¿A quien va dirigida la evangelización sobre la familia?
Si el Documento final del Sínodo comprendiera dos partes: la primera podría concretar los valores integrantes de la familia cristiana; la segunda sería una aplicación de los principios a los tipos-modelos de familia hoy día existentes. ¿Cuáles son?
A-POR LA CONVIVENCIA: familia en paz o con graves conflictos
La convivencia del primer modelo elegido puede transcurrir con paz y amor o con tensiones y graves conflictos.
1º Familia humana y con paz.
Sin conflictos especiales. Entre todos los miembros de esta comunidad predomina el respeto mutuo, la responsabilidad, la paz, y, sobre todo, el amor. Los conflictos interpersonales y las tensiones de convivencia son ocasionales y breves. Diríamos que “normales”.
2º Familia humana pero con situación conflictiva.
En ella abundan las tensiones y los conflictos graves en las relaciones interpersonales. Algunos ejemplos: las peleas hasta con golpes físicos entre los esposos, el abandono del hogar de uno de los cónyuges o el divorcio de la pareja con el trauma para los hijos. También es grave la irresponsabilidad de los padres como educadores por el descuido, las preferencias o los “caprichos” que otorgan a los hijos. Tensión y problemas surgen por la irresponsabilidad de los hijos en los estudios, por la rebeldía ante la normativa familiar, las salidas nocturnas, amistades, la droga o las riñas entre los hijos mayores causadas por la herencia. Y para colmo de esta modalidad de familia: la presencia de graves enfermedades que hipotecan la libertad y la comodidad.
B-POR EL BIENESTAR: familia, protegida o desprotegida
En el mundo existe un porcentaje mínimo de familias que se sienten seguras porque gozan de la protección necesaria para la realización personal de sus miembros: tienen trabajo, posesiones, dinero, salud y el amparo de la sociedad. Son las familias ricas. Por el contrario, en un mayor porcentaje, escandalosamente mayor, están las familias pobres, desprotegidas, bombardeadas por dentro y por fuera, carentes de los más elementales derechos humanos en el área económica, social y política.
3º Familia rica, protegida, con seguridad.
Diversas modalidades, como la familia “burguesa”, la acomodada y la “millonaria”. Dato común: sus miembros gozan de los derechos humanos que garantizan una vida digna en vivienda, salud, educación, trabajo, comida, y libertad para residir donde quieran. Y hasta pueden mirar el futuro con tranquilidad.
Conviene recordar que, aproximadamente, en el mundo, un 20% de este tipo de familias disfruta del 80% de los bienes materiales
4º Familia pobre, desprotegida y bombardeadaVarias modalidades: la familia pobre pero muy diferente de la que vive en la miseria y “pasa hambre”. La familia pobre posee el mínimo de los recursos económicos, del trabajo aunque sea inestable o de la educación mínima. Algunas de ellas sufren persecución política y tienen que abandonar su tierra natal. Otras sufren diversas presiones sociales, políticas o religiosas. En muchas, existe el temor a morir por enfermedad; sufren por la necesidad de emigrar a otro país por razones de pobreza, religión o ideología política.
Tengamos presente que, aproximadamente, en el mundo, un 20% disfruta del 80% de los bienes materiales, y un 80% de habitantes solamente dispone, si acaso, del 20% de los bienes materiales. Y otro detalle importante: dentro de las familias pobres quienes más sufren la desigualdad y humillación son las mujeres, esclavas del machismo cultural o del propio esposo.
C-Familia de creyentes o de indiferentes
Otro de los grandes criterios para evaluar la comunidad familiar es la fe de sus integrantes bautizados. Frente al reducido número de familias que se declaran creyentes, se alza una mayoría absoluta, sobre todo en Occidente, que no lo es en todos sus miembros. Es la familia de miembros bautizados pero indiferentes o que rechazan la fe.
5º Familia de creyentes cristianos Todos sus miembros se confiesan creyentes y respetuosos con la Iglesia. En la convivencia no existe conflicto alguno por motivos religiosos. Ahora bien, en España no llega ni al 15% de estas familias creyentes aunque más del 70% de sus miembros sí recibieron el bautismo y hasta la primera comunión.
Los abuelos de la familia creyente ven con satisfacción que sus hijos y nietos profesan la fe que ellos proporcionaron.
