en una sola familia. Y es que el amor de Dios crea un sentido de urgencia para construir una comunidad global de amor/caridad. Y las religiones pueden contribuir al desarrollo solamente si Dios tiene un lugar en la esfera pública (19, 20, 29, 56, 57, 78 y 4).
Las religiones presentes en el desarrollo de la comunidad global
Partimos de varios hechos: la exclusión de la religión y la presencia del fundamentalismo religioso, obstaculizan el encuentro entre las personas y su colaboración para el progreso de la humanidad. Así mismo, la negación del derecho a la libertad religiosa con asesinatos, terrorismo de inspiración fundamentalista, etc. y la promoción programada de la indiferencia religiosa o del ateísmo práctico, privan de la fortaleza moral y espiritual necesaria para conseguir un desarrollo humano integral.
La historia constata: la disponibilidad para con Dios provoca la disponibilidad para con nuestros hermanos y la vida entendida como una tarea solidaria. Solo un humanismo abierto a Dios nos puede guiar en la promoción y construcción de estructuras, instituciones, cultura y ethos al servicio del bien común universal. En el contexto social y cultural actual, vivir la caridad en la verdad lleva a comprender que la adhesión a los valores del cristianismo no es sólo un elemento útil, sino indispensable para la construcción de una buena sociedad y un verdadero desarrollo humano integral (19, 20, 29, 56, 57, 78 y 4).
2º. “EL VIVIR”: RESPUESTAS BÁSICAS
Para construir un mundo humanizado donde Dios y la religión tengan su digno puesto son necesarias: como raíz y fuente la caridad con la gratuidad, como tronco la justicia unida a la caridad, y como ramas del árbol las manifestaciones de responsabilidad y solidaridad.
En Cristo, la raíz, y en la Trinidad, el proceso de la caridad en la verdad. Cristo es el primer testigo del amor vivido en la caridad como la principal fuerza impulsora del auténtico desarrollo de cada persona y de toda la humanidad. En la caridad de Cristo, que tiene su origen en Dios, Amor y Verdad, toda persona encuentra la fuerza extraordinaria para comprometerse generosamente en el campo de la justicia y de la paz.
¿Cómo recibimos la caridad y la verdad? En un proceso trinitario, puesto que la caridad es “amor que desde el Hijo desciende sobre nosotros. Es amor creador, por el que nosotros somos; es amor redentor, por el cual somos recreados. Es el Amor revelado, puesto en práctica por Cristo (cf. Jn 13,1) y «derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo» (Rm 5,5). Y como fruto de este proceso trinitario, los hombres, “destinatarios del amor de Dios, se convierten en sujetos de caridad, llamados a hacerse ellos mismos instrumentos de la gracia para difundir la caridad de Dios y para tejer redes de caridad. .
¿Cuál será nuestra colaboración? Según Pablo VI en la Populorum Progressio, trabajando por el desarrollo (léase justicia) con el ardor de la caridad y la sabiduría de la verdad. De esta manera el don del amor de Dios nos permite tener esperanza en un desarrollo para todos los hombres (1,5 y 8).
La gratuidad, expresión del amor y condición para la justicia
De la caridad en la verdad brota la experiencia del don, una experiencia clave que revela nuestra dimensión trascendente. La lógica del don y el principio de gratuidad son expresiones de la fraternidad que deben tener espacio en la actividad económica ordinaria. Más aún, son exigencias del hombre en el momento actual, pero también de la razón económica misma. La gratuidad es una condición tanto para la justicia como para el desarrollo económico social y político
Dada la importancia de la gratuidad se explica que sea fuente, en la época de la globalización y en la actividad económica, de la solidaridad y la responsabilidad. Como dijera Juan Pablo II, nos encontramos para la sociedad civil, ante el ideal de una economía de la gratuidad y de la fraternidad (34, 36 y 38)
Manifestaciones de la caridad Son expresiones de la caridad la justicia, la responsabilidad y la solidaridad.
La justicia
Virtud cardinal y una de las formas operativas de la caridad en la verdad. Como tal, la justicia es “inseparable de la caridad,” “intrínseca a ella.” La justicia es “la primera vía de la caridad”, “su mínima medida”. Pero la caridad va “más allá de la justicia y la completa con la lógica de la entrega y el perdón” (6).
La responsabilidad
Es una actitud fundamental de la persona que urge madurar para no pensar solemente en los derechos. Se comprende mejor cuando está unida a la conciencia y asume los reproches, es una exigencia de la vocación que tiene su razón en la caridad, síntesis de toda virtud. La responsabilidad social está apoyada en la verdad, en la confianza y en el amor y se hace presente en la vocación al desarrollo integral pero unida a las relaciones del hombre libre.
