El Pacto Educativo Global, iniciativa del Papa Francisco relanzado en octubre pasado, fue motivo de algunas reflexiones de dos cardenales, Felipe Arizmendi Esquivel y Alberto Suárez Inda. No sólo fue un momento análisis de la Fratelli Tutti y el Pacto, ambos pudieron compartir puntos de vista y experiencias particulares.

Interrogado sobre la experiencia del consistorio, el emérito de San Cristóbal compartió la difícil situación de la pandemia en Roma: “Muy complicado ir, aislados diez días haciéndoles pruebas a la llegada y salida de Roma, nadie pudo ir, salvo un sacerdote designado por el arzobispo de Toluca, el Papa insistió en el servicio de la Iglesia y fidelidad a Cristo”.

Trajo a consideración del auditorio el especial encuentro con el Pontífice emérito el cual describió como “Momento emotivo fue el encuentro con el Papa Benedicto, a pesar de las limitaciones, tiene una mente lúcida y algunas dificultades para hablar, calificándolo como uno de los momentos más importantes… No es una competencia, no es una lucha, es un servicio a la Iglesia y nuestras comunidades”.

Previo a la reflexión sobre el documento pontificio, el cardenal Suárez Inda hizo hincapié en la figura del primero obispo de Michoacán, Vasco de Quiroga como modelo de educador: “Entregó su vida, un español que se hizo indio… La herencia de don Vasco fue el mestizaje  en donde  decía que las personas son como cera que hay que modelar…”

“No todo está podrido y corrupto en este mundo”, insistió el cardenal Suárez al poner como ejemplo a la Inmaculada Virgen María “fue educada en el hogar… conocía a los profetas, Ella nos ayuda a transitar hacia un mundo más limpio y de respuesta a la invitación de Dios.

Alberto Suárez insistió en que el Papa Francisco ha sido un apasionado de la educación desde que era arzobispo de Buenos Aires. “La educación es una pasión que se renueva…” afirma el pontífice. Destacando la educación para la fraternidad, el arzobispo emérito de Morelia destaca que el Pacto “nos compromete a todos” en una sociedad poliédrica, en favor de una comunidad donde todos podamos ser hermanos.

En su turno, el cardenal Arizmendi Esquivel afirmó que todos somos deudores de otros, “la Encíclica inicia con un panorama oscuro, hace una serie de observaciones y datos que angustian, problemas para la fraternidad y para la educación...” elementos que oscurecen al mundo como la imposición de un modelo cultural único, política frágil ante los proyectos transnacionales, pugna de intereses, el todos contra todos…”

A través de la lectura y citas de frases de la Encíclica pontificia, el prelado acentuó especialmente los aspectos derivados de la efectividad de los medios de comunicación digitales en los que exploró los riesgos del individualismo: “La conexión digital no basta para construir puentes…”

Ambos prelados advirtieron la exigencia de samaritanismo como ejemplo de ayuda y de compromiso a los demás poniendo en práctica las virtudes enseñadas por Cristo. “La educación es el mejor servicio, una obra de misericordia… para ser portadores de esperanza” afirmó Suárez Inda.

Al hablar de los descartados, Arizmendi Esquivel llamó la atención sobre las personas que ahora son desplazadas, principalmente los miembros de pueblos y comunidades indígenas: “Empecé a trabajar con ellos siendo párroco aquí en Toluca en una comunidad otomí, pero confieso que empecé despreciándolos por no conocer. Decía, estos son supersticiosos, yo los voy a cambiar… yo los voy a evangelizar. Gracias a Dios, me permitió ir conociéndolos y valorando que es otra forma de vida, otra forma de familia, otra forma de persona, otra forma de pueblo, otra forma de comunidad, otra forma de vivir la fe. Cuando llegué a san Cristóbal donde hay una población enorme de indígenas… Dios me permitió aprender, ver, escuchar, al principio tenía muchas dudas de sus ritos, costumbres y tradiciones… fuimos caminando juntos, para que el sueño que tiene Dios, desde Fray Bartolomé de las Casas y que vivió a profundidad Tata Vasco… también mi antecesor don Samuel Ruiz, seguir caminando… para hacer una Iglesia no autónoma, sino autóctona encarnada en las culturas”.

Enumerando los logros en torno a la pastoral y liturgia indígenas, Felipe Arizmendi destacó algunas anécdotas especialmente con el Papa Francisco y en su última visita a Roma para ser creado cardenal. Reveló que en las instancias de la Congregación del Culto Divino, la aprobación de las traducciones a lenguas indígenas están “bastante atrasadas”. A pesar de haber entrado en una negociación para desatorar estos atrasos, Arizmendi solicitó personalmente la intervención del Papa Francisco: “Santo Padre, ayúdenos porque esto está muy atrasado ahí, está muy estancado…”

Posteriormente, y tras analizar el significado del Pacto Educativo Global propuesta por el Papa Francisco, los prelados concluyeron en que todos debemos educarnos, empezando por la familia… Educar es un proceso permanente. Con este título –el de cardenal- indicó Arizmendi, debo “seguir reeducándome… toda la vida es un proceso”

El cardenal Suárez Inda concluyó con una referencia al último capítulo de Fratelli Tutti, sobre la importancia del ecumenismo, “Quizá los católicos hemos sido reacios a reconocer como hermanos a quienes no forman parte de la Iglesia. Ya el Papa Juan XXIII decía ‘es más lo que nos une, que los que nos divide’… Creyente o no creyentes, tenemos un mismo Padre y a nosotros nos corresponde dar ejemplo y testimonio de verdadera fraternidad universal… esto no se entiende plenamente sin descubrir que Dios Padre nos ha dado, en Jesucristo, al hermano mayor…”

El encuentro se dio el pasado 8 de diciembre en la serie “Diálogos por la Esperanza” transmitida por redes sociales de la Dimensión de Pastoral Educativa y de Cultura de la Conferencia del Episcopado Mexicano, conducida por el Pbro. Eduardo Corral Merino.