La exposición Fratelli Tutti abre sus puertas en la Unidad Pastoral Padre Rubio del madrileño barrio de la Ventilla Fratelli Tutti: El arte se hace vida y comunidad

Fratelli Tutti: El arte se hace vida y comunidad
Fratelli Tutti: El arte se hace vida y comunidad

Al leer la encíclica del Papa vi que era un texto que descendía a la realidad, a la herida y viendo que eran palabras y palabras, me dije, pues vamos a ayudar a estas palabras con la función plástica de la pintura.

Esta encíclica no es para encerrar en la burbuja de nuestros sesos, sino para hacer como decía Lope de Vega en El perro del hortelano: para responder con los pies, poniéndonos a andar. Es una carta al mundo para inspirar y movilizar a toda la gente, sean creyentes o no, de cualquier ideología, en cualquier lugar social.

Es la primera vez que yo veo una exposición de arte sacro en una iglesia, y tenía que tener casi lo natural, y sino en el templo, que todas las iglesias tuvieran un salón para ello

Necesitamos proyectos de amistad social y fraternidad que incluyan a todos, especialmente a todos aquellos que de mil maneras son descartados o no cuentan en nuestra sociedad

La exposición Fratelli Tutti abre sus puertas en Madrid en la Parroquia de San Francisco Javier y San Luis Gonzaga de la Unidad Pastoral Padre Rubio en el barrio de la Ventilla, con el objetivo de transmitir a través del arte la fuerza y la oportunidad de la encíclica, escrita por el Papa en este tiempo de pandemia:

"Entrego esta encíclica social como un humilde aporte a la reflexión para que, frente a diversas y actuales formas de eliminar o de ignorar a otros, seamos capaces de reaccionar con un nuevo sueño de fraternidad y de amistad social que no se quede en las palabras."

No queremos que el documento del Papa se quede en meras palabras

El equipo organizador de la exposición en la Unidad Padre Rubio dejaban anotadas la importancia de difundir esta encíclica y que no se quede en una mera palabra. 

"Tenemos mucha necesidad de que en la base de la iglesia, la comunidades cristianas nos enteremos de dónde se sitúa este Papa, porque urge que ahí nos coloquemos nosotros, para que no sea la suya una voz en el desierto… Y tenemos mucha necesidad de que las comunidades cristianas sepamos dónde está nuestro mundo y cómo ahí fuera ya hay mucha gente y grupos con propuestas muy interesantes y abiertas, para que podamos unirnos, con lo más nuestro y específico, porque somos creyentes, pero desde el encuentro y el diálogo con ellos, sopena de quedarnos reducidos a ser un guetto o secta en extinción, y con el mismo sueño, que es el que alumbra el Papa: que necesitamos proyectos de amistad social y fraternidad que incluyan a todos, especialmente a todos aquellos que de mil maneras son descartados o no cuentan en nuestra sociedad." en palabras de Seve Lázaro, sj. 

"Ha sido una encíclica muy criticada, porque no utiliza palabras muy del universo cristiano. Algunos hasta han llegado a contabilizar todas la palabras del estilo: eucaristía, fe, pecado, salvación, etc… que no aparecen siendo como es una encíclica cristiana… Pero qué cortedad de miras, cuando es una encíclica que lo que pretende es abrirse a la problemática del mundo y conectar con otras muchas personas, grupos, religiones e iniciativas, en ese afán por encontrar caminos comunes para hacer posible ese sueño de la fraternidad universal." anotaba Lázaro. 

Oteiza

Oteiza, un pintor lleno de humanidad y de fe

En su inauguración participó el autor de los cuadros y de toda la colección, el sacerdote Antonio Oteiza, religioso capuchino, misionero, escultor, hoy pintor, cordial, conversador y artista, rebosante de humanidad y de fe

"La evangelización en épocas pasadas se logró en gran medida por el arte, por los cuadros… Hoy en día, hay una página vacía en este sentido. Hoy en las universidades, de signo pontificio que tienen cantidad de facultades y doctorados, no tienen nada de arte… Las bellas artes no existen en las universidades de la iglesia." Anotaba Oteiza. 

El autor se sentía sorprendido al ver su colección conformada en el templo: "Es la primera vez que yo veo una exposición de arte sacro en una iglesia, y tenía que tener casi lo natural, y sino en el templo, que todas las iglesias tuvieran un salón para ello."

Oteiza iluminó con su exposición diferentes ámbitos que cobran un sentido especial en nuestros días: "Los absolutos de Dios: la verdad, la bondad y la belleza. Se predica la verdad y se enseña la bondad en la catequesis, pero no se enseña la belleza, por lo tanto se transmite un Dios mutilado, un Dios falso. Y la belleza es el elemento esencial de transmisión de la verdad y de la bondad de Dios… Si falta ella, la transmisión de la fe es un parche."