6º Familia de indiferentes, o con miembros sin feCuando los hijos eran niños o adolescentes, no existía problema por la fe en el grupo familiar. Todos, creyentes. Pero posteriormente, algunos de los hijos, como universitarios, profesionales o casados, se apartaron de la práctica religiosa y de la misma fe cristiana. Y no falta quien manifieste a sus padres su agnosticismo o simplemente que perdió la fe. El problema se agrava cuando los mismos padres, sin llegar al rechazo de la fe, viven en la indiferencia religiosa.
No creo exagerar si afirmo que en España, este grupo familiar dividido por la fe, supera al 80% de los bautizados que, después de los 20 años, confiesan su indiferencia religiosa o su rechazo de la fe. Algunos declaran su adhesión al agnosticismo o al ateísmo. Son muy críticos con la fe, con muchos valores del Evangelio, y, sobre todo, con la doctrina moral que enseña la Iglesia. Viven bajo el influjo del secularismo, del subjetivismo o del permisivismo en moral. Me parece que esta modalidad de familia es el primer reto y el gran obstáculo para la evangelización. Es un problema gravísimo para la evangelización.
Los abuelos que conviven en esta modalidad de familia sufren al comprobar el fracaso de la educación que dieron o facilitaron a sus hijos. Y más, cuando son rechazados porque plantean algún criterio o normativa sobre la fe cristiana.
D-Familia practicante o alejada de la Iglesia;
La asistencia a los cultos religiosos (especialmente a la misa dominical), califica a las familias como practicantes o como alejadas de la Iglesia católica
7º Familia practicante De ordinario, aunque no siempre, padres o hijos asisten a misa y mantienen alguna vinculación con su parroquia. En ocasiones, siguen las prácticas religiosas tradicionales. Y es frecuente que algún miembro, o varios, pertenezcan a las asociaciones apostólicas, de oración, o de algún tipo de caridad.
La abuela se distingue por sus muchas devociones y por la asistencia diaria a la misa.
8º Familias católicas pero alejadas de la Iglesia. Es comprensible que, en principio, las familias de personas indiferentes ante la fe, estén alejadas de la Iglesia: abuelos, padres e hijos no mantienen contacto con la parroquia. Como es cierto que algún miembro de esta modalidad de familia manifieste que, sí, que él es católico pero no practicante, “no va a Misa”. Él vive por libre su fe y sus relaciones con Dios. Su presencia en la iglesia es por obligación social o tradicional. Tampoco es raro que en esta familia dividida por la práctica religiosa, la abuela o la madre asistan frecuentemente a Misa.
Los abuelos que siguen como practicantes, se consuelan porque sus hijos “son muy buenos y muy honrados”. Pero les duele la frialdad religiosa, sobre todo cuando recuerdan la práctica religiosa que impartieron, compartieron y facilitaron en colegios religiosos.
E-Familia fiel o sin comunión eclesial
La aceptación de la doctrina y normativa de la Iglesia caracteriza a la mayoría de las familias practicantes que son fieles y viven en comunión. Pero crece el número de miembros de familia que mantienen conflictos con la Iglesia y con la propia conciencia.
9º Familia fiel y en comunión
En esta modalidad de familia, abuelos, hijos y nietos, han recibido el sacramento del bautismo, la confirmación y el matrimonio; aceptan la doctrina de la Iglesia sobre la vida moral en general, y en particular sobre la indisolubilidad y la vida sexual en el matrimonio. Es una familia fiel y en comunión.
10º Familias sin comunión eclesial Les falta fidelidad-comunión eclesial a las parejas que deciden vivir sin el sacramento del matrimonio, matrimonios que no bautizan a los hijos; las parejas de divorciados vueltos a casar, y que se sienten fuera de la Iglesia por no poder comulgar. Con ignorancia, algunos afirman que están “excomulgados”. También viven con diferente problemática moral y eclesial quienes defienden el aborto o rechazan la doctrina de la Iglesia sobre anticonceptivos. Problemática especial existe en los grupos familiares de homosexuales con hijos adoptivos. Los problemas religiosos y eclesiales repercuten fuertemente en los abuelos, especialmente cuando su mentalidad es muy radical.
