"Por su penosa actuación en el caso de las Jerónimas de Palma de Mallorca" Barrajón: "Exijo, como miembro de la Iglesia, la inmediata renuncia del obispo Taltavull"
Los escándalos en la iglesia son la causa primera de la gran deserción que estamos padeciendo en la actualidad
Las malas prácticas han de tener consecuencias en la Iglesia
Taltavull ha sido más agresivo aún en el tema de las Jerónimas que el mismo Salinas
Taltavull ha sido más agresivo aún en el tema de las Jerónimas que el mismo Salinas
Se veía venir. Lo habíamos anticipado hace ya tiempo. En este mismo Blog escribí, hace ya algunos meses, poniendo al descubierto la inmatriculación absurda, a favor del Obispado de Mallorca del Monasterio de Santa Isabel de Palma de Mallorca, de las madres jerónimas, donde han vivido más de 500 años de manera ininterrumpida y que el Obispo Salinas, de infeliz memoria en Mallorca, en 2014, había inmatriculado, contra todo derecho y razón, a nombre del obispado, de espaldas a las monjas, sus legítimas dueñas, sin tan siquiera avisarlas.
El litigio estaba servido. Llegó después Taltavull, con aires de obispo dialogante y se abrió un hilo de esperanza, que en muy poco tiempo se encargó de enterrar. Ha sido más agresivo aún en el tema de las jerónimas que el mismo Salinas. Hace ya unos meses, yo mismo escribía en este blog -ahí está en el historial- que no podía admitirse que un convento que era de las monjas jerónimas, desde hace más de 500 años, el obispado lo pusiera a su nombre y no pasara nada.
Esto podía suceder en la Edad Media pero no en la actualidad. Y sin embargo sucedía por la ambición desmedida de un obispo codicioso. Aquel artículo generó un cierto debate. Desde los que me decían que yo me metiera en mis asuntos particulares, como aquellos otros que me decían que yo sólo buscaba romper la comunión de la Iglesia por meterme con un obispo. El mismo argumento de siempre de los que no tienen argumentos, sino sólo deseos de que los consagrados seamos sometidos y domesticados a cualquier precio, como algunos obispos han pretendido de manera sibilina en los últimos tiempos de mi estancia en Confer como presidente.
A mi escrito de entonces respondió el Sr. Taltavull, con una llamada personal por teléfono donde más que buscar soluciones quería pedirme explicaciones. Y le dije entonces que nada de lo que había escrito en este blog era falso. Fue allí cuando me aseguró que iba a hablar con todas las partes interesadas para buscar una solución a un tema que tiene tantas repercusiones en Mallorca y que afecta de manera directa a la imagen de la Iglesia en aquellas tierras. No sólo no dialogó sino que enfangó mucho más el tema con actuaciones impropias de un pastor y de sus colaboradores.
Se desató, entonces, una campaña encarnizada contra las monjas, propia de una mafia más que de un obispado. Acusando a las monjas de querer especular con negocios hoteleros, y, lo que es aún peor, de no mantener el convento en condiciones aceptables. Algo que no es cierto, puesto que, desde el primeR momento, las monjas -como han venido haciendo desde su fundación en Palma- han conservando el Monasterio con toda dignidad, aplicando sus pocos recursos a su mantenimiento, con amor, dedicación y respeto.
No merecía menos un lugar sagrado, en el que reposan 525 antecesoras que, a lo largo de su historia, dedicaron su vida y obras al Monasterio, para gloria de Dios. Han contado con la colaboración de voluntarios fieles que han ayudado a que el Monasterio luzca con el esplendor de hoy. Voluntarios que anónimamente han trabajado bajo la dirección de un prestigioso técnico, competente en la materia, ni más ni menos que Licenciado en Bellas Artes, especialidad Conservador-Restaurador, Don Pere Terrasa Rigo, al que las monjas contrataron para que dirigiera las actuaciones de mantenimiento del Monasterio, se preocupara del buen estado del edificio y levantara las correspondientes actas de visitas técnicas que periódicamente son entregadas al Consell Insular de Mallorca (Departamento de Patrimonio Histórico).
Se trata de informes frecuentes de situación del día a día del Monasterio, desde que las monjas se trasladaran al convento cercano de Inca, para reforzar la vida común y la espiritualidad jerónima. La animadversión del obispado, con Taltavull, ha llegado hasta tal punto que han sido capaces de vetar la participación en el canto litúrgico de la abogada de las monjas, Pilar Rosselló, en algunos lugares para cerrarle el cerco y presionarla en su búsqueda de la verdad.
Pero Pilar es inaccesible al desaliento. Al fin, la verdad y la justicia se abren paso y la juez del Juzgado de Primera Instancia nº 9 de Palma de Mallorca emite el fallo de la sentencia, por cierto muy bien documentado, teniendo en cuenta, la abundante e irrebatible documentación acreditada por parte de la abogada de las monjas.