Las personas que asistimos a la inauguración tuvimos la suerte de recibir una pequeña clase de arte: "Hablemos un poquito de arte. Como no hay enseñanza, no hay facilidad para saber leer el arte… Y claro, nos situamos ante una exposición y no sabemos leerlo. En todo arte hay que distinguir: la figura y la expresión. Es sobre todo en ésta donde se ve la huella de lo sagrado… Y el espectador necesita ver solo una cosa bien o mal o que se parezca al original… No hay que mirar la semejanza… sino la expresión… El artista rompe la realidad, el pecado, la tribulación, la fe, y está buscando el hondón, la transcendencia, la huella de Dios, y en esa búsqueda aparece el aura sacra, como un alma que saliera del fondo… Es esto lo que tenemos que alcanzar a ver… y buscar… Esta es una pequeña lección, para que aprendamos a leer el arte. "

¿Por qué esta exposición? ¿Qué le cautivo de la encíclica? "Al leer la encíclica del Papa vi que era un texto que descendía a la realidad, a la herida y viendo que eran palabras y palabras, me dije, pues vamos a ayudar a estas palabras con la función plástica de la pintura."

Grupo

Recomenzar el sueño de una comunidad mundial

En la exposición participaron el profesor de la Universidad Pontificia Comillas, Fernando Vidal y el cantautor salmantino, José Carlos Prieto. Al alimón, ambos compartieron a través del arte de la música y de la palabra, diferentes elementos de la encíclica Fratelli Tutti, que hicieron vibrar a todas las personas que asistimos a la inauguración.  

Atrevernos a esperar, dame tu mano, una cultura del corazón, métete en mi piel, recomenzar la fraternidad,... fueron las invitaciones que José Carlos y Fernando nos transmitieron y que todos vivimos como una invitación a soñar como comunidad

En este enlace os dejamos las notas de la exposición de Fernando Vidal y en el siguiente apartado la invitación final. De la música de Fernando todavía escuchamos la melodía. 

Casi, solamente, poco más

Esta encíclica no es para encerrar en la burbuja de nuestros sesos, sino para hacer como decía Lope de Vega en El perro del hortelano: para responder con los pies, poniéndonos a andar. Es una carta al mundo para inspirar y movilizar a toda la gente, sean creyentes o no, de cualquier ideología, en cualquier lugar social. Aunque creamos que tenemos muy poco que dar…

¿Estamos preparados para que el mundo tome la dirección correcta en la encrucijada en la que nos ha puesto esta pandemia? ¿Vamos a ser capaces de que algo así nunca vuelva a pasar? ¿Vamos a poder cambiar como Humanidad para ser una fraternidad libre de iguales? ¿Te sientes impotente? Yo, a ratos, sí.
Puede que creas que no eres casi nadie, que tus palabras no hacen casi nada y que casi nadie te escucha, pero si juntamos todos esos “casis nada”, puede que seamos casi algo y puede que tu “casi algo” sea suficiente si todos ponemos nuestros casis también.

Casi…
Puede que creas que solamente te queda una vela, que solamente tienes una linterna y que en tu piso solamente hay unas pocas ventanas para iluminar el mundo, pero puede que esos “solamentes” sean suficientes si todos solamente nos encendemos a la vez.

Solamente…
Puede que creas que puedes hacer poco más, que no tienes salvo un poco más de tiempo y que puedes poner solo un poco más dinero, pero todos nuestros “pocos más” son suficientes para ser un gran mucho.

Poco más…
Apenas tengo influencia, apenas tengo poder, apenas sé dónde se cambian las cosas, pero sé mi “apenas” con tu “apenas” y con todos los “apenas” de los demás, son suficientes para cambiarlo todo.

Apenas…
Cada uno en su casa confinado es invisible; cada uno mandando mensajes por redes y teléfonos es un canario piando en su jaula; cada uno en su pantalla sentirá que no puede mover a nadie, pero todos esos “cada uno” somos toda la sociedad.

Cada uno…
Una sola persona aplaudiendo en su ventana es un loco, tres personas aplaudiendo en sus ventanas son unos amigos, mucha gente aplaudiendo junta son un pueblo.

Puede que tus casis, "solamentes", poco más, apenas y cada uno, te parezcan tan poco que nada puede cambiar, pero recuerda entonces la lluvia de millones de gotas, las cosechas de millones de granos, las manifestaciones de un millón de personas, miles de personas cosiendo mascarillas en su casa hora tras hora y día tras día. Entonces comprenderás que nuestros casis, "solamentes", poco más, apenas y cada uno lo son todo y que sin los tuyos no hacemos nada.

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