Después de doce años, la situación de la población es dramática Siria, otro triste aniversario del inicio de la guerra con la devastación causada por el terremoto
Siria cumple su decimosegundo aniversario del inicio de la guerra, y lo hace en medio de una crítica situación humanitaria a la que se han añadido las consecuencias de los terremotos del pasado mes en el norte del país
Una generación de jóvenes no conoce otra situación que vivir en medio de las bombas, la pobreza, la inseguridad y la incertidumbre, pero los misioneros salesianos continúan al lado de la población ayudándola para infundir esperanza y continuar siendo 'un oasis de paz y un hogar de esperanza en medio del sufrimiento'
“No hay trabajo, no hay electricidad, el combustible es muy caro y el dinero no vale nada… la población vive desanimada”, aseguran los misioneros salesianos en Siria. “Hay una generación de menores que sólo conoce la guerra, y muchos jóvenes que han vivido la mayoría de su vida en medio de la violencia se plantean salir del país”, explica Alejandro León, superior de los Salesianos en Oriente Medio.
“Los adolescentes de nuestras obras salesianas se han educado en la cultura de la paz y en la esperanza: en ver siempre el vaso medio lleno. Sin embargo, muchos de ellos abiertamente dicen que el problema ahora es que el vaso se rompió y no ven futuro ni para ellos ni para sus familias”, continúa el misionero salesiano.
Todas las familias en Siria lloran a algún fallecido y tienen a alguien cercano que salió del país
En Siria todas las familias lloran a algún ser querido fallecido durante los peores años de la guerra. “También en nuestros oratorios y centros juveniles hemos sufrido la muerte de menores, de animadores y de sus familias por las bombas sobre Damasco y Alepo”, recuerda Alejandro. Sin embargo, la duda de los jóvenes se centra ahora en “si abandonar el país en busca de un futuro lejos de Siria o permanecer al lado de sus padres y esperar la paz para ayudar a la reconstrucción”.
Además, el terremoto del pasado 6 de febrero y las más de 11.000 réplicas registradas complican aún más la situación en Siria. De los 54.500 muertos, casi 6.000 corresponden a la zona noroeste de Siria, donde más de 100.000 edificios se han derrumbado dejando a 1,5 millones de personas sin hogar y a 5,4 millones con dependencia de ayuda de emergencia para vivir.
Las obras salesianas en estos 12 años siempre han tenido abiertas sus puertas para atender, sobre todo, a los más pequeños. Desde 2012 a 2018, 250 familias en Alepo, 120 en Damasco y 30 en Kafroun recibieron una ayuda económica mensual. Desde 2012 a 2014 la casa de Kafroun acogió a 70 personas de Alepo desplazadas por la guerra.
La ayuda a los menores de las obras salesianas y a sus familias se mantiene desde el inicio de la guerra
Además, desde 2019 a 2022 alrededor de 200 jóvenes recibieron cursos de promoción empresarial, y se ayudó a algunos de ellos con la inversión inicial de su empresa. También, para apoyar a los menores en sus estudios (70 en Alepo y 100 en Damasco) y a los jóvenes universitarios en sus necesidades económicas, estos últimos dieron clases de repaso y de nivelación escolar a los menores.
En total, la obra de Kafroun ha acogido a más de 370 personas durante los peores años de la guerra, y ahora también lo hace con los desplazados por el terremoto. En Alepo, la ciudad más castigada por la guerra y ahora por seísmo, los Salesianos desarrollan un proyecto educativo que ha atendido en estos años a una media de 800 menores y adolescentes durante estos últimos años de conflicto. Asimismo, durante las últimas semanas, casi 800 personas se han alojado en la Casa Don Bosco debido al terremoto.
En Damasco, alrededor de 1.200 menores son los beneficiarios del trabajo de los Salesianos y hay 280 jóvenes universitarios voluntarios de Don Bosco. En el barrio de Jaramana, a 8 kilómetros de la casa salesiana, se han alquilado unos apartamentos para dar clases a los menores y que no se tengan que desplazar. También allí se quiere construir un gran centro juvenil.
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