#feminismo NUEVO VOCABULARIO,... NUEVAS ACCIONES
Caminar en la restitución y reconocimiento de mi ser MUJER
| Martha Eugenia, Mujer Mariposa
En aquel entonces, dos años antes había empezado la etapa de la tercera edad, y con apenas tres meses después de haberme jubilado, estaba ahí en el Museo de la Mujer, ante nuevas perspectivas escriturales. No obstante lo que no sabía era que tendría mi encuentro consciente y por primera vez con un mundo en el que había nacido, del cual tenía experiencia y que por muchas razones no había catalogado, el mundo patriarcal.
Así que sentada junto a otras mujeres de muy diversas edades, hasta una de más edad que yo; en ese curso de escritura autobiográfica, atónica escuchaba sus historias de vida. Cómo era posible que hubiesen padecido tanto como consecuencia de los varones cercanos en sus vidas, como sus padres, novios, maridos, hermanos, hijos, familiares varones, jefes, compañeros laborales,... en fin de cualquiera que tuviera genitales masculinos. Y también de las actitudes insalubres de mujeres que los apoyaban, como el caso de madres que sabiendo que sus hijas eran violadas por el esposo, guardaban silencio.
Ser vieja, y de lo cual me siento muy contenta y satisfecha conforme pasa el tiempo y lo soy más, ha sido adentrarme deliberadamente en lo que hoy en día muchos seres humanos conocemos como el patriarcado. Los términos de machismo y misoginia, los conocía muy bien tanto conceptual como vívidamente, pues tenía claro que algunas experiencias propias eran el resultado de ello.
A partir de ese empezar en los círculos de escritura autobiográfica por espacio de cuatro años, ha sido adentrarme más y más en ese pozo de aguas podridas y lodo cenagoso, para esforzándome salir tanto de manera conceptual como con acciones concretas, no solo entendiendo sino también con acciones concretas, erradicar desde mi medio esta podredumbre que nos consume tanto a mujeres como a hombres.
Creo que para poder realizar cualquier cambio, es necesario primero concebirlo conceptualmente y para esto es necesario capacitarme y luego hacerlo con otras y otros, para que asimilado y dando a luz a través del conocimiento y empoderamiento, empezar a realizar comportamientos saludables que refuercen este pensamiento. ¡No es nada fácil! Ha sido como remar contracorriente, donde muchas mujeres han criticado mi posición y tanto les ha incomodado que me lo hacen saber reprobatoriamente, dando como consecuencia un tanto de aislamiento social. La respuesta de algunos varones, va desde agresión verbal hasta hacerme saber que estoy disponible para cualquier relación abierta, siempre y cuando convenga a sus intereses.
Soy teóloga y muchos creen que el feminismo no puede ir de la mano con Dios, esto es producto del desconocimiento. Creo por lo que sé y he vivido que Jesús Dios es uno de los principales feministas. Fue muerto en la atrocidad de la crucifixión, por haber luchado en devolver la dignidad al oprimido, mujeres, niños, enfermos y por poner en claro que la actitud prepotente de los varones dañaba a los desprotegidos. Y al paso de su ministerio, lo hizo extensivo también a los que estaban fuera del pueblo judío. Comprender esto me ha costado, aunque ahora me parece obvio. Pero Jesús, fue más allá, pues vino a enseñarnos el amor del Padre Celestial y la forma de alcanzar y vivir su misericordia a todos, y eso solo se puede con la fuerza y guía del Espíritu Santo.
Los que no saben o entienden esto, cuando declaro o saben que soy FEMINISTA, me critican con denuedo, porque son radicales, o todo o nada, o bien o mal, con el feminismo o con Dios.
Creo en la fuerza de la MUJER y del HOMBRE creados a imagen de Dios, con igual dignidad, aunque diferentes, pero cada uno, ÚNICO. Creados con la potencia de ser mejores en el respeto, y evolución personal en una convivencia sana.
Y sí, habemos muy diferentes FEMINISTAS. Soy de las que creen en Dios, me esfuerzo por seguir sus enseñanzas y una de ellas fundamental, hacer conciencia en restituir la dignidad y los derechos de la MUJER en todos sus ámbitos.
Así que cuando hace cuatro años empecé mi camino en el feminismo, lo hice comenzando por mi propia historia, al mismo tiempo que empoderándome para con pasos firmes, poder caminar en la restitución y reconocimiento de mi ser MUJER y de las de mi entorno.