¿Cómo respondió Juan Pablo II a la eutanasia, promovida por Hitler?-y-2-
Con razón se afirma que Hitler retrasó en Europa la legalización de la eutanasia. Cuando la guerra empezó en 1939, el “Führer” dio la orden de asesinar a todos los pacientes incapacitados institucionalizados, considerados "incurables". Durante la fase inicial de las operaciones, de 1939 hasta 1941, alrededor de 70.000 personas murieron en el programa de eutanasia. Pero en el procedimiento del Tribunal Militar Internacional de Nuremberg (1945-1946), se calculó que el numero total de víctimas era de 275.000 personas. Así se explica que Europa estuviera “vacunada” contra la eutanasia en los años posteriores a la segunda guerra mundial. Y que el magisterio de la Iglesia, especialmente con la Evangelium vitae de Juan Pablo II, proponga una serie de criterios que refuerzan el rechazo a la eutanasia.
La problemática en la Evangelium vitae
En esta Encíclica, Juan Pablo II propone una serie de temas que orientan sobre la eutanasia. Merecen una lectura íntegra los números que proponemos en plan de preguntas y con respuestas telegráficas. Para otro artículo queda la problemática que suscita el conflicto entre las leyes sobre aborto y la eutanasia y las razones de la ética.
¿Cómo se manifiesta la mentalidad utilitarista respecto a los enfermos incurables? (EV 15)
Esta mentalidad tiene "la tentación de resolver el problema del sufrimiento eliminándolo de raíz, anticipando la muerte al momento considerado como más oportuno" (EV 15).
¿A qué es debido el drama de la eutanasia? (EV 64)
Varios son los factores:
el contexto cultural cerrado a la trascendencia donde la muerte es un absurdo y una sorpresa sin sentido alguno;
el criterio de valorar el sufrimiento como amenaza insoportable;
la creencia que tiene el hombre de "ser criterio y norma de sí mismo" olvidando "su relación fundamental con Dios";
la convicción de muchos de tener el derecho a decidir sobre la propia vida;
el progreso sofisticado de la ciencia que llega a prolongar la vida en situaciones de extrema debilidad;
el ver a las personas ancianas y debilitadas como algo demasiado gravoso e insoportable y considerar que una vida irremediablemente inhábil no tiene ya valor alguno (EV 64).
¿Es inmoral la eutanasia? ¿Es inmoral la renuncia a los medios desproporcionados? (EV 65)
La Iglesia católica no duda sobre la inmoralidad de la eutanasia y "confirma que la eutanasia es una grave violación de la Ley de Dios en cuanto eliminación deliberada y moralmente inaceptable de una persona humana. Esta doctrina se fundamenta en la ley natural y en la Palabra de Dios escrita; es transmitida por la Tradición de la Iglesia y enseñada por el Magisterio ordinario y universal". "La renuncia a medios extraordinarios o desproporcionados no equivale al suicidio o a la eutanasia; expresa más bien la aceptación de la condición humana ante la muerte" (EV 65).
¿Qué relación se da entre suicidio, eutanasia y homicidio? (EV 66)
El suicidio “en su realidad más profunda, constituye un rechazo de la soberanía absoluta de Dios sobre la vida y sobre la muerte" (cf. Sb 16,13; Tb 13,2). Por lo tanto: “la Iglesia siempre ha rechazado al suicidio como decisión gravemente mala”
En cuanto a la eutanasia: es una falsa piedad, pues "la verdadera compasión hace solidarios con el dolor de los demás, y no elimina a la persona cuyo sufrimiento no se puede soportar".
La eutanasia se configura como homicidio cuando la persona no pidió la muerte de ningún modo y nunca dio su consentimiento. Con la eutanasia-homicidio "la vida del más débil queda en manos del más fuerte; se pierde el sentido de la justicia en la sociedad y se mina en su misma raíz la confianza recíproca, fundamento de toda relación auténtica entre las personas"(EV 66).
¿Cómo iluminar el dolor, la muerte y la vida entera? (EV 67)
Respuesta breve: con la fe, la esperanza, el amor y la verdadera piedad que brotan de Cristo Redentor, muerto y resucitado.
