Para proteger a la Iglesia del diablo



L´Osservatore Romano / El Papa Francisco ha decidido invitar a los fieles de todo el mundo a rezar el rosario cada día, durante todo el mes mariano de octubre, y a unirse así en comunión y en penitencia, como pueblo de Dios, en la petición a la santa Madre de Dios y a san Miguel Arcángel que protejan a la Iglesia del diablo, que siempre mira a dividirnos de Dios y entre nosotros.

Los días anteriores, antes de su partida hacia los países Bálticos, Francisco encontró al jesuita Fréderic Fornos, director de la Red mundial de oración por el Papa y le pidió difundir en todo el mundo este llamamiento suyo a todos los fieles, invitándolo a concluir el rezo del rosario con la antigua invocació Sub tuum praesidium, y con la oración a san Miguel Arcángel que nos protege y ayuda en la lucha contra el mal (cf. Apocalipsis 12, 7-12).

La oración — afirmó el Pontífice el pasado 11 de septiembre, en una homilía en Santa Marta, citando el primer libro de Job — es el arma contra el gran acusador que «da la vuelta al mundo buscando cómo acusar». Solo la oración lo puede derrotar. Los místicos rusos y los grandes santos de todas las tradiciones aconsejaban, en los momentos de turbulencia espiritual, protegerse bajo el manto de la santa Madre de Dios pronunciando la invocación Sub tuum praesidium, que reza así: Sub tuum praesidium confugimus Sancta Dei Genitrix. Nostras deprecationes ne despicias in necessitatibus, sed a periculis cunctis libera nos semper, Virgo Gloriosa et Benedicta (“Bajo tu protección buscamos refugio, santa Madre de Dios. No desprecies nuestras súplicas de nosotros que estamos en la prueba, libéranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita”).

Con esta petición de intercesión, el Papa pide a los fieles de todo el mundo que recen para que la santa Madre de Dios ponga a la Iglesia bajo su manto protector, para preservarla de los ataques del maligno, el gran acusador, y hacerla al mismo tiempo más consciente de las faltas, los errores, los abusos cometidos en el presente y en el pasado y comprometida a luchar sin ninguna duda para que el mal no prevalezca.

El Pontífice pidió también que el rezo del rosario durante el mes de octubre se concluya con la oración escrita por León XIII: Sancte Michael Archangele, defende nos in proelio; contra nequitiam et insidias diaboli esto praesidium. Imperet illi Deus, supplices deprecamur: tuque, Princeps militiae caelestis, Satanam aliosque spiritus malignos, qui ad perditionem animarum pervagantur in mundo, divina virtute, in infernum detrude. Amen (“San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha: sé nuestra ayuda contra la maldad y las insidias del demonio. Suplicantes rezamso para que Dios lo domine y tú, príncipe de la milicia celestial, con el poder que te viene de Dios, encadena en el infierno a Satanás y a los espíritus malignos, que dan la vuelta al mundo para hacer que se pierdan las almas. Amén”).
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