En el fallo se afirma:
“La congregación demandante es la propietaria de la tres fincas registrales objeto de discusión, inscritas en el registro de la propiedad número 3 de Palma, que comprende una superficie construida de noventa y seis novecientos metros cuadrados, levantada sobre un solar de cuatro mil setecientos cuarenta y cinco metros cuadrados de cabida por haber adquirido su dominio mediante la posesión inmemorial, durante el transcurso de más de treinta años, pública, pacífica e ininterrumpida, en concepto de dueña, debiendo procederse a la cancelación o rectificación de los asientos contradictorios con dicha declaración, con expresa imposición de costas a la parte demandada” La voz de las monjas se hace oír entonces, una vez conocida la sentencia, por parte de la madre Federal, con la prudencia y sabiduría que siempre han caracterizado a la madre Natividad, no para alegrarse de un triunfo contra el obispado, sino para celebrar la verdad: “Sor Ángeles Sanz Rodríguez, OSH (Sor Natividad, en religión), Presidenta de la Federación de Monasterios de Monjas Jerónimas de Santa Paula y Priora ad nutum Sanctae Sedis, del Monasterio de Santa Isabel de Palma, con gran alegría, pone en conocimiento de los medios de comunicación la notificación recibida en el día de hoy, 13 de julio de 2022, de la Sentencia dictada por el Juzgado de Primera Instancia nº 9 de los de Palma de Mallorca, en el Procedimiento Ordinario 900/2019, por la que se reconoce y declara que las religiosas jerónimas del Monasterio de Santa Isabel son las propietarias de su propio monasterio, que vienen poseyendo, ampliando, cuidando y atesorando pacíficamente desde 1.485, con la consiguiente cancelación del asiento inmatriculatorio provocado por las certificaciones del Obispo Salinas, emitidas contra todo derecho y razón, en noviembre de 2014. La sentencia, estima íntegramente la demanda interpuesta por las Religiosas Jerónimas de Santa Isabel, con expresa imposición las costas del procedimiento al Obispado de Mallorca. Damos gracias al Señor de que la firme defensa de las religiosas jerónimas de sus derechos históricos y patrimoniales, de lo que es su Monasterio, desde 1485 y sin interferencia alguna que pudiera suponer la existencia de otros derechos que los exclusivamente son de las jerónimas, haya dado sus frutos, pese las enormes dificultades que nos ha presentado el oponente.”
Y ahora surgen unas reflexiones necesarias desde todo lo sucedido:
1.- ¿Los obispos no deben asumir las consecuencias de sus sus fallos evidentes que tanto daño hacen? Como ha sido el caso, a la comunidad eclesial de Mallorca y, especialmente, a las monjas a las que deberían cuidar y proteger, porque ha dicho el Papa que son un tesoro en la vida de las diócesis, que los obispos han de cuidar de manera especial?
2.- Se están repitiendo los casos de malas prácticas de algunos obispos en nuestro país, que están haciendo un daño irreparable a la comunidad cristiana y todos se van “de rositas”. No queremos entrar a señalar personas concretas, pero todos sabemos de los áticos de lujo donde se ha instalado algunos, de su oposición desleal al Papa Francisco, de diócesis arruinadas por la mala gestión, de obispos que practican y apoyan las terapias de conversión para homosexuales, prohibidas por la ley, de negocios económicos poco transparentes, etc... A nuestros obispos les vendría bien un poco de preparación y de prudencia en lo que dicen y en lo que hacen, y saber rodearse de asesores cualificados que no les pongan a ellos y, de paso a la Iglesia, a los pies de los caballos.
3.- Deben saber que la infalibilidad sólo le corresponde al Papa, y exclusivamente en temas de fe y de moral, para que no vayan diciendo lo que se les ocurre a primera vista, sin consultar ni a Dios ni al diablo. Un ejemplo lo tenemos en el obispo de Sevilla, Sr. Meneses, que comenzó su mandato diciendo que "La Iglesia no se ha apropiado de ningún bien que no sea suyo" Y ya veis, la justicia de Mallorca acaba de decirle que no es verdad. ¿Va a pedir disculpas por esta mentira manifiesta? Y aquel obispo de Alcalá que dijo el disparate de que “ser homosexual es como haber nacido sin un brazo”. ¿Ha pedido ya disculpas, o sigue en pie su infamia contra este colectivo siempre marginado y sometido a violencias de tantos tipos?
Estas cosas no pueden quedarse sin consecuencias para quien las dice. ¿Cuándo van a asumir responsabilidades, como exigimos a los políticos que no gestionan bien la res publica? Por eso y como un cristiano de a pie que soy, pero cristiano al fin y al cabo, exijo que el Sr. Taltavull presente su renuncia al Papa de inmediato, para que la Iglesia no se convierta en un erial, donde los poderosos hacen los que les parece, sin contrastarlo con nadie y tomándose a broma la sinodalidad, de la que tanto nos hablan últimamente y que yo apoyo y defiendo hasta las últimas consecuencias. ¡Es el momento de asumir responsabilidades!
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