Mi pregunta: el mensaje cristiano sobre la familia, hoy día, solamente lo recibiría un 20% de bautizados. ¿Cómo llegar al 80%?
A-POR LA CONVIVENCIA: familia en paz o con graves conflictos
La convivencia del primer modelo elegido puede transcurrir con paz y amor o con tensiones y graves conflictos.
1º Familia humana y con paz.
Sin conflictos especiales. Entre todos los miembros de esta comunidad predomina el respeto mutuo, la responsabilidad, la paz, y, sobre todo, el amor. Los conflictos interpersonales y las tensiones de convivencia son ocasionales y breves. Diríamos que “normales”.
2º Familia humana pero con situación conflictiva.
En ella abundan las tensiones y los conflictos graves en las relaciones interpersonales. Algunos ejemplos: las peleas hasta con golpes físicos entre los esposos, el abandono del hogar de uno de los cónyuges o el divorcio de la pareja con el trauma para los hijos. También es grave la irresponsabilidad de los padres como educadores por el descuido, las preferencias o los “caprichos” que otorgan a los hijos. Tensión y problemas surgen por la irresponsabilidad de los hijos en los estudios, por la rebeldía ante la normativa familiar, las salidas nocturnas, amistades, la droga o las riñas entre los hijos mayores causadas por la herencia. Y para colmo de esta modalidad de familia: la presencia de graves enfermedades que hipotecan la libertad y la comodidad.
B-POR EL BIENESTAR: familia, protegida o desprotegida
En el mundo existe un porcentaje mínimo de familias que se sienten seguras porque gozan de la protección necesaria para la realización personal de sus miembros: tienen trabajo, posesiones, dinero, salud y el amparo de la sociedad. Son las familias ricas. Por el contrario, en un mayor porcentaje, escandalosamente mayor, están las familias pobres, desprotegidas, bombardeadas por dentro y por fuera, carentes de los más elementales derechos humanos en el área económica, social y política.
3º Familia rica, protegida, con seguridad.
Diversas modalidades, como la familia “burguesa”, la acomodada y la “millonaria”. Dato común: sus miembros gozan de los derechos humanos que garantizan una vida digna en vivienda, salud, educación, trabajo, comida, y libertad para residir donde quieran. Y hasta pueden mirar el futuro con tranquilidad.
Conviene recordar que, aproximadamente, en el mundo, un 20% de este tipo de familias disfruta del 80% de los bienes materiales
4º Familia pobre, desprotegida y bombardeadaVarias modalidades: la familia pobre pero muy diferente de la que vive en la miseria y “pasa hambre”. La familia pobre posee el mínimo de los recursos económicos, del trabajo aunque sea inestable o de la educación mínima. Algunas de ellas sufren persecución política y tienen que abandonar su tierra natal. Otras sufren diversas presiones sociales, políticas o religiosas. En muchas, existe el temor a morir por enfermedad; sufren por la necesidad de emigrar a otro país por razones de pobreza, religión o ideología política.
Tengamos presente que, aproximadamente, en el mundo, un 20% disfruta del 80% de los bienes materiales, y un 80% de habitantes solamente dispone, si acaso, del 20% de los bienes materiales. Y otro detalle importante: dentro de las familias pobres quienes más sufren la desigualdad y humillación son las mujeres, esclavas del machismo cultural o del propio esposo.
C-Familia de creyentes o de indiferentes
Otro de los grandes criterios para evaluar la comunidad familiar es la fe de sus integrantes bautizados. Frente al reducido número de familias que se declaran creyentes, se alza una mayoría absoluta, sobre todo en Occidente, que no lo es en todos sus miembros. Es la familia de miembros bautizados pero indiferentes o que rechazan la fe.
5º Familia de creyentes cristianos Todos sus miembros se confiesan creyentes y respetuosos con la Iglesia. En la convivencia no existe conflicto alguno por motivos religiosos. Ahora bien, en España no llega ni al 15% de estas familias creyentes aunque más del 70% de sus miembros sí recibieron el bautismo y hasta la primera comunión.
Los abuelos de la familia creyente ven con satisfacción que sus hijos y nietos profesan la fe que ellos proporcionaron.