Como explicación: en la muerte se da la posibilidad de que germine la semilla de eternidad que el hombre lleva consigo (cf. GS 18). La esperanza ilumina sobre el misterio del sufrimiento y de la muerte: si vivimos, para el Señor vivimos: y si morimos, para el Señor morimos. Así que, ya vivamos ya muramos, del Señor somos" (Rm 14, 7-8). No olvidemos: “quien vive su sufrimiento en el Señor se configura más plenamente a él (cf. Flp 3,10; 1P 2,21). Y se asocia más íntimamente a su obra redentora en favor de la Iglesia y de la humanidad" (cf. Col 1,24) (EV 67).
Queda pendiente otro interrogante para el próximo artículo: ¿Están las leyes contra la ética en el aborto y en la eutanasia?
La problemática en la Evangelium vitae
En esta Encíclica, Juan Pablo II propone una serie de temas que orientan sobre la eutanasia. Merecen una lectura íntegra los números que proponemos en plan de preguntas y con respuestas telegráficas. Para otro artículo queda la problemática que suscita el conflicto entre las leyes sobre aborto y la eutanasia y las razones de la ética.
¿Cómo se manifiesta la mentalidad utilitarista respecto a los enfermos incurables? (EV 15)
Esta mentalidad tiene "la tentación de resolver el problema del sufrimiento eliminándolo de raíz, anticipando la muerte al momento considerado como más oportuno" (EV 15).
¿A qué es debido el drama de la eutanasia? (EV 64)
Varios son los factores:
el contexto cultural cerrado a la trascendencia donde la muerte es un absurdo y una sorpresa sin sentido alguno;
el criterio de valorar el sufrimiento como amenaza insoportable;
la creencia que tiene el hombre de "ser criterio y norma de sí mismo" olvidando "su relación fundamental con Dios";
la convicción de muchos de tener el derecho a decidir sobre la propia vida;
el progreso sofisticado de la ciencia que llega a prolongar la vida en situaciones de extrema debilidad;
el ver a las personas ancianas y debilitadas como algo demasiado gravoso e insoportable y considerar que una vida irremediablemente inhábil no tiene ya valor alguno (EV 64).
¿Es inmoral la eutanasia? ¿Es inmoral la renuncia a los medios desproporcionados? (EV 65)
La Iglesia católica no duda sobre la inmoralidad de la eutanasia y "confirma que la eutanasia es una grave violación de la Ley de Dios en cuanto eliminación deliberada y moralmente inaceptable de una persona humana. Esta doctrina se fundamenta en la ley natural y en la Palabra de Dios escrita; es transmitida por la Tradición de la Iglesia y enseñada por el Magisterio ordinario y universal". "La renuncia a medios extraordinarios o desproporcionados no equivale al suicidio o a la eutanasia; expresa más bien la aceptación de la condición humana ante la muerte" (EV 65).
¿Qué relación se da entre suicidio, eutanasia y homicidio? (EV 66)
El suicidio “en su realidad más profunda, constituye un rechazo de la soberanía absoluta de Dios sobre la vida y sobre la muerte" (cf. Sb 16,13; Tb 13,2). Por lo tanto: “la Iglesia siempre ha rechazado al suicidio como decisión gravemente mala”
En cuanto a la eutanasia: es una falsa piedad, pues "la verdadera compasión hace solidarios con el dolor de los demás, y no elimina a la persona cuyo sufrimiento no se puede soportar".
La eutanasia se configura como homicidio cuando la persona no pidió la muerte de ningún modo y nunca dio su consentimiento. Con la eutanasia-homicidio "la vida del más débil queda en manos del más fuerte; se pierde el sentido de la justicia en la sociedad y se mina en su misma raíz la confianza recíproca, fundamento de toda relación auténtica entre las personas"(EV 66).
¿Cómo iluminar el dolor, la muerte y la vida entera? (EV 67)
Respuesta breve: con la fe, la esperanza, el amor y la verdadera piedad que brotan de Cristo Redentor, muerto y resucitado.
Como explicación: en la muerte se da la posibilidad de que germine la semilla de eternidad que el hombre lleva consigo (cf. GS 18). La esperanza ilumina sobre el misterio del sufrimiento y de la muerte: si vivimos, para el Señor vivimos: y si morimos, para el Señor morimos. Así que, ya vivamos ya muramos, del Señor somos" (Rm 14, 7-8). No olvidemos: “quien vive su sufrimiento en el Señor se configura más plenamente a él (cf. Flp 3,10; 1P 2,21). Y se asocia más íntimamente a su obra redentora en favor de la Iglesia y de la humanidad" (cf. Col 1,24) (EV 67).
Queda pendiente otro interrogante para el próximo artículo: ¿Están las leyes contra la ética en el aborto y en la eutanasia?