Hoy día la responsabilidad resplandece más su dimensión de globalidad porque afecta a toda la humidad. En especial la de los pueblos opulentos posee una dimensión común ante los otros pueblos hambrientos. Tal responsabilidad se convierte en voz eficaz ante las necesidades de las naciones más pobres reconociendo su participación en situaciones de subdesarrollo. No vale ampararse en el azar o en el determinismo, antes bien que cada entidad asuma su responsabilidad como lo hace la Iglesia ante la creación (43,35,17,2,11,5,9,50, 17,67,17,48,66)
La solidaridad
Es un hecho y un beneficio, es también un deber la solidaridad. Fundamentalmente consiste en que todos se sientan responsables de todos y no solamente el Estado. Por su vinculación con la justicia y el bien común, no puede separarse de la gratuidad y de la responsabilidad. Junto a la justicia y la paz, es un factor decisivo para construir la única comunidad de la familia humana. Sus efectos aumentan si se tiene en cuenta la doctrina de Jesús sobre el amor compartido tal y como aparece en la parábola del rico epulón (43, 38, 54, 27)
Ante el ideal de solidaridad está la realidad del hombre que en ocasiones se desentiende y no ayuda al prójimo. ´Más aún, el egoísmo reivindica el derecho a lo superfluo en la sociedad opulentas mientras falta lo elemental de comida, agua potable, instrucción básica y cuidados sanitarios en muchos países del mundo subdesarrollado y en la periferia de las grandes ciudades del primer mundo. Otra manifestación de insolidaridad se encuentra en el daño ambiental (43, 19, 39, 50).
¿Cómo poner en práctica el principio de solidaridad? Ante todo, aceptar que se pueden vivir auténticas relaciones de amistad, de sociabilidad y de solidaridad dentro y fuera de de la actividad económica . Otro criterio a tener en cuenta: se debe apoyar a los países pobres con el fin de que ellos mismos puedan satisfacer sus necesidades. También hay que tener presente la solidaridad con las futuras generaciones a la hora de establecer proyectos para un desarrollo integran que sea humano. Muchas son las áreas donde canalizar las acciones solidarias: problemas económicos, el gasto energético, en la educación, etc. Claro que hace falta una Autoridad mundial regulada por el derecho, que se atenga a los principios de subsidiaridad y de solidaridad, que esté ordenada a la realización del bien común, comprometida en la realización de un auténtico desarrollo humano integral inspirado en los valores de la caridad en la verdad (67). Para el cómo de las acciones solidarias, la fe cristiana, puede ayudar a crecer en la convivencia , en beneficio del desarrollo comunitario y planetario (36,27,41, 48, 49, 61, 67 y 59).
3º. “EL HOY”: ENUMERACIÓN DE TEMAS
El “hoy” como respuesta a diversos problemas de la actualidad socio-económica comprende una temática amplísima y compleja en la Encíclica de Benedicto XVI. Desborda los objetivos del blog Ser y vivir hoy. Me limito a la enumeración de cuestiones siguiendo el maravilloso resumen del Instituto social León XIII.
La interdependencia de los pueblos y naciones (9)
El objetivo del desarrollo: rescatar a los pueblos del hambre, la miseria, las enfermedades endémicas, el analfabetismo... (21)
El desarrollo actual se compone de múltiples ámbitos con muchas causas diferentes (22).:
La inseguridad, causa de la escasez de alimentos (27). .
El respeto a la vida es hoy una importante cuestión de desarrollo. La pobreza provoca altos índices de mortalidad. El control demográfico y las leyes que promueven el aborto, control natal, contracepción, esterilización, eutanasia (28).
La actual crisis económica y financiera se agudizan (33).
El mercado es la institución económica para el intercambio de bienes y servicios (35).
El contexto económico internacional actual requiere una nueva forma de entender la empresa (40).
La globalización no es un proceso socio-económico determinista (42).
El crecimiento demográfico (44)
La economía tiene necesidad de la ética para su correcto funcionamiento (45).
Ambiente natural. Deberes que nacen de nuestra relación con el ambiente natural (48). El modo con que el hombre trata el ambiente influye en la manera de tratarse a sí mismo (51).
El problema energético. Los países pobres no tienen medios para acceder a los recursos energéticos no renovables ni para financiar fuentes alternativas (49). .
La migración es un fenómeno masivo que requiere sólidas políticas de cooperación (62)
Pobreza y desocupación están estrechamente vinculadas (63)
Las organizaciones sindicales llamadas a abrirse a las nuevas perspectivas (64).
Las finanzas como instrumento encaminado a producir mejor riqueza y desarrollo (65).
La interrelación mundial y el nuevo poder político de los consumidores (66)
El desarrollo de los Pueblos y la Técnica Capítulo Seis:
El desarrollo no puede conseguirse simplemente a través de la tecnología (68)
Tecnología. Evitar la fascinación de la tecnología como un poder ideológico (70)
El desarrollo considerado como un asunto netamente técnico – económico, etc.(71)
La construcción de la paz tampoco es un simple proceso tecnológico (72)
Los medios de comunicación social determinan e influyen en los cambios y en el modo de percibir la realidad y la persona humana (73).
La bioética está muy avanzada y con tentaciones (74)
Planificación eugenésica y eutanasia. Llegó el momento de entender cada vez mejor los misterios de la vida, corremos un doble riesgo: en un extremo, una sistemática planificación eugenésica de los nacimientos y en el otro, una mentalidad a favor de la eutanasia (75)