6º Familia de indiferentes, o con miembros sin feCuando los hijos eran niños o adolescentes, no existía problema por la fe en el grupo familiar. Todos, creyentes. Pero posteriormente, algunos de los hijos, como universitarios, profesionales o casados, se apartaron de la práctica religiosa y de la misma fe cristiana. Y no falta quien manifieste a sus padres su agnosticismo o simplemente que perdió la fe. El problema se agrava cuando los mismos padres, sin llegar al rechazo de la fe, viven en la indiferencia religiosa.
No creo exagerar si afirmo que en España, este grupo familiar dividido por la fe, supera al 80% de los bautizados que, después de los 20 años, confiesan su indiferencia religiosa o su rechazo de la fe. Algunos declaran su adhesión al agnosticismo o al ateísmo. Son muy críticos con la fe, con muchos valores del Evangelio, y, sobre todo, con la doctrina moral que enseña la Iglesia. Viven bajo el influjo del secularismo, del subjetivismo o del permisivismo en moral. Me parece que esta modalidad de familia es el primer reto y el gran obstáculo para la evangelización. Es un problema gravísimo para la evangelización.
Los abuelos que conviven en esta modalidad de familia sufren al comprobar el fracaso de la educación que dieron o facilitaron a sus hijos. Y más, cuando son rechazados porque plantean algún criterio o normativa sobre la fe cristiana.
D-Familia practicante o alejada de la Iglesia;
La asistencia a los cultos religiosos (especialmente a la misa dominical), califica a las familias como practicantes o como alejadas de la Iglesia católica
7º Familia practicante De ordinario, aunque no siempre, padres o hijos asisten a misa y mantienen alguna vinculación con su parroquia. En ocasiones, siguen las prácticas religiosas tradicionales. Y es frecuente que algún miembro, o varios, pertenezcan a las asociaciones apostólicas, de oración, o de algún tipo de caridad.
La abuela se distingue por sus muchas devociones y por la asistencia diaria a la misa.
8º Familias católicas pero alejadas de la Iglesia. Es comprensible que, en principio, las familias de personas indiferentes ante la fe, estén alejadas de la Iglesia: abuelos, padres e hijos no mantienen contacto con la parroquia. Como es cierto que algún miembro de esta modalidad de familia manifieste que, sí, que él es católico pero no practicante, “no va a Misa”. Él vive por libre su fe y sus relaciones con Dios. Su presencia en la iglesia es por obligación social o tradicional. Tampoco es raro que en esta familia dividida por la práctica religiosa, la abuela o la madre asistan frecuentemente a Misa.
Los abuelos que siguen como practicantes, se consuelan porque sus hijos “son muy buenos y muy honrados”. Pero les duele la frialdad religiosa, sobre todo cuando recuerdan la práctica religiosa que impartieron, compartieron y facilitaron en colegios religiosos.
E-Familia fiel o sin comunión eclesial
La aceptación de la doctrina y normativa de la Iglesia caracteriza a la mayoría de las familias practicantes que son fieles y viven en comunión. Pero crece el número de miembros de familia que mantienen conflictos con la Iglesia y con la propia conciencia.
9º Familia fiel y en comunión
En esta modalidad de familia, abuelos, hijos y nietos, han recibido el sacramento del bautismo, la confirmación y el matrimonio; aceptan la doctrina de la Iglesia sobre la vida moral en general, y en particular sobre la indisolubilidad y la vida sexual en el matrimonio. Es una familia fiel y en comunión.
10º Familias sin comunión eclesial Les falta fidelidad-comunión eclesial a las parejas que deciden vivir sin el sacramento del matrimonio, matrimonios que no bautizan a los hijos; las parejas de divorciados vueltos a casar, y que se sienten fuera de la Iglesia por no poder comulgar. Con ignorancia, algunos afirman que están “excomulgados”. También viven con diferente problemática moral y eclesial quienes defienden el aborto o rechazan la doctrina de la Iglesia sobre anticonceptivos. Problemática especial existe en los grupos familiares de homosexuales con hijos adoptivos. Los problemas religiosos y eclesiales repercuten fuertemente en los abuelos, especialmente cuando su mentalidad es muy radical.
Mi pregunta: el mensaje cristiano sobre la familia, hoy día, solamente lo recibiría un 20% de bautizados. ¿Cómo llegar al 80%?