Inquisitorial interrogatorio que usó sus datos personales para intimidarlo. Obispo de Saltillo denuncia acoso del Ejército

Obispo de Saltillo denuncia acoso del Ejército
Obispo de Saltillo denuncia acoso del Ejército

Secretario de Seguridad Pública pidió disculpas al prelado. Es un "Lamentable error de nuestra gente. No están ahí para eso".

A través de un comunicadopublicado en el sitio de la diócesis de Saltillo, el obispo Raúl Vera López denunció el acoso de elementos de las Fuerzas Armadas del que fue víctima en el aeropuerto de Monterrey el pasado 11 de julio.

Previo a la denuncia de los hechos contra el obispo, el comunicado recordó el caso Castaños que ese mismo día en el año 2006, se dieron “hechos de extrema violencia contra mujeres” perpetrados por elementos del ejército. Acusó de que, a pesar del cambio de gobierno, se han seguido tomando “decisiones políticas atadas a los intereses económicos neoliberales” señalando que la recién desplegada Guardia Nacional imita las redadas del “vecino país del norte” para que las víctimas vivan en la impunidad por violaciones y abusos. Trece años después, afirma el comunicado, “los militares mandan un mensaje para decir que ellos no olvidan”.

Con lo anterior, el comunicado procede a la denuncia de los hechos ocurridos el 11 de julio pasado en el aeropuerto de Monterrey cuando “dos militares se acercaron a Monseñor Fray José Raúl Vera López, O.P. cuando éste, después de aterrizar de un vuelo de la Ciudad de México, caminaba al estacionamiento con su maleta, acompañado de un chofer”.

De acuerdo con el relato, los militares se dirigieron a Mons. Vera para ser sometido a un inquisitorial interrogatorio:“El primer militar preguntó por el cargo, como si desconociera de rangos al interior de otra institución: “¿Es usted el padre o... algo más que un sacerdote?”. Monseñor Vera dijo: “Soy Obispo”. El segundo militar leyó de una libretita el nombre: “Raúl Vera López” y confirmó si era él. El Obispo siguió respondiendo. Preguntaron a dónde se dirigía y el Obispo dijo que iba a Saltillo”.

Los militares tendrían registrados los datos personales del obispo en una libreta al que añadieron el número de las nuevas placas de su vehículo. El obispo de Saltillo recibió por respuesta que tal interrogatorio servía para garantizar se seguridad, pero no ocultó su “temor y extrañeza” por las particulares formas a las que fue sometido para conocer su identidad.

La diócesis de Saltillo tuvo contacto con las autoridades para exigir una explicación de este “hostigamiento”. El comunicado abunda que la mañana del 12 de julio, el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, “desestimó” lo que consideró delicada acción de acoso y molestia hacia el obispo y por el mal uso de los datos personales para intimidación. El responsable de la seguridad pública del país, Arturo Durazo Montaño, pidió disculpas al obispo escribiéndole que se trató de un “lamentable error de nuestra gente. No están ahí para eso. Su función es custodiar instalaciones para garantizar su seguridad”.

Por otro lado, el comandante de la Cuarta Región Militar, general Jens Pedro Lohmann, reconoció que los elementos se “excedieron” en el ejercicio de sus funciones.

 La diócesis de Saltillo estimó que el incidente muestra el estado de represión “inminente” a la que se ve sometida la población reprobando la “acción de los integrantes del Ejército que se aproximan a la población para intimidar y amedrentar”. El comunicado recordó la obligación de todos los bautizados a “trabajar por la verdad y la justicia” y anima a “salir a la calle en búsqueda de hacer el bien y promover la libertad que tanto nos hace falta”.

Finalmente advierte que el pueblo debe “permanecer alerta” puesto que estas “acciones violentas” provocarán más la unidad que, en lugar de amedrentar, no harán que se permanezca en el silencio.

COMUNICADO VERA EJERCITO

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